Cuando observamos los 135 kilómetros cuadrados que cubre la superficie de Maipú, vemos una comuna donde el sector urbano se impone a lo rural, pero no siempre fue así.
Esta imagen contemporánea, en gran medida, se debe al Plan Regulador Intercomunal impulsado por la administración de Eduardo Frei Montalva, que después su sucesor Salvador Allende continuó hasta el golpe de Estado y finalizó como período en 1976, siendo bautizado como “ciclo desarrollista” por el historiador maipucino Óscar Riquelme en el capítulo tres de su tesis doctoral “Inversión pública y contratos de construcción de viviendas en una periferia urbana de América Latina. El caso de la planificación urbana de Maipú durante el ciclo desarrollista, 1965-1976”.
Dicho plan, según el autor, hizo explotar el crecimiento demográfico en la comuna, la que se vio favorecida por los proyectos habitacionales estatales de la Corporación de la Vivienda (CORVI) y la Corporación de Mejoramiento Urbano (CORMU), con un amplio apoyo del sector privado.
“Maipú es un cluster industrial, especializado en textiles y material de construcción”, define el historiador de la Universidad de Chile. Es debido a este cordón industrial que el gobierno de turno quiso aprovechar la gran cantidad de suelo rural que hay en la comuna para su programa de mejoramiento urbano.
Menos de la mitad de los 20 mil pobladores de Maipú vivían en la ruralidad y se quería fomentar un periurbanismo para que los trabajadores de las grandes ciudades quisieran venir a vivir y establecerse en la comuna, lo que se ve reflejado en los años posteriores, ya que en 1970 aumentó su población a 40 mil y en 1982 contaba con 124.000.
“En 1965, mientras se levanta el proyecto, el alcalde de Maipú, José Luis Infante, señala que la función de Maipú es, en primera instancia, el sector industrial, que viene a otorgar insumos a los proyectos habitacionales. Además, muchos de los obreros que vienen a trabajar no viven en la comuna y tenemos que generar que estos obreros quieran vivir en la comuna”, detalla Óscar.
Durante este periodo fueron construidas aproximadamente 11.000 viviendas públicas, mientras que el sector privado creó 46 proyectos habitacionales, lo que se tradujo en 2.500 viviendas. De las 13.500, son alrededor de 7 mil las que entran en la denominación técnica de “viviendas en extensión” o casas unifamiliares, y el resto son departamentos.
Las primeras villas construidas en Maipú
Dos eran las principales motivaciones que llevaron al Estado y a las entidades privadas a financiar este proyecto, el primero es la ubicación de la comuna, ya que geográficamente, Maipú se ubica al sur poniente de Santiago, haciendo que sea un puente perfecto para Talagantes y Melipilla. Por otro lado, el sector privado ve una valorización del suelo que es muy relevante.
“Esta planificación urbana se desplegó por escenarios y pudo ejecutarse gracias a una significativa alianza entre el sector público y 26 empresas constructoras del sector privado (entre las más importantes, Nah mias Hnos. y Cía. Ltda, Sergio Litvak Lijavetzky, Magri, Hepner y Cía. Ltda., Santiago Marinovic y Cía. Ltda., Sergio May Colvin, Bronfman Hnos. Ltda., Constructora Arquin Ltda., Horacio Lira Duarte)”, detalla el autor en su estudio.
En 1967, el primer gran proyecto se llevó a cabo en San José de Chuchunco, donde la Corporación de la Vivienda va a estar a cargo de la construcción de 3.002 viviendas. Este territorio, hoy en día, no pertenece a Maipú, ya que es lo que hoy se conoce como Avenida Robert Kennedy y Villa Francia, Estación Central.
Otra gran obra da inicio en 1969, cuando en el antiguo fundo “El Toro” comienza la construcción de 2.112 viviendas en la hoy conocida Villa México, que al igual que San José de Chuchunco, hoy en día no pertenece a la comuna.
Siendo estos dos los grandes proyectos de Eduardo Frei Montalva, el gobierno de Salvador Allende continúa y a partir de marzo de 1971 se abren los concursos para que las constructoras privadas participen en las obras.
“Acá ocurre algo muy interesante, porque la Unidad Popular necesitó del sector privado para ejecutar su plan habitacional, es lo que se conoce como “La primavera de la Unidad Popular”, ya que durante este año el empresariado va a ser muy partícipe y va a apoyar con mucho esfuerzo los proyectos del gobierno”, enfatiza el historiador.
Los dos barrios anteriormente mencionados son construcciones Corvi, mientras que otras emblemáticas villas de Maipú como Cuatro Álamos, Padre Carmelitos o Militar Oeste, que son parte de la administración de Cormu y tuvieron que esperar hasta el gobierno militar para contar con financiamiento privado.
Si bien, hubo una gran construcción de casas, estos proyectos buscaban generar infraestructura urbana, acompañando las obras con grandes avenidas, áreas verdes, canchas, escuelas y jardines infantiles.
Maipú va sumando pequeños hitos
Es durante este periodo, que Maipú logra posicionarse como una localidad importante a nivel metropolitano.
Se instalan los primeros 4 semáforos en 1968, se construye la rotonda de Avenida Pajaritos en 1971, además de que en el tramo entre el Zanjón de la Aguada y Avenida Las Torres pasa a ser doble avenida.
Las ampliaciones de avenidas pasa a ser fundamental para Maipú. La constitución de 30 nuevas conectividades de transporte y la Avenida Américo Vespucio pasa a formar parte de la conectividad de Maipú con el resto de la capital, de igual forma, ya la comuna estaba pensada dentro de la Línea 5 del Metro de Santiago.
“Maipú pasa a ser en 1975 como la segunda comuna más industrializada del país, solo por detrás de Santiago. Aproximadamente había unas 250 industrias chicas y medias se ubican acá”, señala Óscar.
Este periodo no estuvo exento de complejidades. Los problemas económicos lastraron algunas obras, por ejemplo, la población Las Torres, que estaba pensada en 1972 como un barrio de más de 2.000 casas, pero debido al recorte presupuestario de las empresas, solo llegó a concretar un poco más de 400.
El atraso en la entrega de terrenos y la paralización de hasta 6 meses en algunas obras llevaban a ajustar y modificar los contratos con las constructoras, aunque pese a ellos, igualmente pudo llevarse a cabo.
Si bien, el crecimiento de Maipú no se detendrá durante los próximos años (década del 80 y 90), fue este proyecto habitacional, entre 1965 a 1976, el que comenzó a cimentar la comuna que hoy conocemos.
“Un reportaje hecho por El Mercurio en la época mencionaba que visitar Maipú es visitar otro país, el ir al poniente del Templo Votivo es como ir al jardín del edén, lleno de árboles, de áreas verdes, lo que refleja las intenciones que se tenía con estas obras”, finaliza el historiador.
Puedes conocer en detalle el documento de Oscar Riquelme a continuación: