El pasado 4 de mayo, Chile y Japón firmaron un acuerdo en ciencia, tecnología e innovación que busca fortalecer la colaboración entre ambos países en estas áreas. El acuerdo fue firmado por Hayashi Yoshimasa, Ministro de Asuntos Exteriores de Japón y por Alberto Van Klaveren Stork, Ministro de Relaciones Exteriores de la República de Chile.
El tratado establece una serie de áreas de cooperación, entre las que se incluyen la investigación y desarrollo en ciencia y tecnología, la transferencia de tecnología, la formación de recursos humanos y la promoción de la innovación. Además, se establecerán mecanismos de intercambio de información y se fomentará la colaboración entre empresas, universidades y centros de investigación de ambos países.
El ministro de nuestro país destacó la importancia de este acuerdo para Chile, ya que ambas naciones llevan más de 125 años de relaciones diplomáticas. Además, cabe destacar que Japón es el principal inversor asiático en nuestro país y nuestro mayor socio comercial del mundo.
Yoshimasatambién se ha reunido con sus compatriotas japoneses dueños de diferentes empresas, con vistas a fomentar el intercambio y aumentar la inversión nipona en el sector de la minería nacional; mostrando un gran interés en sectores como el litio, el cobre o el hidrógeno verde. Como podemos ver, tras el resultado de la votación en la Cámara de los Diputados del pasado 17 de marzo, la visita del canciller nipón parece tener un efecto inmediato en dicho sector, ya que tras la firma del acuerdo que traerá 3.100 millones de dólares a Maipú, el royalty minero establece una mayor recaudación fiscal a favor del Estado por la explotación de litio y cobre en nuestro país.
El acuerdo en ciencia, tecnología e innovación entre Chile y Japón se enmarca en una serie de iniciativas que ambos países han impulsado en los últimos años para fortalecer su relación bilateral. En 2007 entró en vigor el acuerdo de libre comercio entre Chile y Japón, lo que ha permitido aumentar el intercambio comercial entre ambos países y ha abierto nuevas oportunidades de inversión y cooperación.
Por su parte, Japón sigue dotando al país de sus avances tecnológicos en apoyo con empresas e instituciones nacionales. Podemos encontrar numerosos ejemplos en sectores ampliamente variados. Uno de ellos lo podemos ver en el proyecto inédito de depuración de aguas residuales que Chile lleva a cabo mediante la aplicación de tecnología japonesa. También se aprecia en industrias tan variadas como la automotriz, la venta de equipos científicos o la inclusión de novedades tecnológicas para plataformas especializadas en eventos deportivos como ApuestasOnline para Chile, donde cada vez mejores sistemas de seguridad aguardan la privacidad del usuario gracias a los avances en encriptación o a la integración de logaritmos avanzados.
Otro gran aporte de esta relación con Japón lo podemos ver en el gran intercambio cultural y educativo con este país, el cual es un referente a nivel mundial en dichos campos. Chile y Japón han disfrutado de una relación cultural enriquecedora, con eventos y festivales que promueven la comprensión mutua y el aprecio por las tradiciones de cada país. Otra muestra de ello son los programas de intercambio educativo para estudiantes y académicos. La Agencia de Cooperación Internacional de Japón (JICA) y la Embajada de Japón en Chile ofrecen becas para que estudiantes chilenos estudien en Japón, mientras que universidades chilenas como la Universidad de Chile y la Pontificia Universidad Católica de Chile también tienen acuerdos de colaboración con universidades japonesas.
El acuerdo en ciencia, tecnología e innovación entre Chile y Japón es un paso más en la consolidación de una relación bilateral que se ha fortalecido en los últimos años. Chile y Japón comparten valores como la innovación, la creatividad y el compromiso con el desarrollo sostenible, y están comprometidos en trabajar juntos para enfrentar los desafíos del siglo XXI.