Desde hace algún tiempo el Municipio de Maipú se la juega por dar a los vecinos de diversos puntos de la comuna un día especial. Conscientes que no todos tienen el dinero necesario para salir de vacaciones, la Municipalidad, previa aprobación del Concejo Municipal, contrata al Parque Mallinco, ubicado en la comuna de Peñaflor, para que reciba a miles de vecinos.
La cosa fue más o menos así. El Presidente de la Junta de Vecinos pasó hace unos días ofreciendo ir a Mallinco, sin pagar entrada y transportados en cómodos buses. Mi familia se entusiasmó y así fue como pasadas las 8AM del día lunes 23 de febrero, me vi en las calles Uno Sur con Mateo de Toro y Zambrano, cargado como loco para ir al parque. El bus llegó cerca de las 9 AM y así, lleno de vecinos, partimos a Mallinco.
El parque es inmenso, está lleno de parrillas para asar y cuenta con piscinas para grandes y chicos. Los baños son aseados de forma constante y más de 30 buses repletos de vecinos llegaron al Parque. Los niños son los que más disfrutan, si no están en el agua, andan por ahí jugando: espacio hay de sobra.
Mallinco es un excelente lugar, hay vigilancia constante y muchos salvavidas. El ambiente es bueno.
MUNICIPALIDAD AL SERVICIO DEL VECINO
El Municipio dispuso expertas en cosmética y estética para agasajar a las mujeres de la casa. Así son varias las féminas que se “hacen los pies o las manos”; otras optan por cortarse el pelo: todo al gratín. Los más pequeños viven una fiesta de 12 a 13 hrs, pues el doble del “gato Juanito” canta, baila y organiza un simpático show, con premios para los pequeños que tengan la pachorra suficiente para subir al escenario a bailar.
A las 15:30 hrs aparece “la Juanita”, una monitora que hace bailar a la dueña de casa, estimulando perder algunos gramos de los varios kilos que se ganan entre panes, asados y todo tipo de embelecos. Cuando el reloj marca las cuatro de la tarde y las piscinas están repletas, el “team municipal”, a cargo del siempre dispuesto “Pato Zuñiga”, hace su aparición y con canciones actuales y del recuerdo, arranca los aplausos de la muchedumbre.
POLÍTICA, POLÍTICA, POLÍTICA
Me encuentro preparando una ensalada para el asado, y llegan dos funcionarios municipales (que trabajaron por Morales) y comenzamos una interesante charla. No daré mayores detalles, pero ambos creen que Vittori debe dar señales claras para integrar a los “que perdieron” a su campaña. Horas más tarde me encuentro disfrutando una apacible siesta, cuando aparecen los concejales Carlos Richter y Marcelo Torres. Están haciendo campaña, aunque no lo reconozcan. Saludan a los vecinos, les toman las “patitas” a los bebés y andan acompañados de Alicia Lobos. Me tiran un par de bromas y todo es risa. Las juntas de vecinos que andan paseando son cercanas a Richter, pues el concejal conoce a buena parte de los vecinos: Richter aprovecha ello para presentar a Torres “el futuro alcalde de Maipú”.
Descanso de la política, pero sólo un rato. Aparece una joven regalando globos a mis hijas. Los “globitos” traen impreso Marcelo Torres. Doy un paseo y me encuentro con una señora del grupo de avanzada del concejal que le asegura a un grupo de vecinas que Marcelo Torres es “nacido y criado en Maipú”.
Cuando creo que la política por fin me ha dejado, una señora con un joven me presentan –a través de un folleto- a un candidato a alcalde llamado Hernán Calderón; se apresuran en aclararme que no es el ex marido de Raquel Argandoña. Me preguntan si lo conozco, haciéndome el de las chacras le digo “¿es el señor de Conadecus?”, la señora me dice que sí, que es el mismo. Me pregunta si puedo firmar para que vaya a las primarias. Lo hago. Luego es el turno de mi señora.
Ha sido un buen día: estuve en la piscina, jugué con mis hijas y me divertí. El bus nos pasa a buscar para devolvernos a nuestro Maipú. Pato Zuñiga está en el lugar donde salen los buses. Me despido y le doy las gracias por todo. Le comento que hay harta política entre medio eso sí. “así es”, me reconoce y me advierte “y mañana viene Vittori”