Una investigación periodística de La Voz de Maipú, determinó graves problemas en una licitación de SMAPA cuyo monto, supera los 2.400 millones de pesos. La empresa que está a punto de ganar dos de tres obras a construir, lo hace con precios muy por encima del mercado
El día viernes 19 de julio de 2013 se celebró una nueva sesión ordinaria del Concejo Municipal de Maipú. La tabla de ese día decía que los diez concejales, más el Alcalde, debían votar respecto a la adjudicación de la “Construcción obras complementarias de plantas para el SMAPA (Servicio Municipal de Agua Potable)”. El proceso por medio del cual la empresa sanitaria de la comuna buscaría adjudicar la construcción de obras de complemento para las plantas de Ciudad Satélite, El Tranque y Los Presidentes, debía entrar ese día en una fase relevante: que las autoridades dieran el vamos. Pero algo pasó.
La situación fue más o menos así: el concejal Carlos Jara (PPD) conversó con sus colegas Marcelo Torres (RN) y Carol Bortnick (PPD); acto seguido, le susurró algo en el oído al Presidente de la Comisión de Finanzas: concejal Abraham Donoso (PPD). Este último se paró raudo a conversar con el Alcalde de Maipú. El concejo estaba por comenzar y rápidamente se tomó una decisión: se sacaba de forma abrupta de la tabla, la votación para adjudicar la licitación.
La decisión de sacar el tema de la tabla no fue antojadiza. El concejal Herman Silva estaba con licencia y Ariel Ramos (PC) andaba en un seminario. Jara acordó con Torres y Bortnick rechazar la propuesta de la administración. Con ocho concejales presentes en la sesión, más el Alcalde, se daba por descontado que los concejales Alejandro Almendares (RN) y Antonio Neme (UDI) votarían en contra. En tanto Marcela Silva (PS) y Mauricio Ovalle (DC), antagonista histórico de Vittori en la DC, tampoco daban garantías de aprobar. Al menos uno de ellos era muy probable, se abstendría.
El Concejo estaba a minutos de comenzar y no había margen de negociación posible. La pregunta lógica es ¿Por qué Jara, Bortnick y Torres estaban por rechazar? los dos primeros son aliados de coalición política con el Alcalde, y Torres amigo personal de Vittori.
La Voz investigó el tema. Todo parece indicar que hay cosas en la licitación que la hacen, a lo menos, sospechosa. Una fuente al interior de SMAPA, que comparte las aprehensiones de los concejales, nos hizo llegar, con la condición de mantener su nombre en reserva, varios documentos de la licitación. Consultamos con expertos de varios municipios, quienes accedieron a ayudarnos.
¿SE ESTÁ PAGANDO UN SOBREPRECIO?
Cuando se comienza a armar este tipo de licitaciones, los municipios destinan a algunos profesionales que trabajan en ellos, con el fin de hacer estimaciones de los valores que costarán las obras. Para ello, se valen de estudios de mercado por mano de obra, valores de materiales, entre otros ítems. Un encargado de licitaciones en un Municipio del Poniente nos dice que “es normal que existan diferencias de precios, entre lo que los Municipios estiman que cuestan las obras, y lo que luego las empresas cobran en la licitación”. Sin embargo, según la experiencia del profesional “los precios nunca varían más allá de un 10% real”.
En Maipú se presentaron cuatro empresas a la licitación. Quevedo Ingeniería S.A quedó de forma inmediata descalificada pues “el oferente no presenta su oferta técnica ni económica en el portal”. En carrera quedaron tres empresas: Ingeniería y Construcción MST S.A, Dalco Ingeniería Limitada e Inmobiliaria y Constructora Los Andes S.A. La primera y segunda empresa postularon a las tres obras licitadas, en tanto Constructora Los Andes sólo presentó oferta para la Planta Lautaro de Ciudad Satélite.
Los profesionales del Municipio estimaron que el módulo 1 correspondiente a la Planta Los Presidentes debía costar $741.839.686, sin embargo Dalco ganó la licitación con una tarifa que sobrepasó los cálculos municipales en $173.832.934, lo que equivale a un 23,43% más caro que lo estimado.
El módulo 3 El Tranque estaba calculado a un valor estimativo de $679.561.755, Dalco está ganando la licitación con un valor que sobrepasa la estimación municipal en $164.747.315, lo que la hace un 24,24% más cara que lo presupuestado.
