Cada 30 horas en Chile se depositan relaves que equivalen al cerro Santa Lucía

Se calcula que cada 30 horas en nuestro país se depositan relaves equivalentes al cerro Santa Lucía, es decir, 2.572.263 toneladas. En Chile existen 742 relaves de desechos tóxicos de los procesamientos del campo de la minería, los cuales contienen arsénico, mercurio, plomo, sales de cianuro y otros químicos, situando a Chile como el tercer país con más depósitos de este tipo en el mundo después de China y Estados Unidos.

¿Qué es un relave?

Según el sitio del Servicio Nacional de Geología y Minería, un relave «es un sólido finamente molido, que se descarta en operaciones mineras». Por ejemplo, si se quiere extraer cobre o algún otro elemento al cual se le puede sacar provecho económico, se extrae una gran roca de la cual solo el 1% corresponde a dicho material y el resto compete a residuos al cual se le denomina relave y, «se debe depositar de forma segura y ambientalmente responsable».

A su vez, la Fundación Relaves Chile, explica que un relave «es el área ocupada por los desechos de roca molida, minerales, agua, metales pesados y químicos como cianuro, arsénico, plomo, cadmio, zinc, mercurio, entre otros, que se obtienen como producto de los procesos de concentración de minerales. Estos relaves se depositan en forma de pulpa, en donde el material sólido va decantando hacia el fondo. Es el Pasivo Ambiental Minero más significativo según su tamaño y riesgo, representando entre el 60 y 80 % de los PAM que deja una faena minera. Estos residuos se van depositando de distintas maneras: tranques de relave, tortas de relave y relaves submarinos».

Cabe mencionar que PAM es la sigla para Pasivos Ambientales Mineros, y son todas aquellas instalaciones y residuos mineros que se encuentran abandonadas, paralizadas o inactivas y que no se han cerrado adecuadamente.

Tranques de relave: Los desechos se vierten en una cuenca terminada en una represa y se van acumulado, cubriendo el terreno que era antes la cuenca, Necesitan de un muro artificial, y desde la altura pueden parecer represas o lagos generalmente de colores turquesa. Relaves.org
Tortas de relave: Los desechos se van apilando en montículos que parecen tortas al tener distintos niveles, de ahí su nombre. En Chile la gran mayoría de los relaves se encuentra en esta categoría. Relaves.org
Relaves submarinos: En algunos países, se ha usado la técnica de relave submarino, que no es más que otro nombre para el vertimiento de los desechos en el lecho marino. En Chile hay un caso de relave submarino, ubicado en la ciudad de Huasco, donde CMP (Compañía Minera del Pacífico) ha vertido los residuos de sus operaciones mineras directamente en la ensenada de Chapaco, desechando en ocasiones más de 9.000 metros cúbicos, de desechos mineros de hierro, al día. Relaves.org

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La minería se dedica a la extracción de minerales de alto valor económico y para separar a dicho material, en este proceso es necesario utilizar químicos y otros variados compuestos. El conjunto de los desechos resultantes es el llamado relave y la infraestructura donde estos desechos son descartados se denominan depósitos de relaves.

Los depósitos de relaves conllevan dos grandes preocupaciones según los expertos en el tema, la primera es prever que no existan fallas estructurales que puedan producir desbordes, y la segunda, es lograr la estabilidad química de estos depósitos, tratando de minimizar los impactos que puedan producir, como por ejemplo, que estos desechos y compuestos no contaminen el ecosistema adyacente.

Estas preocupaciones tienen que ver con que el material de relave contiene metales pesados que pueden ser nocivos para la salud y el ecosistema. Actualmente, cada 30 horas se depositan relaves en Chile equivalentes al cerro Santa Lucía, es decir, 2.572.263 toneladas. En Chile existen 742 relaves de desechos tóxicos de los procesamientos del campo de la minería, los cuales contienen arsénico, mercurio, plomo, sales de cianuro y otros químicos.

Las consecuencias que estos relaves pueden traer a la salud y al medio ambiente son incalculables y son una amenaza latente, ya que la gran industria extractiva no se ha hecho realmente cargo de las consecuencias que la extracción provoca en las comunidades cercanas, como por ejemplo, fallas, colapsos o accidentes que son producto de estos desechos.

Según explica Iván Ojeda, licenciado en Sociología y estudiante de Magíster en Ciencia Política de la Universidad de Chile, en conversación con El Mostrador, Chile es un país más bien extractivo que minero, a diferencia de Australia que posee infraestructura e instituciones innovadoras al respecto. En cambio, «en Chile pasa todo lo contrario, solo sacamos, pero no tenemos ni la infraestructura ni la institución, entonces, es relevante porque tenemos una gran cantidad de depósitos que están, pero no sabemos su situación actual».

Adicionalmente, Ojeda es diplomado en Planificación y Ordenamiento Territorial y diplomado en Dirección y Gestión Pública. Becario del Centro de Estudios del Conflicto y la Cohesión Social, y coordinador e investigador del Laboratorio de Sociología Territorial (LST) de la Universidad de Chile.

