El asbesto: La razón por la que Eduardo Miño se inmoló

Columna escrita por: Adrián Prieto Farías, vocero de Unidos Contra el Asbesto

En el proceso de la revuelta popular de Octubre, muchos sentires, rostros, canciones,
luchas y frases de antaño volvieron a la vida, una de esas expresiones populares que
mejor refleja el sentir de todas y todos quienes hemos sido duramente golpeados por
el neoliberalismo, son las ultimas palabras escritas del compañero Eduardo Miño, “Mi
alma que desborda humanidad ya no soporta tanta injusticia”.

Pero no todos saben cual fue la lucha de Eduardo, y porque tomó esa decisión última y terrible. La respuesta se llama ASBESTO, vive en Maipú y en todo Chile, y mata año tras año vecinas y vecinos, totalmente invisibilizados.

El asbesto es un tipo de mineral que se utilizó comúnmente para la confección de
materiales para la construcción. Este mineral es calificado como un elemento
altamente nocivo para la salud de las personas por distintos organismos como la OMS,
OIT, EPA y Estados que lo han prohibido.

En Chile el asbesto se comenzó a utilizar en los años 30, y dejó de utilizarse
parcialmente en el año 2001, a través del DS 656 que lo prohibió. Pizarreño fue el principal productor de insumos para la construcción con asbesto en Chile, y sus industrias se asentaron en Maipú y San Pedro de la Paz, utilizando asbesto hasta el año 1998.

El asbesto, puede provocar una serie de enfermedades mortales, entre ellas la
asbestosis, cáncer al pulmón y el mesotelioma pleural. Sin embargo, desde hace
algunos años en Europa y Estados Unidos se ha podido determinar el vínculo causal de
la exposición al asbesto con otras enfermedades, como el cáncer de esófago, laringe e
incluso enfermedades de índole psicológica, como la ansiedad que sufren ex trabajadores y ciudadanos por haber sido expuestos.

Enfermedades que aún no son reconocidas por la legislación chilena y que son recurrentes en sectores de sacrificio por exposición del asbesto, como Maipú. Según la OMS el asbesto provoca 107.000 muertes al año, y es la segunda causa más recurrente de Cáncer laboral en el mundo, según la OIT.

En Chile el MINSAL ha establecido que hasta el 2010 las muertes asociadas al asbesto
ascenderían a las 1589 personas. Sin embargo, estas cifras han sido cuestionadas por
expertos y movimientos sociales que tratan el tema, considerándolas erróneas e
insuficientes, debido a la gran cantidad de personas que podrían tener enfermedades
asociadas al mineral, pero que no están debidamente informadas de su exposición y
síntomas, además de la falta de médicos especialistas preparados para diagnosticar y
enfrentar estas enfermedades, sobretodo en regiones.

Según nuestra agrupación, Unidos Contra el Asbesto (UCA), las cifras de fallecidos por
el mineral en Maipú ascienden a 400 víctimas, esta sería la localidad de Chile donde
más muertes se registran a causa del mineral, cifras que año tras año aumentan y
seguirán aumentando. Esto por los periodos de latencia de las enfermedades
asociadas al asbesto, que van desde los 15 hasta los 40 años después de haberse
expuesto, donde aparecen los primeros síntomas.

Los principales desafíos con el asbesto que debemos enfrentar se pueden agrupar en los siguientes tópicos:

Salud: En este ámbito los problemas son graves para quienes no fueron trabajadores y
se expusieron al asbesto por contaminación cruzada, intradomiciliaria o ambiental.
Estas personas no están protegidas por la ley 16.744. y por lo tanto deben soportar
financieramente enfermedades millonarias. Los programas de salud que buscan
prevenir, detectar o subsanar los daños provocados por el asbesto sólo están dirigidos a
trabajadores que hayan demostrado (a través del registro en planes de vigilancia médica)
que alguna vez manipularon asbesto. Por lo tanto, esto no incluye a familiares,
trabajadores informales o personas que hayan habitado espacios en contacto con asbesto 1
.
Políticas de prevención y educación: No existen políticas públicas destinadas a
informar a la ciudadanía sobre los peligros del mineral que se encuentra en sus
viviendas, agua potable y otros. Tampoco que apunten a informar y hacer seguimiento
a los expuestos al mineral por contaminación de empresas vecinas.

Ingreso y producción con Asbesto: No existe prohibición absoluta del asbesto, el DS
656 permite la utilización del mineral bajo ciertos requisitos. En este punto existe
certeza del ingreso de asbesto a Chile después de su prohibición y la posibilidad cierta
de su ingreso desde otros países en diversos productos como termos, maquillaje y
otros.
Manejo y Control de asbesto: Existen graves falencias en este ámbito, como la falta de
fiscalización suficiente para inspeccionar los retiros de asbesto que se realizan en
viviendas y empresas, en Santiago y regiones. También en los costos que conlleva el
retiro de asbesto, este es traspasado a los particulares, quienes además de no conocer
los peligros del asbesto y su manipulación, no conocen los protocolos de retiro.

La propuesta de los movimientos sociales anti-asbesto (ACHVA, TUCA, Organización
Eduardo Miño Pérez y UCA) es una serie de nuevas leyes que lleven el nombre del
mártir de la lucha contra el asbesto en Chile, Eduardo Miño Pérez. Para quienes luchan
desde el pueblo contra el genocidio industrial del asbesto provocado por las empresas
negligentes, con el beneplácito del Estado, es necesario que estas nuevas legislaciones
se hagan cargo de lo siguiente:

Prohibir definitivamente el asbesto a través de una ley que cierre el paso de nuestras
fronteras a la producción en Chile con el mineral asesino.
La creación de un mecanismo que permita la atención de salud y seguimiento de las
personas enfermas y expuestas que no fueron ex trabajadores, de manera gratuita e
integral, como está estipulado para los beneficiados por la ley 16744. En este sentido
existen experiencias comparadas en Francia, EEUU o Australia, con los llamados
“Fondos de Indemnización sin culpa”.

Crear una política Nacional de prevención de las enfermedades relacionadas con el
mineral, en atención a esto, se propuso la creación del día Nacional de las Víctimas y
expuestos al Asbesto en Chile, el día 30 de Noviembre, fecha en la que Eduardo Miño
se quema a lo bonzo frente a la moneda. Hoy este proyecto de ley se comienza a
materializar en la camara de diputados, pero como hemos dicho en lo puntos
anteriores, queda mucho por hacer. En memoria de quienes ya no estan, de quienes
hoy estan enfermos y quienes serán diagnosticados y sentenciados a muerte por el uso
negligente del asbesto en Chile.

Como dijera el compañero Eduardo Miño, seguiremos luchando bajo la premisa de su
inolvidable frase, inmersa en el corazón de todo el pueblo chileno.“Mi alma qu
desborda humanidad ya no soporta tanta injusticia” .

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Adrián Prieto
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