A casi un año del estallido social, son 8.757 las denuncias acumuladas por violación a los derechos humanos en contra de las fuerzas policiales.
Por su parte, son 2.520 las querellas por violaciones a los DD.HH desde el inicio de las manifestaciones, hasta el 18 de marzo del 2020, de ellas hay solo 31 causas formalizadas y 72 imputados. Cifras del balance de un año del estallido social del Instituto Nacional de Derechos Humanos (INDH).
Entre las cifras de la organización, contabilizan 5 por homicidio, 460 por tortura, 81 por abuso, 35 por homicidio frustrado y 163 por traumas oculares.
En cuanto a las víctimas que sufrieron daños en sus ojos, el INDH contabilizó los heridos separándolos en lesiones causadas por trauma ocular (110), pérdida de visión por trauma ocular irreversible (32) y estallido de globo ocular (21).
Las graves secuelas del abuso policial
Uno de los casos de violencia luego del 18-O, fue el de Romario Veloz, un ecuatoriano asesinado en período de manifestaciones en La Serena luego de un disparo letal por parte de militares. La historia volvió a salir a la luz esta semana dado que su madre fue a protestar a La Moneda para exigir justicia.
La Fiscalía luego de un año, solicitó la formalización de un capitán del ejército como presunto responsable de ordenar los disparos hacia la víctima.
Otro grave caso fue el de Alex Núñez vecino de Maipú, quien murió el 22 de octubre por una brutal golpiza que recibió por parte de Carabineros en el sector del Metro Del Sol.
Hasta el momento, no hay ningún funcionario detenido por este crimen debido a una lenta investigación de Fiscalía.
El 20 de octubre de 2019, Carlos Astudillo fue baleado en manifestaciones en Colina, por parte de funcionarios del Ejercito de Chile, dejándolo en riesgo vital y en la actualidad, con 15 intervenciones quirúrgicas para recuperarse.
“El militar, sin embargo, permanece actualmente en libertad, con firma quincenal y en ejercicio de sus funciones” afirmó Astudillo a Londres38.
En tanto, uno de los casos más conocidos de violencia por parte de los agentes del estado, es la historia de Fabiola Campillai, quien mientras esperaba la micro para ir a su trabajo recibió una lacrimógena en todo su rostro por parte de Carabineros, dejándola con pérdida de visión, gusto y olfato.
Por este suceso, fue detenido un ex capitán de Carabineros, Patricio Maturana, como principal imputado del ataque a Fabiola, quedando en prisión preventiva. Luego, la Corte de Apelaciones de San Miguel revocó la decisión y lo dejaron con arresto domiciliario total.
Por último, un reconocido caso de brutal violencia policial, fue el de Gustavo Gatica, un joven de 21 años que fue alcanzado por balines en sus ojos, dejándolo ciego.
El ex teniente coronel de Carabineros, Claudio Crespo, luego de una lenta investigación, en junio pasado fue destituido y dejado en prisión preventiva durante los 90 días que dura la investigación.