Hace dos semanas atrás hubo una primera instancia de Debate Ciudadano con los precandidatos y precandidatas a la alcaldía en el Barrio Lo Errázuriz. Participaron 6 de 10 postulantes y la jornada terminó con satisfacción dentro de todos los equipos de campaña y, también, las organizaciones sociales y territoriales detrás de su organización.
Con esta experiencia en mente, hace una semana fue el Barrio Cuatro Álamos el que organizó su propio debate y el fin de semana que recién terminó contaba con la invitación a dos más: el sábado en el Barrio Longitudinal y el domingo en el Barrio Sol Poniente. Sin embargo, no todo fueron sonrisas.
Cada experiencia tuvo sus particularidades, pero especialmente el ocurrido en Longitudinal se tuvo que suspender por un conflicto entre los organizadores y vecinos del barrio donde se realizaría.
Debate en Barrio Longitudinal: funa y golpes
El debate en el Barrio Longitudinal fue organizado por el mismo equipo detrás del debate en Lo Errázuriz, habitantes de este sector, con el objetivo de abarcar nuevos espacios y, también, incluir a aquellos candidatos que quedaron fuera en la primera experiencia.
Con esto en mente, pusieron fecha, lugar y confirmaron candidatas y candidatos; sin embargo, se obvió un «pequeño detalle»: contactarse con las organizaciones del barrio que hospedaría la actividad.
Fue así que se encontraron este sábado 21 con un evento solidario realizándose a la misma hora y en el mismo lugar: un bingo a beneficio de personas privadas de libertad tras la revuelta, agendado hace dos meses.
En ese contexto, un par de personas invitadas al debate, incluyendo un candidato, se acercaron a observar la actividad vecinal, siendo expulsados del lugar acusados de haber firmado el Acuerdo por la Paz y, también, votado a favor de las leyes que han criminalizado las manifestaciones, por los sectores políticos que representan. Ante su insistencia en conversar la situación, los ánimos comenzaron a enardecerse, situación que comenzó a ser registrada con una cámara por uno de los organizadores del debate.
Dada la situación, vecinas y vecinos del lugar se enfrentaron a quien grababa, botándole la cámara y comenzando un altercado que acabó a los golpes y con el dirigente que organizaba en el suelo.