Para las más de 600 familias que tienen a hijas e hijos en el Colegio San Leonardo, esta ha sido una semana para el olvido. El lunes les habrían anunciado el cierre parcial o total del colegio para el año 2021.
40 años del San Leonardo
El Colegio San Leonardo es un proyecto educativo particular con 40 años en la comuna, cuya dirección hoy es dependiente de la familia Alcoholado, a través de su sostenedora, Ariela Alcoholado.
Su visión y misión ha encantado a diversas familias maipucinas, por la promoción de la libertad como principio rector, lo que le ha valido un trabajo que se diferencia de la educación tradicional. Trabajo que tiene un elevado valor, de $250.000 aproximados por estudiante.
No obstante, debido y a pesar del alto valor de su mensualidad -que lo sitúa segundo entre los colegios más caros de la comuna, detrás del Colegio Internacional Alba-, el San Leonardo se encontraría en quiebra; esto, versiones oficiales señalan, sería por los altos índices de morosidad que arrastra el colegio desde el estallido social, notablemente agravados por la pandemia, y la fuga de estudiantes.
600 familias en la incertidumbre
Como ya mencionábamos, habría sido hace sólo unos días que las cientos de familias se enteraron del cierre parcial o total del colegio para el año 2021, enfrentándolas a un incierto escenario de matrícula para sus hijas e hijos el año entrante.
Esto porque el proceso de cierre del colegio se encuentra en manos del Ministerio y la Superintendencia de Educación, y son ellos quienes deben visar la eventual continuidad parcial del proyecto. Esta decisión puede demorar meses y, de ser favorable, contemplaría una reducción de más de la mitad del estudiantado.
Por otro lado, la mayoría de los procesos de admisión de colegios particulares se encuentran cerrados y en pocos días acaba el plazo para postular en el Sistema de Admisión Escolar a cualquier establecimiento con financiamiento estatal.
De esta forma, con posibilidades escasas y el tiempo en contra, son cientos las apoderadas y apoderados, niñas, niños y adolescentes que se encuentran entre la espada y la pared, acusando haber sido tomados por sorpresa con la noticia y no tener capacidad de maniobra en el incierto escenario en que se encuentran, agravado por la pandemia.