La incapacidad que ha demostrado la administración de Cathy Barriga a la hora de armar y mantener equipos de trabajo, ha sido una constante que, sin embargo, tenía una excepción: Carlos Fairlie.
El abogado que en Maipú se hizo conocido al representar al diputado Joaquín Lavín en el denominado “Caso de la Basura”, llegó inicialmente a la gestión municipal con el fin de armar un equipo de abogados que defenderían al municipio en casos de alta complejidad. También, indican fuentes municipales, Fairlie comenzó a extender sus redes en el municipio, en busca de eventuales malos manejos de la administración anterior.
El rol inicial de Fairlie era de poder. Pero un poder que ejecutaba en silencio, en segunda fila y haciendo lo que más le gusta: litigar en tribunales. Sin embargo, la gestión de Barriga fue teniendo incidentes internos. Sucesivos cambios de administradores municipales, la inexistencia de un jefe de gabinete que atenúe la falta de experiencia política de Barriga, entre otros errores cometidos, hicieron que Carlos Fairlie tuviera que saltar a la primera línea municipal.
Como Director Jurídico le tocó no sólo encabezar la estrategia en tribunales del municipio, debido a los despidos de los mal denominados “funcionarios fantasmas”, sino que también tuvo, ante el silencio que mantenía la ex administradora municipal: María Ignacia Allendes, que defender a la alcaldesa de los cuestionamientos políticos que recibía por parte de los concejales.
Fairlie era hoy por hoy, en palabras de un concejal de Maipú: “la única persona de la administración con quien te podías tomar un café y hablar de política”. Sin embargo, hoy se selló su salida.
Fue en medio de una discusión entre Barriga y el Concejal Abraham Donoso. La primera le pedía que se disculpara por supuestamente haberla atacado en redes sociales diciendo que ella tenía orden de arresto. Donoso por su parte le decía a la alcaldesa que lo demandara y el haría llegar los documentos. Carlos Fairlie intentó fundamentar desde lo jurídico la situación. En el fondo lo que trataba de explicar es que ciertos casos legales tenían petición de orden de arresto, pero que ningún juzgado había dado curso a la orden. Barriga le hizo callar.
Una pelea tras bambalinas
Barriga salió del concejo por la puerta que da hacía seguridad ciudadana. Fairlie intentó hablar con ella, pero Barriga no entraba en razón. Testigos aseguran que Barriga alzó la voz y que Fairlie intentó conversar con ella. Pero no hubo caso. Con un gesto lo habría hecho callar. Fairlie se retiró en silencio. Probablemente con una decisión tomada y una conversación pendiente. Es el tercer director jurídico en 15 meses. Una rotación que impide que la gestión municipal avance. Una rotación que afecta directamente a los vecinos. Una renuncia que alejaría del municipio al último integrante del círculo de hierro original, que podría haber hecho algo por cambiar la suerte de una gestión que encandila con sus luces y ensordece con su amplificación. Pero que adolece de un relato que haga sentido.
De la conversación pendiente entre Barriga y Fairlie, asegura un director municipal, se sabrá el futuro del abogado y si el encontrón con Barriga, fue uno más en una lógica de trabajo municipal, o significa la vuelta del abogado a su terreno favorito: los tribunales de justicia.