Chilena creó zapatos ecológicos con base de madera

La producción de calzado tiene un notable impacto ambiental sobre el ecosistema. Cada año se producen más de 24 mil millones de zapatos y zapatillas en todo el mundo. Aunque estas cifras representan una fuerte demanda en la industria, también se caracterizan por ser derrochadoras.

La mayoría de empresas utilizan plástico virgen, caucho y petróleo en su fabricación, lo cual produce cantidades alarmantes de dióxido de carbono en el medio ambiente. En promedio, se necesitan entre 30 y 40 años para que un par se descomponga por completo en un basurero.

En el pasado, los compradores no eran muy conscientes de cómo se fabricaban estos artículos y su impacto ambiental; sin embargo, con el tiempo se han formulado tendencias e innovaciones revolucionarias que han cambiado la mente del consumidor y, hoy en día, exigen que los productos se fabriquen de manera responsable.

Producción de calzado responsable con el medio ambiente

El nuevo concepto de calzado sustentable ha llegado a diversos países. En México, unos empresarios crearon un “cuero” o “piel” ecológico fabricado con cactus para cuidar el planeta. Adrián López y Marte Cázares, inventaron el material denominado “Cactus Leather”, que busca reducir el impacto medioambiental, introducir un nuevo elemento en el sector y revolucionar el mundo textil. El cuero de cactus se presentó en diversas exposiciones y ferias internacionales donde mostraron artículos fabricados con dicho material, como bolsos, carteras y mochilas, sostiene Alejandro Carrera, periodista y colaborador de Sincable.mx.

En Chile, también se han desarrollando emprendimientos sostenibles relacionados con el calzado. Un ejemplo claro es Étnico Footwear, una colección de calzado femenino sostenible de la ingeniería mecánica, Érica Astorga. La chilena ha creado zapatos ecológicos con base de madera certificada que incluye iconografía ancestral diseñadas por artesanos de diversos pueblos.

“Siempre yo pensaba que los anfitriones debían ser protagonistas en el tema”, recalca la empresaria, para detallar que son los mismos artesanos indígenas quienes diseñan el calzado.

“Mi emprendimiento es un sueño que nace por amor y que deriva en un zapato ecológico. Un homenaje al ecosistema y al medio ambiente, donde todos los materiales que están implícitos en él, son biodegradables”, menciona Érica Astorga.

Y agrega que “hoy en pandemia, estamos en un tránsito donde la industria futura requerirá conocimientos teóricos y prácticos para levantar la economía del rezago. Hay que generar cambios como el que estoy haciendo con mi proyecto, unificando conceptos inclusivos, tecnológicos e ingeniería de materiales, relacionando técnicas de arte y oficios ancestrales”.

Finalmente, resalta que su emprendimiento contribuye al concepto sostenible, una tendencia que viene con mayor fuerza. “Este proyecto cumple con todo. Los Objetivos de Desarrollo Sostenible de las Naciones Unidas hablan que debemos garantizar patrones de consumo y producción sostenible. La industria del calzado es una de las más contaminantes del mundo y la forma en que esto podría cambiar es observando nuestros procesos de producción y el uso de la madera”, concluyó.

Foto del avatar
Nicolás Aravena

Fundé La Voz a los 21 años. Dicen que escribo bien, me apasiona la política, fotografía y entender el mundo que habitamos. Dejé de fumar hace poco, hago chistes malos y bailo pésimo

Artículos: 2874

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *