Durante esta mañana, Ana María Rodríguez manifestó en el matinal Contigo en la Mañana de Chilevisión, su oposición a las campanadas del Templo Votivo de Maipú, alegando que el estruendo estaría afectando significativamente a su hijo TEA.
En el despacho televisado esta mañana, la madre junto al periodista Juan Pablo Queraltó, acudió hasta las instalaciones del templo para exponer el caso: las campanadas que suenan cada una hora estarían afectando a parte de la comunidad maipucina: niños, niñas, adolescentes y adultos con Trastorno del Espectro Autista.
«Vengo del Templo y me dijeron que las campanas estaban pregrabadas computacionalmente y que no se pueden eliminar, que mande un correo para ver que solución me dan. Son 45 niños en el colegio O’Higgins de Maipú que sufren con las campanadas del Templo, se escuchan cada una hora».
«No es justo que estos niños sufran por esta tradición (…) es cada una hora, pierden la concentración de las clases». Ana María también agregó que las profesoras de los niños con TEA deben estar al pendiente de la hora en que suenan las campanas para poder mitigar el ruido con tapones de oído o conteniéndolos para que no sufran un colapso nervioso.
Momentos después, al dirigirse al frontis del Templo Ana María junto a Queraltó, fueron atendidos por el administrador, el cual les indicó que no estaban en conocimiento de la situación, y que en caso de haberlo sabido de antemano, se habrían hecho cargo de la problemática.
Tras ser consultado sobre cuantos decibeles emiten las campanadas, el administrador manifestó no tener idea de la contaminación acústica a la que contribuyen las campanas. Por otro lado, el encargado agregó que durante esta jornada se realizará una reunión con las autoridades del Templo Votivo para llegar a una solución.
Desde la agrupación AdolescenTEA Maipú, aseguraron: «Si bien el tema de las campanas es horrible para nuestros niños, nuestros jóvenes toleran mejor los sonidos, ya que es un proceso de maduración. Algunas mamás, en los colegios también solicitamos que no se toque el timbre, que es mejor la Campana, ya que el sonido del timbre es más agudo.
El ruido y el autismo
Está comprobado científicamente que los ruidos fuertes les afectan mucho más a las personas autistas que a los demás. Muestran dificultad de concentración y viven una experiencia sensorial totalmente diferente en la recepción de estímulos no sólo auditiva, también olfativa, visual y táctil.
Es decir, presentan hipersensibilidad sensorial. Sufren alteraciones sensoriales ante distintos estímulos. Por ello, algunas personas con autismo se tapan los oídos cuando hay mucho ruido.
La ONG ConecTEA, explica que es muy común que las personas TEA padezcan de hiperacusia. Esta denominación se utiliza para «describir la respuesta negativa y / o exagerada a los estímulos ambientales que ocurren dentro de las vías auditivas.
Las personas con hiperacusia tienen una mayor sensibilidad a la entrada auditiva y durante los estudios realizados comentan el haber experimentado información auditiva a niveles insoportablemente altos».
Las personas con autismo y trastorno del procesamiento sensorial no perciben los estímulos auditivos de una manera habitual. Eso produce en algunas personas que odien ir a fiestas, comedores escolares, estadios de fútbol o cualquier otra reunión social donde habrá música a todo volumen o mucha gente hablando e incluso ruido de alto impacto como cohetes o ruidos bruscos, al igual que el estruendo de los fuegos artificiales, actividad cuestionada en la actualidad donde se está repensando esta tradición debido a que afecta a la comunidad TEA y a los animales.
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