Las cifras

Según mencionó Fundación Chile en 2019, en nuestro país existen 742 depósitos de relaves. De esta cifra se desprenden 104 en funcionamiento, 2 en construcción y 463 que están inactivos, mientras que 173 están completamente abandonados.

A su vez, 214 depósitos competen a tranques que fueron construidos aguas arriba, método considerado el menos seguro de todos, cuya construcción se prohibió en nuestro país en el año 2007. Esto posiciona a Chile como el tercer país del mundo con mayor cantidad de depósitos de relave después de China y Estados Unidos.

En el Laboratorio de Sociología Territorial, realizan investigaciones sobre el impacto de los relaves en los territorios donde están ubicados y desde su perspectiva consideran que existe un problema, ya que la política pública no define la dimensión socio-territorial donde se construyen dichos depósitos.

En una de las investigaciones llevadas a cabo por Iván Ojeda, se demuestra que la mayor concentración de relaves se encuentra en la Región de Coquimbo.

Fuente: Ojeda, I. & Campos-Medina, F. (2021). A socio-territorial approach to the Mining Tailings in Chile: Agglomerations and densities. En Revisión en Environmental Sociology.

El Caso Aluviones en el Norte de Chile 2015

En un informe sobre la situación de los Relaves Mineros en Chile de Fundación Relaves Chile y Fundación Terram, se menciona el Caso Aluviones en el Norte de Chile 2015, donde el 23 de marzo de ese año ocurrieron intensas lluvias en zonas cordilleranas que provocaron derretimientos de hielo y nieves, las cuales contribuyeron a la formación de aludes de barro y rocas que desbordaron ríos que arrasaron con ciudades, faenas mineras, caminos y puentes.

El desastre natural afectó a varias ciudades y localidades de las regiones de Antofagasta, Atacama y Coquimbo. En total hubo 31 fallecidos y 49 desaparecidos, donde Chañaral quedó completamente destruido y se decretó estado de excepción por catástrofe en la región de Atacama.

Días después de la catástrofe comenzaron las alertas ambientales debido al colapso parcial de muchos relaves y otras fuentes de tóxicos de la minería. Los habitantes aledaños a estas infraestructuras tuvieron picazón en el cuerpo y ardor de ojos. Entre los mismos ciudadanos removieron el barro de sus casas y estuvieron expuestos a niveles altísimos de plomo, cadmio, cobre, hierro, mercurio, ácido sulfúrico y arsénico, entre otros contaminantes.

Escurrimientos de relaves abandonados en la ladera del río Copiapó después del aluvión, ciudad de Copiapó / Abril 2015 / Fotografía: José Manuel Gutierrez, Relaves.org

¿Qué riesgos pueden producir los depósitos de relaves?

El Mining, Minerals and Sustainable Development Project, expuso a comienzos del 2000 que alrededor del 75% de los desastres en el rubro de la minería a nivel mundial provenía de fallas en los depósitos de relaves.

Ojeda explica que existen dos tipos de riesgos de relaves «El primero es meramente por existir donde se ha documentado, por ejemplo, aumento en las probabilidades de cáncer pulmonar, daños hematológicos, entre otros. Ese es un tipo de contaminación que es por metales pesados. El segundo tipo, tiene que ver con las fracturas o las fallas, es decir, cuando se rompe una presa la gente tiene que imaginarse un alud, como que viene agua y barro a mucha velocidad que pasa por arriba de las casas. En Brasil destruyó completamente un poblado y dejó casi en todo el poblado dos metros de barro tóxico».

Sumado a los daños causados dentro del segundo tipo también puede haber contaminación de napas subterráneas por filtración, saturación de los depósitos por aumento de lluvias, fracturas en los tranques por terremotos, fisuras en los ductos de transporte de relave desde la mina al depósito por errores humanos y contaminación constante debido a material particulado.

La legislación actual

En nuestro país existe una legislación al respecto, entre ellas la Ley sobre las Bases Generales del Medio Ambiente que establece que al momento de crear un depósito, las empresas deben someterse a una Evaluación de Impacto Ambiental y el Decreto Supremo N°248, para la Aprobación de Proyectos de Diseño, Construcción, Operación y Cierre de los Depósitos de Relaves, del Ministerio de Minería.

A pesar de que en nuestro país existe una legislación al respecto, Ojeda enfatiza en que esto no es suficiente y sostiene «hay que aumentar los estándares, cómo la legislación tiene una incidencia en la realidad territorial cotidiana. Aumentar el estándar sin fiscalización no sirve de nada, y hacer un incentivo al desarrollo de tecnologías e investigaciones para gestión de depósitos de relaves ojalá pensando en los abandonados».

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Pamela Pérez Mendoza

Pamela, periodista en práctica. Oriunda de Maipú y actual vecina de Santiago. Fan de la música, el baile y el ocio. La igualdad de derechos es mi bandera de lucha.

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