La imprudencia y mala gestión en momentos que la pandemia COVID-19 ataca fuertemente nuestro país y el número de contagiados sigue en aumento, parece ser la tónica. Esta mañana el Ministro de Salud, Jaime Mañalich, se refirió a que han logrado mantener estable la explosión de contagios en territorio nacional, sin embargo, no se refirió a que en el Servicio de Salud Metropolitano Central cuentan con un foco importante de posibles contagiados y que esta información la tienen desde el día jueves 02 de abril por lo menos.
Ese día una alta funcionaria del Servicio (su nombre lo mantendremos bajo reserva, en virtud de la ley de derechos y deberes de los pacientes) se realizó el examen para descartar contagio por COVID-19. Aún no existe claridad respecto a la decisión de la funcionaria para someterse a este examen- y, ayer sábado 04 de abril la jefa del GES informó a la doctora Patricia Méndez, Directora del SSMC los resultados positivos de su examen, presentando la licencia médica correspondiente.
Frente a este resultado, la directora del SSMC, solicitó realizar exámenes al equipo directivo. Nuestro medio acreditó que la Subdirectora, Subdirector Administrativo, y al asesor, el ex ministro de salud, Emilio Santelices, entre otros, se les realizó los exámenes.
Al resto del personal que trabaja en el edificio administrativo ubicado en calle Victoria Subercaseaux 381 aun no les realizan los exámenes, así como tampoco han recibido información oportuna de las medidas que ya deberían haber tomado.
La jefatura contagiada durante la semana pasada mantuvo contacto directo con más de 40 personas, debido a que participó presencialmente en diversas reuniones con el equipo directivo así como también con profesionales del Hospital de Urgencia Asistencia Pública (Ex Posta Central) y del Hospital El Carmen de Maipú (HEC), por lo que se estima que el número de eventuales contagiados podría superar la cifra antes señalada.
Silencio aterrador
La falta de información y la tardanza en reaccionar ante las principales medidas que se deben adoptar en estos casos, el SSMC y el mismo ministro de la cartera, han optado por el silencio, sin considerar que este nuevo foco infeccioso afecta la salud física y psicológica de todo el personal que trabaja en este edificio. De hecho, no se entiende que si se ha decretado cuarentena en 6 comunas de la Región Metropolitana, incluyendo la comuna de Santiago (Centro) los trabajadores sigan asistiendo a la oficina considerando que varios de ellos pueden cumplir sus funciones de manera remota o teletrabajo, lo que sólo permite que aumenten las posibilidades de contraer el virus que golpea al mundo.
Por otra parte, la autoridad del SSMC, Patricia Méndez, no ha sido capaz de adoptar el instructivo que entregó la Contraloría General de la República, en el que consigna que “Ante una pandemia como la que afecta al territorio nacional, corresponde a los órganos de la administración del Estado adoptar medidas que el ordenamiento jurídico les confiere a fin de proteger la vida y salud de sus servicios, evitando la exposición innecesaria de estos a un eventual contagio; de resguardar la continuidad del servicio público y de procurar el bienestar general de la población” y continua rigiéndose por el primer documento enviado y firmado por el presidente Sebastián Piñera, en el que impartía instrucciones a los servicios públicos en el que dejaba “En evaluación de los jefes del servicios la adopción de medidas como la suspensión de ceremonias y el uso de la modalidad de teletrabajo”. Esto causó gran polémica entre el ente fiscalizador como es la CGR y el gobierno, a través del ministro del Interior Gonzalo Blumel a mediados de marzo y, aunque, se entendió por superado el impase, en concreto en este caso, la dirección del SSMC no se ajusta a las indicaciones del órgano contralor.
La responsabilidad de este nuevo desacierto recae en la directora del SSMC, Patricia Méndez principalmente, porque no ha actuado proactivamente para hacer frente a este foco de contagio, así como tampoco ha manifestado compromiso con el respeto y cuidado de la salud de los trabajadores del servicio que ella dirige, optando por el silencio que aterra a quienes en ese edificio trabajan.