Al inicio de esta semana, la agrupación de Ex Conscriptos de Maipú emitió un comunicado informando que iniciaban una huelga de hambre debido al incumplimiento de los compromisos que asumió el Gobierno hace unos años.
El grupo reúne a aquellas personas que cumplieron el servicio militar entre 1973 y 1990 y que desde 2008 comenzaron a organizarse para conseguir «una reparación digna como victimas de DD.HH.», enmarcados en un movimiento a nivel nacional que ha venido exigiendo justicia desde hace años.
«Con el regreso de la democracia, el Estado ha reconocido que durante el periodo comprendido entre septiembre de 1973 a marzo de 1990, durante el régimen militar, se violaron los DDHH», detallan.
Durante esa época, aseguran que miles de jóvenes menores de edad debieron cumplir con el Servicio Militar Obligatorio en un contexto complejo, que ha traído diferentes perjuicios y en una mayoría de casos «los conscriptos fueron destinados a tareas que no corresponden a la conscripción sino mas bien a personal contratado», según señalan.
A eso se suma la extensión unilateral del tiempo del servicio (hasta dos años en lugar de 9 a 11 meses), la obligación a realizar actos en contra de la voluntad, apremios físicos y sicológicos, entre otras situaciones.
La agrupación sostiene que el problema se ha presentado de manera insistente a diversas autoridades de distintos gobiernos, y habría sido el mismo Sebastián Piñera quien extendió un compromiso explícito durante su primera administración, en el año 2013, algo que fue duramente criticado desde su sector político y aún se ha concretado.
En 2017, la Corporación de ex soldados conscriptos de Quillota intentaron interpelar al presidente en una actividad, pero no lo consiguieron, de acuerdo con lo señalado por Cambio 21.
Más recientemente, entre 2019 y 2020 aseguraron que se lograron nuevas reuniones con el ex ministro Andrés Chadwich y Gonzalo Blumel, pero a la fecha aún no han visto concretado el beneficio, por lo que tomaron esta medida de presión de manera indefinida.