Arli Sabores: repostería casera tradicional y sin gluten

Arlett Aguilera tiene 24 años y desde que era una niña su mamá, Francisca, le enseñó a preparar cosas dulces; un queque con la receta de su abuela fue lo primero que preparó sola de repostería. Sin embargo, no fue hasta que cumplió los 21, durante la pandemia, que surgió la idea de crear un emprendimiento de repostería.

Fue en julio para el cumpleaños de su mamá -que es celiaca e intolerante a la lactosa- que Arlett le preparó una torta de panqueque de naranja sin gluten ni lactosa, ya que suele ser muy difícil -y caro- encontrar dónde vendan tortas de las que su mamá podía comer sin enfermarse. Fue esa torta la que le hizo pensar a Francisca que sería una buena idea que Arlett empezara a vender tortas a pedido.

«Lo comenté como una broma en Instagram y un primo me dijo que él me compraría una de las mismas que hice para mi mamá porque mi tía -su mamá- también es celiaca. Cuando recibió la torta, al rato después, me llamó por teléfono para preguntarme si estaba segura de que la había hecho sin gluten porque estaba demasiado blandito y húmedo el bizcocho, no como suelen ser los productos sin gluten, que son más secos, esa fue la primera torta que vendí», recuerda Arlett como el momento que inició el negocio de Arli Sabores.

Pastel con glaseado de chocolate y limón.
La primera torta que Arlett vendió

Si bien lo que Arlett más vende son tortas -tanto tradicionales como sin gluten ni lactosa- ese no es el único producto que ofrece en su emprendimiento.

Otro de los productos que más se venden son los brazos de reina, en todos los formatos que Arli Sabores ofrece: con relleno de manjar o mermelada, decorado con cobertura de chocolate o azúcar flor, o de algún sabor especial como trufa o naranja.

Con el paso de los años, el emprendimiento de Arlett se transformó en uno familiar. Hace un año la lista de productos se amplió de tortas, queques y brazos de reina y comenzó a incluir cuchuflís y alfajores, los que en el día a día son rellenados y empaquetados por sus abuelos, Gloria y Francisco, mientras que Francisca se encarga de venderlos en su trabajo a mil pesos el paquete de 5, 6 o 7 cuchuflís o de dos alfajores.

La característica principal de Arli Sabores es que todos los productos que allí se venden cuentan con su versión tradicional y con opción sin gluten y/o sin lactosa, con una diferencia de precios que responde al valor de los productos para cocinar aptos para celiacos y sujetos a las solicitudes específicas que pueda tener el cliente en cuanto a decoración.

Aunque el sello principal de las tortas que Arlett mayormente vende es que son «de un sabor casero y una decoración bonita y simple», también se pueden encargar diseños mucho más elaborados, como lo fue la «torta de princesa» que le encargaron hacer una vez, la cual consistía en una muñeca de que todo su vestido era el pastel hecho con 2 tortas de selva negra, una sobre otra, moldeada para tener la forma de la falda y decorada completamente con fondant.

En el perfil de Instagram de Arli Sabores se puede ver otros pasteles que han vendido, además de concursos y rifas que organiza Arlett de vez en cuando para promocionar la tienda. En el mismo perfil se puede cotizar y encargar con al menos tres o cuatro días de anticipación cualquier producto -tradicional o sin gluten- ya publicado o consultar por uno nuevo a pedido.

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