La situación de las trabajadoras de las grandes tiendas no es fácil. Una reciente ley permite que puedan usar los fondos del seguro de cesantía a cambio de suspender sus contratos de trabajo.
Esta medida se aplica automáticamente en las ciudades que están en cuarentena oficial. Sin embargo, en el resto del país trabajadores y empleadores deben llegar a un acuerdo.
El problema es que algunas empresas están usando el argumento del «caso fortuito» para saltarse la negociación con los trabajadores y presionando para que firmen el acuerdo a riesgo de perder sus empleos unilateralmente.
La multitienda Hites parece concentrar gran parte de estos conflictos. Anteriormente, nuestro diario denunció la falta de criterio para facilitar horarios y entregar elementos de seguridad a las trabajadoras de la sucursal de Maipú hace ya casi un mes.
La presidenta del sindicato de trabajadores de Hites Comercializadora S.A., Teresa Riquelme, ahora denuncia irregularidades y hostigamientos durante la negociación de las condiciones de la «suspensión» del trabajo.
Por una parte, la empresa presiona a las trabajadoras para que firmen un acuerdo, donde les ofrecen «suspender» sus labores a cambio de acceder al dinero del AFC. Por otra parte, algunas trabajadoras han estudiado más a fondo el tema y se han dado cuenta que hay cosas que no estarían ajustadas a ley o caen derechamente en la ilegalidad.
Así también lo cree la abogada laboralista Alejandra Hidalgo de la Defensoría Popular, quien asesora a las funcionarias de Hites para enfrentar de mejor manera esta negociación.
Sin ir más lejos, la semana pasada se conectó desde su casa para hacer una videoconferencia para ayudarlas a buscar soluciones que favorezcan sus intereses y no sólo los de la empresa.
¿Por qué se produce el conflicto entre las trabajadoras y la empresa Hites?
– La Dirección del Trabajo (DT) sacó un dictamen que se basa en la doctrina del caso fortuito. Esto no es algo nuevo, se aplicó el 2010 por el terremoto, ya que muchas empresas no pudieron funcionar. El caso fortuito es una figura que exime de responsabilidad. Si yo te compro una casa y por un caso fortuito no te puedo pagar el precio, eso me exime de responsabilidad. Opera por lo general en el derecho civil, y en el derecho del trabajo está como una causal de terminación del contrato de trabajo. Lo que dijo la DT en el dictamen del 26 de marzo es que por un caso fortuito, como el decreto de cuarentena, la pandemia y en especial el acto de autoridad, habilita que la empresa y el trabajador pueden suspender el contrato de trabajo. Debido a esto, las empresas no están obligadas a pagarles el sueldo a los trabajadores que están en ciudades en cuarentena.
¿Suspender, no cesar?
– No, porque terminarlo es despedirlo sin derecho a indemnización. Pero lo que dice la DT es que los pueden suspender. Entonces, la empresa no estará obligada a pagarles el sueldo a los trabajadores que están en las comunas en cuarentena. Eso fue escandaloso porque esos trabajadores no pueden ir a trabajar por prohibición de la autoridad sanitaria, entonces, ¿cómo es la cuestión? No me dejan ir a trabajar por algo que yo no decidí y más encima no me van a pagar sueldo.
¿Cómo opera el AFC en todo eso?
– Después de este dictamen, surge la Ley de Protección al Empleo. El AFC entrega un subsidio al trabajador aún no estando despedido. ¿Cuándo? Cuando se aplique la suspensión de su contrato de trabajo, y establece dos formas: cuando hay un decreto de cuarentena o un acto de autoridad, es decir el gobierno a través de la autoridad sanitaria. En ese caso, se suspenden automáticamente los contratos de trabajo, el empleador no está obligado a pagar sus sueldos y el trabajador podrá cobrar de su AFC un porcentaje de su su sueldo.
¿Qué pasa con las comunas como Maipú que no están en cuarentena?
– Esto no opera para los trabajadores que están fuera de las comunas en cuarentena. Para ellos la ley establece el pacto de suspensión temporal del contrato de trabajo. ¿Qué significa que sea un pacto? Que las partes tienen que estar las dos de acuerdo. Teóricamente, el empleador no puede obligar a firmar un anexo o un contrato de trabajo, pero en la práctica nadie elige si quiere firmar o no alguna cláusula de su contrato. Si te gusta bien, sino chao. Eso es lo que está pasando en Hites.
La pistola contra la cabeza
Mientras Alejandra explica, surgen muchas dudas, en especial por qué una ley que fue diseñada para ayudar a las pequeñas empresas termina beneficiando a las grandes.
