Jorge Andrés Oyarce Romo tiene 26 años y ha vivido siempre en Maipú, repartiéndose entre los cuidados de su abuela en el Barrio Sol Poniente y la casa materna en La Farfana. Es Tecnólogo en Telecomunicaciones y los últimos tres años ha compatibilizado su vida familiar y quehacer social con sus estudios, pues está terminando la Ingeniería Eléctrica en la USACH de forma vespertina.
Sus estudios siempre los desarrolló fuera de la comuna y fue en esos espacios donde inició su camino en lo social, primero como dirigente estudiantil en el Liceo de Aplicación en el movimiento social del 2011; luego en el territorio, a través de participación activa en organizaciones sociales y en el activismo por la inclusión y la diversidad sexual.
Hoy reafirma toda esa trayectoria organizacional participando en diversas iniciativas barriales, siendo parte de la directiva de la Junta de Vecinos Los Jardines de Rinconada, así como miembro de la Asamblea Territorial de La Farfana, y en la organización Libérate, de la que es fundador.
Es en honor a todo su trabajo de años en la comuna, y siempre en colectivo, que el Partido Humanista y la coalición Dignidad Ahora! le ofrecieron ir de candidato a la alcaldía y Jorge, junto a un grupo de ex miembros del Frente Amplio, que renunciaron tras el Acuerdo por la Paz, decidieron embarcarse en la construcción de este proyecto.
¿Por qué quieres ser Alcalde?
Soy maipucino desde que nací, pero toda mi vida académica la hice fuera de la comuna, viviendo en carne propia lo que es para un maipucino no tener acceso a educación de calidad en sus liceos o escuelas públicas: los trayectos infinitos, el tiempo perdido, cruzar media ciudad para llegar a una escuela, el desgaste familiar y mental.
Eso me hizo, desde muy temprana edad y en mi rol de estudiante secundario, comprender las enormes desigualdades que tenemos como país y me motivó a involucrarme. Cuando converso con mi entorno y se sorprenden de mis pretensiones a la alcaldía siendo tan joven, les respondo que siempre hemos sido los jóvenes los que hemos sido la chispa de los grandes cambios, porque los vemos como algo natural, y por eso creo que mi lugar está aquí.
Claro, una renovación.
Efectivamente. Hoy tenemos una clase política que lleva décadas en una puerta giratoria de cargos, pero necesitamos más, un real cambio y desde otra mirada, sin las mañas de la vieja política: no sólo nuevos rostros, sino la cara de la juventud.
El 18 de octubre del 2019, cuando vivimos nuestra revuelta popular, fueron las y los estudiantes secundarios quienes saltaron los torniquetes y corrieron la cerca; yo me siento heredero de ese espíritu: fui dirigente estudiantil el 2011, soy joven y quiero llegar a la alcaldía de Maipú a hacer posible lo imposible, aquello que los adultos nos replicaban constantemente que eran sueños y hoy más que nunca vemos como una necesidad ética con la comuna.
¿Cuáles son las particularidades de Maipú que visibilizas como desafíos en esta candidatura?
Maipú es una comuna tremendamente compleja, por su extensión y, también, la lejanía que tiene del centro de la ciudad; de esta manera la comuna ha crecido en torno a sí misma, de una forma totalmente inorgánica, sacrificando las necesidades y calidad de vida de la gente, sin políticas públicas que la atiendan.
Esta situación ha hecho proliferar un sinfín de campamentos o transformado el centro cívico comunal en un mercado a calle abierta, ante las precarias situaciones económicas que viven nuestras vecinas y vecinos. Y la autoridad local sólo da soluciones cosméticas, para no arruinar el relato de un Maipú como copia triste de Las Condes; mientras, otros municipios desarrollan proyectos ciudadanos y populares que dan mayor dignidad a sus habitantes, permitiéndoles ejercer el derecho a vivir y nacer libremente.
Y eso es la punta del iceberg.
Así es. Como comuna periférica nos hemos convertido en una zona de sacrificio medioambiental. Hospedamos uno de los cordones industriales más grandes de la capital, con empresas de alimentos, gas, caucho y químicos varios conviviendo, que incluyen hoy una curtiembre. A eso se le suma un relleno sanitario, una planta de tratamiento de aguas servidas, un gasoducto que recorre, a dos metros bajo tierra, gran parte de la comuna y el proyecto de un oleoducto que lo acompañaría.
Son muchas cosas.
Claro, son tantas cosas y ni siquiera he mencionado la más importante: el agua y la situación deficiente de nuestra sanitaria, SMAPA, la única de administración comunal en el país. Hoy esta es una empresa pública sin norte, cuya calidad es cuestionable, pues una simple fuga puede demorar un mes en ser reparada; pero, queremos y necesitamos que vuelva a tener a la maipucina y al maipucino como centro.
En fin, vivimos una situación compleja en muchos frentes y podría estar horas enumerando conflictos en la comuna, que nos afectan a todas y todos quienes vivimos acá diariamente. Y es por eso que tenemos la convicción que la alcaldía tiene que responder a las necesidades de la comunidad y para eso debe ser representada por quienes habitamos este territorio.
