Es 28 de noviembre de 2016 y el ambiente político comunal en Maipú está convulsionado. Casi un mes antes: Cathy Barriga ganaba la alcaldía de la comuna, y se preparaba para asumir el municipio el día 6 de diciembre.
Christian Vittori por su lado, había renunciado al cargo, cumpliendo con la ley que dice que las autoridades deben renunciar un año antes de las elecciones, y mostrando que sus intenciones son buscar una diputación o convertirse en Consejero Regional.
Ese día se celebró la sesión 1045 de forma extraordinaria del Concejo Municipal de Maipú y el concejal (DC) Mauricio Ovalle, tenía varias cosas que decir. Dicha sesión fue presidida por el concejal Herman Silva (DC) y tenía por objeto elegir, entre los concejales de la comuna, al que asumiría la alcaldía por Maipú, durante 7 días.
Hace 4 años atrás, se había vivido una situación similar. El alcalde Undurraga renunciaba a su cargo, sin embargo -esa vez- no se había escogido a un concejal que asumiera la alcaldía. En un acto de confianza política, se permitió al administrador municipal de la época, gobernar durante el tiempo que pasó, entre la renuncia del hoy Ministro de Obras Públicas y el día en que asumió el alcalde electo: Christian Vittori.
Esta vez todo era diferente. Tras discutir la forma en que se debía realizar la votación, se procedió a efectuar el acto que nombraría al alcalde por 7 días de Maipú. Por Herman Silva (quien ganó la votación) votaron los concejales: Alejandro Almendares, Antonio Neme, Carlos Jara, Ariel Ramos y el mismo Herman Silva.
En tanto por la candidatura de Mauricio Ovalle, se sumaron Marcela Silva, Abraham Donoso y el mismo Ovalle. La concejala Bortnick se abstuvo.
Fue al momento en que Ovalle votó por sí mismo, cuando se despachó una frase que sacó de sus casillas a la, en ese entonces, administradora municipal y mujer de confianza del ex Alcalde Christian Vittori.
La justificación del concejal Ovalle fue la siguiente: “quisiera justificar mi voto primero agradeciendo a Marcela Silva y Abraham Donoso por esta consecuencia, y justificar mi voto en lo siguiente. Cuatro años atrás el alcalde Undurraga renunció a la alcaldía en las mismas condiciones, no en las mismas condiciones; sino que renunció a la alcaldía para ser candidato al parlamento. Y en ese tiempo el concejo, tomó un acuerdo de no hacer elecciones de alcalde, porque entendíamos que teníamos a un alcalde subrogante a un tipo honesto, y que no iba a hacer “chanchullos” en esos cinco, seis días que quedaba. Este vez, tenemos a una alcaldesa subrogante (nota del editor: se refiere a Alejandra Bustamante) que es todo lo contrario, y que se ha dado el lujo de hacer varias cosas; por lo tanto, aquí nunca estuvo en discusión que ella siguiera, todo lo contrario, sino que inmediatamente se procedió a definir que había elecciones. Y por lo tanto, este es un voto de protesta hacia eso, hacia que no queremos que siga ocurriendo, lo que está ocurriendo hasta hoy día en este municipio. Así que voto por mi”, dijo.
Bustamante, señalan testigos. Sintió el golpe y salió del concejo escoltada por sus cercanos. Algunos aseguran que lloró de la rabia.
Asimismo, Ovalle dio declaraciones a Mega, donde profundizó su crítica a quien fue brazo derecho de Vittori.
Bustamente se querella
Fue el día 30 de enero de 2017, que Bustamante, representada por el abogado Jorge Valladares Opazo, interpuso una querella criminal contra el ex concejal. Lo hizo acusándole de cometer los delitos de injurias graves.
En su argumentación, Bustamante apela a que desde el año 1997 que trabaja en el Municipio de Maipú y que ha desempeñado diversos cargos al interior del mismo. Bustamante hace hincapié en que han pasado 4 alcaldes, y que siempre logró contar con la confianza de ellos, a pesar de “las notorias diferencias políticas entre ellos”. Bustamante se refiere a los alcaldes Herman Silva, Roberto Sepúlveda, Alberto Undurraga y Christian Vittori.
Bustamante explica que logró asumir como Directora de Desarrollo comunitario entre los años 2010 a 2012 bajo el gobierno local de Undurraga y que con Vittori le tocó ser Secretaria Comunal de Planificación (SECPLA) entre 2013 y mediados de 2014, para luego asumir como Administradora Municipal.
Lo que Bustamante no dice, es que para asumir dicho cargo, acudió a un resquicio legal, toda vez que dicho cargo (el de administrador municipal) le exigía renunciar a su planta en el municipio. Por ello, siempre asumió el cargo en modo subrogante, y cada seis meses renunciaba, se nombraba a otro administrador que a su vez renunciaba a los pocos días, para permitirle a Bustamante volver a ser nombrada administradora municipal.
Alejandra Bustamante acusa que el día 28 de noviembre fue víctima de “un acto ignominioso, afrentoso y por sobre todo injusto”. Junto con citar lo dicho por el concejal Ovalle lo acusa de haber vertido su declaración con el fin de “minar la credibilidad y denostar públicamente mi honra, en audiencia pública y frente a público, a sabiendas de la presencia de la prensa”.
La ex administrador le pide al tribunal “la imposición al querellado MAURICIO OVALLE URREA de la pena de 3 años de Reclusión Menor en su grado medio, multa de 20 Unidades Tributarias Mensuales y la suspensión de cargo u oficio público durante el tiempo de la condena, de conformidad con lo dispuesto en el artículo 30 del Código Penal, y la expresa condena al pago de las costas de la causa”.
Los testigos que solicita Bustamante
Para limpiar su honra -a su juicio- manchada, Bustamante pide en su querella, que se cite a un variopinto grupo de testigos. A saber: Carlos Richter, Carol Bortnick, Antonio Neme, Carlos Jara, Christian Vittori, Herman Silva y Alfredo Vial. Es decir, de siete testigos, al menos cinco enfrentan -de forma paralela- acusaciones en el mismo 9 Juzgado de Garantía de Santiago, por cohecho, fraude al fisco, asociación ilícita, entre varios otros delitos que se le imputan.
La arista DC: Bustamante culpa a Ovalle su derrota en elecciones internas del partido
En la querella Bustamante acusa a Ovalle de tener el “evidente propósito de denostar (…) con el mezquino interés de obtener una ventaja en un proceso eleccionario interno del partido Demócrata Cristiano, al que ambos pertenecemos, proceso en el que la suscrita participó como candidata a la presidencia comunal del partido y provocar una especie de revancha política por el hecho de yo haber formado parte del equipo directivo del ex Alcalde Vittori, quien también militaba ene el mismo partido Demócrata Cristiano, al que éste renunció tiempo atrás, y con quien el querellado Sr. Ovalle mantuvo públicas y prolongadas rencillas partidistas de las que quiso hacerme parte por la vía de este ataque a mi honra”, dice el escrito.