Bastó con que Anita Quiroga, una militante –hasta hace unos días- desconocida de la DC, redactara un escrito al tribunal de disciplina del partido, para que las alarmas en Maipú se encendieran. La mesa nacional del partido, se dividió ante el acto de la militante que se desempeña como coordinadora territorial de la campaña de Claudio Orrego Larraín.
Hoy será el Diputado Gabriel Silber, Vicepresidente de la DC, quien pedirá por Vittori en la reunión de la directiva. En declaraciones a La Tercera el diputado, quien también fue cuestionado en su momento, por el tibio apoyo a Claudio Orrego, señaló que “pasar a Vittori al Tribunal Supremo es una mala señal que encarajina el ambiente positivo que se estaba construyendo”.
Sin embargo si Silber lo defenderá, otro vicepresidente nacional: el también diputado Fuad Chahín, anunció que se sumaría al escrito de Quiroga. “Vittori traspasó todo límite tolerable. Ha mostrado falta de consideración y de respeto a Orrego”, expresó.
Llama la atención que todos los defensores del Alcalde de Maipú, apelan a que la acusación “crispa el ambiente”, sin embargo nadie puede desconocer que el edil, si nos apegamos a las normas y el sentido común, claramente actuó contra el partido al cual representa.
EL FUNDAMENTO DE VITTORI
La noticia, molestó sobremanera al propio edil. El viernes pasado se enteró, en momentos que ya se había agendado una tallarinata para Orrego en Maipú, en el restaurante Amancay, el día de hoy.
Vittori ha apoyado publicamente a Bachelet, y si bien ha recibido a cada candidato presidencial de la Concertación, quedó muy claro que su apoyo está con Bachelet. Cuando Orrego vino a la comuna, ni siquiera le acompañó en su conferencia de prensa ante los medios locales; caso opuesto a cuando vino Bachelet, donde se mostró especialmente contento.
A Vittori alguien le convenció que él es un lider político del sector poniente de la capital, y bajo esa lógica, el cree estar por sobre los partidos. Craso error, considerando que en la propia DC tiene poca llegada a las cúpulas. Esto pues apoyó a Aldo Cornejo en la pasada elección interna, por lo cual sus escasos contactos se encuentran en una disidencia muy venida a menos.
Nadie parece atreverse a mencionarle al edil, que con su gestión cada día se parece más a Roberto Sepúlveda (ex alcalde de la UDI), que está profundamente equivocado. Si Vittori deseara convertirse en un lider de toda la oposición, debería partir por casa y ser un lider de la DC. Ello no se ha dado, y ya hay grupos dentro de su partido en Maipú, que lo critican profundamente.
Otro factor que acrecienta la molestia de la DC hacía Vittori, es que no ha tenido problemas en aparecer con Pepe Auth y Guido Girardi (ambos PPD) haciendo campaña. Sin embargo su apoyo real al candidato a senador: Alberto Undurraga, ha sido escaso.
UN PROBLEMA EVITABLE
Todo este problema era evitable. Bastaba con que Vittori apoyara a Orrego en esta elección y tras el probable triunfo de Bachelet, cruzara la vereda y encabezara su campaña con ahínco. Hoy ya está en la campaña de Bachelet, a costa de tener que bajar la vista frente a los militantes de la DC, muchos de los cuales miran incrédulos como “su lider”, da señales erróneas.
LO PRIMERO ES CONVENCER AL PARTIDO
El error de Vittori corresponde claramente al nivel de asesores que tiene. Acusados por fraude al fisco, mecánicos de escuela industrial y periodistas de universidades hoy cuestionadas, son el staff que acompañan a Vittori en su gestión.
Hoy por hoy, cuando el caso de presunta corrupción y pago de coimas en el anterior proceso de licitación por disposición final de la basura, está siendo investigado por Tania Mora, fiscal del caso. Y cuando el nombre de Christian Vittori, transita por la fiscalía, donde está bajo la lupa de la justicia, era sumamente importante tener respaldos en su propio partido.
No obstante lo anterior, la gestión parece estar extraviada y lo que proyecta sólo sirve para la risa de los burlones. Es sintomático que en un mismo día se avise de cambios en el equipo municipal y a las horas, esos cambios queden anulados.
Es sintomático también que todo parece indicar que Anibal Pastor, uno de los mejores periodistas que dejó la gestión de Undurraga, hoy parece estar exonerado. Al parecer, se está privilegiando a los periodistas que trabajan part time y que se han hecho famosos por enviar comunicados de prensa sin fecha o lugar.
La gestión del actual edil está rindiendo una oda a la mediocridad, con asesores revanchistas, que disfrutan del poder y lo usan a su favor. Ese Vittori que nos convenció con su discurso localista, hoy le da la espalda a Maipú, y se preocupa más de las cámaras que de hacer una gestión que en sus primeros seis meses, apenas alcanza para ser calificada de “reguleque”.
