Opinión: Una centroizquierda sin ideas ni unidad es una mala centroizquierda

La campaña para las elecciones de concejales y alcaldes de abril del 2021 se acerca y varios ya se empiezan a poner nerviosos. La gente no lo sabe, pero hay muchas conversaciones en curso, negociaciones de cupos, información clasificada que se maneja en los pasillos de las sedes políticas.

Los plazos se acortan y la ansiedad también nos traiciona, como pasó con los comentarios del diputado de Revolución Democrática, Pablo Vidal, quien salió diciendo que ir a primarias no significaba apoyar a quien gane. O al menos eso se entendió.

Luego vino una larga lista de explicaciones. Y ahí uno se pregunta, ¿seguiremos gobernando con explicaciones?

Yo agradezco la honestidad de quienes han dicho “yo voy de candidato” y no andan jugando a las escondidas. Es el caso de Viviana Delgado (independiente con cupo PEV), quien anunció su candidatura a finales del 2019. Lo mismo con Alejandra Bustamante de la DC, quien hace poco también hizo pública sus intenciones. Me sumo a esa lista, ya que todos quienes me conocen saben que quisiera ser concejal de mi comuna.

Ser transparentes nos hace bien como democracia. Permite que la gente nos mire y decida.

Pero como todo en la vida siempre hay secretos. Candidatos “tapados”, que guardan sus cartas hasta el último momento. Y como en todo juego de estrategia, es probable que no sepamos hasta el final si la alcaldesa terminará su periodo, si habrán listas para independientes o si nos llega algún ungido desde otra parte para competir.

Muchas cosas que no sabemos, y una sola seguridad: si no vamos unidos perdemos.  Y si no tenemos ideas, no vamos a llegar a ninguna parte.

Y hasta ahora, la unidad es poca y las ideas escasean.

No se trata de simplemente de ganar, sino de saber que si nosotros, la centroizquierda, nosotros que creemos en la democracia, los que hemos salido a marchar, los que estamos luchando por el apruebo, por una Nueva Constitución, seremos capaces de mirar sobre nuestros egos y ponernos de acuerdo.

Nuestras vecinas y vecinos nos están mirando, nos leen, nos escuchan. Y hasta ahora las señales que damos son poco claras, poco atractivas.

Hago un llamado a la unidad para no repetir el papelón de la última elección en Maipú, donde quedamos en DICOM frente a la ciudadanía.

Tenemos una deuda y aún es tiempo de pagarla.

Necesitamos sobre todo demostrar que podemos alcanzar un acuerdo programático, basado en ideas y no en intereses cortoplacistas. Ideas que mejoren nuestra calidad de vida y que seamos capaces de explicar, defender y sobre todo ejecutar: porque una idea mal aplicada es también una mala idea.

Y una centroizquierda sin ideas ni unidad, es una mala centroizquierda.

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Juan Pablo Silva
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