¿QUÉ HAY DETRÁS DEL RECHAZO DE LOS CONCEJALES?
Según investigó La Voz de Maipú, el Concejal Jara estaba muy molesto con el tema, pues nada más ver los números, algo no le cuadró. ¿Pueden los equipos técnicos municipales fallar tanto o hay un sobreprecio?
En el mundo de las licitaciones, muchas veces las empresas llegan a acuerdos o, de frentón, “se presentan dos empresas con dueños que son parientes. Una cobra caro y la otra un poco menos caro”, nos señalan.
Lo que sí está claro es que entre el módulo 1 y 2 el Municipio terminará pagando $338.580.249 adicionales a lo presupuestado. Si a esos montos le sumamos el dinero que la empresa Power Graphics no ha pagado, por concepto de permisos de publicidad en vía pública, situación denunciada por La Voz algunos días atrás, llegamos a la suma de $538.889.555, un poco más de un millón de dólares. La pregunta es: ¿Maipú es tan rico como para permitirse esas licencias?
NEGOCIACIONES
Fuentes consultadas en el Partido Comunista nos indican que la idea, era ese día aprobar la adjudicación ¿la razón? el Concejal Ariel Ramos, quien ha sido cooperador en la gestión del alcalde, había anunciado que rechazaría la propuesta del Municipio. El Comité Político del PC le habría dicho a Ramos que no era buena idea aprobar. Así, con Ramos ausente pues andaba en un seminario en el norte del país, era mejor votar, sin exponer a la carta del PC en Maipú a tener que rechazar la propuesta municipal.
Tras finalizar el concejo, el Concejal Jara partió raudo a la Alcaldía. El contenido de la conversación con Christian Vittori es desconocido, pero se presume que parte de lo conversado, tendría que ver con la licitación. Todo quedará más claro si es que el tema se repone, tal cual está hoy y Jara aprueba la licitación. Lo mismo con Torres y Bortnick
EL FANTASMA DEL CASO DE LA BASURA
Hoy el Concejo Municipal de Maipú está compuesto por un Alcalde y Concejales que, en su mayoría tienen amplia experiencia municipal. Sólo Abraham Donoso, Alejandro Almendares y Ariel Ramos están en un primer periodo. Los demás, son todos curtidos en lides políticas y, de aprobarse esta licitación, a juicio de un experto “se estaría sentando un mal precedente”. Es extraño, por ejemplo que la licitación de SMAPA no hubiera informado en todo momento a los oferentes de los precios de referencia. Quizás con ello se podría haber accedido a mejores tarifas.
El análisis económico presentado al Concejo nos deja una duda. La Empresa Constructora Los Andes sólo postuló a una de las obras y lo hizo con una oferta inferior en 1,02% al presupuesto referencial. Por ello en la obra a la que se presentó le ganó a Dalco. De haber presentado ofertas en las tres obras, quizás todo hubiera sido más conveniente para el municipio. ¿Será que Constructora Los Andes está postulando con tarifas de mercado y Dalco con tarifas infladas?
Son precisamente este tipo de licitaciones las que a la Contraloría General de la República no le gustan y las que prenden las alarmas del Consejo de Defensa del Estado. Un cuerpo colegiado como lo es el Concejo Municipal, donde varios de sus miembros están siendo investigados por cohecho por la fiscal Tania Mora, en el denominado “Caso de la Basura en Maipú” ¿no debería ser más cuidadoso a la hora de licitar ciertas cosas?
Las obras por las cuales el Municipio gastaría más de 2.000 millones de pesos, son a 150 días de ejecución. Un plazo breve, con un alto costo para las arcas municipales.
Lo único claro es que la gestión de Christian Vittori, deberá hacer esfuerzos políticos claros, de cara a conseguir que la licitación pase por concejo municipal tal cual está hoy. O tal vez, enmenden el camino, se declare desierta la licitación y se llame a una nueva exhibiendo los precios referenciales a los oferentes. La comuna puede ahorrarse más de 300 millones de pesos que bien podrían servir para arreglar colegios, pavimentar calles o destinarlos a políticas públicas que sigan haciendo de Maipú una “Ciudad Feliz”