Apoderados denuncian que establecimiento está repitiendo a un tercio de sus alumnos sin derecho a apelar

“El establecimiento asegura que cada uno de los integrantes de la comunidad educativa sea informado sobre el funcionamiento general y los distintos procesos del establecimiento”, inicia un párrafo dentro del Reglamento Interno y de Convivencia Escolar de la Escuela Básica Particular El Arrayán de Maipú.

El problema es que precisamente se ha acusado al colegio de falta de transparencia e información luego de que hace una semana se notificara a decenas de apoderados que sus hijos e hijas están repitiendo el año escolar 2020.

Hasta el momento se estima que son 105 alumnos los que estarían en esta situación, en un colegio donde el número de matrícula solo alcanza los 320, por lo que se habla de prácticamente un tercio de estudiantes repitentes.

Magaly Santis, una de las apoderadas afectadas que ha cumplido el rol de vocera de uno de los grupos de apoderados, aseguró que el colegio se muestra totalmente cerrado a entregar alguna alternativa y que no ha tenido consideración con la particularidad del año en contexto de pandemia.

En su caso, tiene a su hijo en primero básico y no sería promocionado por no saber leer de manera fluida. «El colegio nunca informó, ni está en su reglamento interno, que un requisito para que el niño pase de primero a segundo básico tiene que saber leer perfecto. Jamás quedó eso claro en ninguna reunión, ni en un mail, nada», comentó la madre.

«Tampoco hubo un protocolo de repitencia para ningún niño en general, desde primero hasta octavo básico. Los profesores nunca avisaron que alguno podía estar con riesgo de repitencia hasta la semana pasada, cuando los niños salieron de vacaciones», agregó en ese sentido.

Según el relato de Magaly, apenas fue notificada acudió al establecimiento y no la quisieron atender hasta que hizo un grupo de WhatsApp y empezó a reunir a la cantidad de padres y madres con sus hijos repitentes. «De un día para otro llegamos a ser 60», aseguró.

«Fuimos de nuevo al colegio y prácticamente se burlaron. Nos dijeron que había otro grupo de papás en la misma situación que dijeron que iban a denunciar a la televisión y nos dijeron ‘y aquí estamos, todavía esperando a la televisión’», indicó la apoderada, tras lo cual decidieron acudir directamente a la Superintendencia y al Ministerio de Educación.

Desde las entidades mencionadas, hasta ahora, han instado a los apoderados a agotar todas las oportunidades de conversación antes de iniciar un proceso de denuncia y fiscalización, pero desde el grupo de afectados aseguran que no hay disposición de parte del establecimiento para ayudarlos a todos.

«Lamentablemente, el Ministerio también falló en darle la opción a cada colegio para que trabajara de manera independiente y cada establecimiento hizo su propia metodología de trabajo. Hubo familias muy afectadas por el Covid y otras que no tenían posibilidad de conectarse a todas las clases por falta de recursos o trabajo y no hay ninguna flexibilidad», expresó Magaly.

De acuerdo con la asesoría que han recibido los padres, hay tres puntos clave en donde el colegio estaría fallando. El primero, es una repitencia «obligatoria» en el caso de los niños entre primero y cuarto básico, cuando se supone que solo se permite sugerirla en caso de ser necesario. Lo segundo, una falta de protocolo y transparencia al momento de informar la repitencia cuando ni siquiera se han entregado las notas y promedios finales y, tercero, no tomar en cuenta en lo más mínimo el contexto de pandemia mundial.

A pesar de que en el Reglamento Interno se establece que la dirección puede decidir no promover a estudiantes de primero a cuarto básico cuando se «pueda afectar la continuidad de sus aprendizajes», esto debe tener un «previo informe fundado» y hacerse bajo «una relación de las actividades de reforzamiento realizadas al estudiante y la constancia de haber informado oportunamente de la situación a los padres y/o apoderados, de manera tal de posibilitar una labor en conjunto«.

«Yo me he desgastado un montón. Me han llamado mamás llorando porque cada caso es diferente, para algunos ha sido muy difícil. Me han contado que han ido al colegio, que fueron durante el año a pedir ayuda, pero nunca se hizo nada y ahora cuando ya estamos a fin de año el colegio solo avisa que los niños repiten sin anticipación, sin ayuda previa y ni siquiera una alternativa sabiendo que este fue un año donde casi ningún niño aprendió», sentenció la mujer.

Hasta ahora no se ha oficializado ningún comunicado por parte del Colegio Particular El Arrayan de Maipú, quienes solo se han contactado con algunos apoderados para entregar ciertas posibilidades. Al cierre de esta edición, La Voz intentó comunicarse con el establecimiento, pero no hubo respuesta.

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Barbara Espinoza

Directora y Editora en La Voz de Maipú . Periodista UC. Fiel creyente del derecho a la información y el rol social y fiscalizador del periodismo.

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