Sobre eso, entonces, ¿cómo crees que debe gestionarse mejor el municipio?
Yo represento a un proyecto colectivo emanado del trabajo construido por años entre diversas organizaciones vecinales, sociales y políticas; desde esa posición, creemos que la coordinación desde los barrios es esencial, sin ella es imposible construir una comuna empoderada de sus espacios, que logre combatir las problemáticas que nos aquejan, como la inseguridad.
Los vecinos deben ser un factor activo en la construcción de las políticas comunales que con urgencia se requieren; de esta forma deseamos dejar atrás el característico asistencialismo de toda gestión municipal y la instrumentalización típica que hemos visto de las gestiones anteriores.
¿Podrías profundizar en tu opinión sobre las gestiones anteriores?
Hemos sido dirigidos durante décadas por dos conglomerados políticos que no han generado ningún cambio importante en nuestras vidas. Ni a la derecha, ni a la Concertación les ha interesado crear barrios integrados ni fortalecer las redes en la comuna; les han dado la espalda abiertamente a la gente, yendo incluso contra sus promesas de campaña, una vez que asumen el cargo.
Los municipios cuentan con mecanismos de participación ciudadana que jamás han sido utilizados a conciencia; existe la opción de plebiscitos comunales o de audiencias públicas con la máxima autoridad, sin embargo son posibilidades que sostenidamente le han cerrado a la comunidad, nos han cerrado. Y debemos ser categóricos, ningún político ha deseado gobernar con las vecinas y los vecinos en el municipio; la democracia local jamás ha estado en sus propuestas.
Por esta razón hoy creemos en la posibilidad de crear un municipio abierto y democrático, que incentive la participación y la construcción desde las organizaciones de base; necesitamos construir tejido social y soberanía popular, potenciar nuestra identidad local y la convivencia desde nuestro propios barrios.
¿Por qué decides lanzar esta candidatura desde un partido y no como independiente?
Lamentablemente, la desvinculación que viven hoy la gran mayoría de los partidos políticos de la gente, ha demonizado profundamente la política; sin embargo, es cuando la sociedad deja de hacer política que la política deja de responder a la sociedad. En ese sentido, yo creo que los actores sociales debemos tomarnos la política y ponerla al servicio de lo social, como siempre debió ser.
De esta forma, mi participación en espacios políticos siempre ha sido canalizando mis inquietudes desde lo social, como la Junta de Vecinos o el activismo en Libérate. Y fue, también, gracias a ese trabajo y mi participación en otros espacios, que el Partido Humanista vio en mí la posibilidad de romper la forma en que se venían haciendo las cosas: proponiendo una alcaldía nacida en la organización social y barrial, enmarcada en un trabajo colectivo y al servicio de la comunidad. Un municipio de cara a la gente y de espalda a los poderosos de siempre.
Por otro lado, tanto el PH como yo y las organizaciones en las que participo activamente, somos críticos del Acuerdo por la Paz, de cómo se gestó y el rol que los independientes y la sociedad tendrán en la escritura de la Nueva Constitución. Por lo mismo, valoramos la invitación que nos han hecho y la disposición de abrir el espacio partidario a las organizaciones sociales, a la construcción colectiva.
En honor a estos postulados, seguro vamos a tener a Jorge Oyarce en la papeleta…
No hay nada que nos lo impida, sin embargo, somos conscientes de la necesidad que hoy tenemos en Maipú de construir una alternativa a la gestión municipal actual, de forma transversal en la oposición, y no replicar las condiciones que hicieron posible el triunfo de la actual alcaldesa con sólo el 35% de los votos.
En ese entendido, estamos dispuestos a seguir construyendo colectivamente un proyecto transformador para la alcaldía, de la mano de la gente, donde quepamos muchos más de los que somos hoy. Esta apuesta, para nosotras y nosotros, implica abrirnos a unas primarias ciudadanas, donde maipucinas y maipucinos puedan votar libremente por el proyecto a la alcaldía que ofrezca una alternativa al duopolio, a los que siempre nos han dirigido y, luego, olvidado.
En ese sentido, ¿tu apuesta sería realizar primarias ciudadanas con parte de la oposición, no su totalidad?
Si nos referimos a la oposición a esta gestión municipal, claro. Durante años la Democracia Cristiana fue el oficialismo de la comuna y no percibimos ninguna diferencia con la gestión actual. Para nosotras y nosotros, la Nueva Concertación, encarnada en el pacto Unidad Constituyente, perpetúa una forma de pensar la comuna que lleva décadas enquistada en Maipú.
En ese sentido, nuestra apuesta es por un proyecto municipal ciudadano y popular y para conseguir ese objetivo creemos que hay otras fuerzas políticas con quienes, pese a las diferencias, podemos construir un horizonte en común. Y, por tanto, ponernos a trabajar en conjunto por Maipú, por la comuna que nuestras vecinas y nuestros vecinos realmente se merecen.