En la previa de esta entrevista, la presidenta del sindicato, Teresa Riquelme, nos contó contó que en pleno estallido social Hites inauguró al menos dos sucursales. A su juicio, no falta plata sino más bien sobra «viveza» para aprovecharse del desconocimiento de los trabajadores.
Para Alejandra Hidalgo la situación es aún más grave y hace un llamado a no firmar sin antes negociar.
¿Cómo llegaron a ti las trabajadoras?
– Por unas charlas online que yo estaba haciendo en la Defensoría Popular a través de medios de prensa populares. Allí yo expliqué esto de la ley con peras y manzanas, y ahí me contactaron.
Tuvimos acceso al correo masivo que la empresa Hites les envió a más de 1400 trabajadores. Llama la atención el tono impersonal y el lenguaje excesivamente complejo de Recursos Humanos, ¿pudiste ver esos mensajes?
– La información no se explica bien. No se ha dicho, por ejemplo, que lo que están haciendo las multitiendas es ilegal. Por ahí leí que una empresa notificó la suspensión de los contratos de trabajo, pero eso no corresponde. La ley no dice que hay que notificar a los trabajadores, si no que debe ser un mutuo acuerdo. Entonces la mayoría de los trabajadores del retail creen que porque su empleador se los dijo tienen que firmar.
Al leer el correo efectivamente cuesta entender la idea de un pacto, parece que fuera obligatorio.
– La mayoría de los trabajadores firman pensando que es obligatorio, y firman un acuerdo donde ellos mismos aceptan la suspensión de su contrato, se van para la casa y a fin de mes no va a recibir su sueldo. El empleador además le pagará la mitad de sus cotizaciones previsionales y el AFC les va a pagar un porcentaje que es un 70% y de ahí hacia abajo, que es plata que sale de sus mismos bolsillos.
¿Hay otros casos similares?
– Está el caso de Ripley, donde un grupo grande de trabajadores se acogieron y firmaron el pacto a cambio de un bono de 150.000 y de que el empleador no despida a nadie en 6 meses. Por último ellos negociaron algo. La mayoría de los trabajadores que están en federaciones no acepta la firma del pacto y se mantienen firmes. ¿Por qué una tienda multimillonaria no va a poder pasar 3 meses pagando sueldos para costear la crisis? Lo que está detrás de esta ley es cargar la crisis para que el costo salga del bolsillo de los trabajadores.
Tu antes hablaste de ilegalidad. ¿Cómo se explica que los trabajadores no tengan mayor protección ante una conducta así por parte de una empresa?
– El acto ilegal que está cometiendo el empleador en estos momentos es amedrentar a los trabajadores para «persuadirlos» de firmar. Pero si tu lees y escuchas los mensajes, son formas de coaccionar a los trabajadores insistiéndoles e insistiéndoles. Eso es algo completamente ilegal porque es forzar la voluntad de una persona. Es es como si a ti para firmar un contrato te pusiera una pistola encima de la mesa.
¿Qué responsabilidad le das al gobierno en todo esto?
– El gobierno dijo que no iba a ser obligación, que era voluntario, cuando lo que vemos en la práctica es que las empresas lo han impuesto como obligatorio, además con la complicidad de muchos medios, periodistas que no se informan bien o buscan promover este tipo de prácticas.
Finalmente, ¿qué deben hacer las trabajadoras a tu juicio?
– Denunciar el amedrentamiento, mantenerse firmes. Y si cuando llegue fin de mes la empresa no les paga los sueldos, tienen que reclamar el cobro de su sueldo, porque es responsabilidad del empleador organizar la producción. Si yo veo que tengo una empresa de una comuna que no está en cuarentena, donde bajaron la cuentas, entonces tendŕe que despedir gente, llegar a algún acuerdo, mandar a gente para la casa. Pero como sea es algo que el empleador debe resolver. Lo que ellos hacen con esto es ahorrarse el despido con pago de indemnizaciones.
¿Qué crees que pase finalmente con las trabajadoras de Hites?
– Los trabajadores están resistiendo a una arremetida, eso es algo muy importante de destacar, los dirigentes han tenido que soportar noche y día, mensajes, llamados. Tienen que mantenerse firmes. Y el trabajador que quiera firmar, puede hacerlo. Porque me preguntan, ¿abogada me conviene o no firmar? Mi respuesta es que yo le puedo decir lo que va a pasar en un caso u otro, pero usted ve si quiere firmar. Pero no sea que firme por el miedo de que lo echen sin ni uno o por el miedo a que fin de mes no le paguen.