Por: Tomás Espinoza Aros, Administrador Público y vecino de Maipú.
Desde el momento que nacemos nos vemos obligados a vivir en comunidad, muchas veces puede ser algo que nos guste o que puede ser incomodo, pero vivir en comunidad es la base de nuestra sociedad.
Para muchas personas, incluyéndome, la comuna de Maipú es la comuna donde hemos hecho nuestras vidas, y según estimaciones del Censo 2017, tiene alrededor de 521.627 habitantes (Fuente: Instituto Nacional de Estadísticas). Al tener tantos habitantes, los desafíos que deben enfrentar las autoridades comunales tienen mayor complejidad en comparación con otras comunas de la Región Metropolitana.
Las Municipalidades, al ser instituciones descentralizadas del Estado, son las encargadas de solucionar algunos problemas de carácter público en un territorio limitado. En la resolución de problemas públicos es cada vez más importante la participación de la ciudadanía, por lo que las autoridades comunales no pueden tomar decisiones entre 4 paredes a espaldas de esta para lograr soluciones que tengan un impacto significativo.
Una de las instancias de participación ciudadana es el Concejo Municipal, el cual es de libre acceso para el público general, pero que está limitada al tamaño del salón donde se realice. En el caso de la Ilustre Municipalidad del Maipú, el salón tiene alrededor 40 butacas, de las cuales una parte siempre es ocupada por funcionarios municipales que van a exponer al Concejo, y que limita el ya reducido espacio.
En los últimos meses, las sesiones del Concejo Municipal han estado cobrando relevancia a nivel nacional por una serie de conflictos entre los miembros de este cuerpo colegiado, que actualmente es liderado por la alcaldesa, Sra. Cathy Barriga. En cada administración municipal existen diferencias y rencillas que se pueden generar por tener distintos puntos de vista de un tema u otro, también, se pueden generar discusiones entre los vecinas y vecinos de la comuna, quienes pueden apoyar a una autoridad comunal o estar en contra de ella. En ese sentido, no se puede tapar el sol con un dedo, porque así funciona una democracia representativa, en base al debate y a la participación, en base a la diversidad de puntos de vistas, pero toda acción o discurso debe estar sobre la base del “respeto mutuo”.
Se debe enfatizar en el concepto de respeto, que es muy distinto al concepto de pleitesía, ese estilo de liderazgo se encontraba presente en las monarquías absolutista, y que actualmente no tiene cabida en un sistema democrático. Las autoridades deben ser respetadas, y al mismo tiempo, pueden ser emplazadas e interrogadas por la ciudadanía. Las autoridades comunales no son seres incuestionables, porque al ser electas e investidas en sus cargos se les deposita la representación de los habitantes de una comuna, y por lo mismo exigirles también la rendición de cuentas por sus actos.
El gran desafío que tenemos en la actualidad es el de crear instancias de participación ciudadana que fomenten el “respeto mutuo”, porque hay personas que no desean sentarse a conversar y hay personas que no quieren escuchar.
Sin embargo, a modo de sugerencia, la máxima autoridad comunal podría realizar las sesiones del Concejo Municipal en un recinto que permita acoger a una mayor cantidad de personas, por ejemplo, el Teatro Municipal de Maipú que se encuentra dentro del barrio cívico de la comuna. En el caso de no querer cambiar la locación, se podría volver a transmitir las sesiones del Concejo Municipal en las plataformas virtuales de la municipalidad, tanto en redes sociales como en el sitio web de la municipalidad. Desde la sesión del día 03 de octubre de este año, se inauguró un nuevo sistema de audio con micrófonos individuales para los miembros del Concejo Municipal, lo cual facilitaría la transmisión de audio.
En muchas ocasiones se realizan criticas al sistema público y a las autoridades por desconocimiento a las funciones y procesos que se realizan: la administración pública se mueve a tiempos distintos a los de la sociedad. Cuando la ciudadanía comprende cómo funciona el Estado y como se resuelven los problemas, en este caso de una comuna, esta puede entender que no esta siendo abandonada por sus autoridades.La información, la transparencia y participación ciudadana se vuelven fundamentales para generar un mayor respeto hacia las autoridades e instituciones públicas que se han visto empañadas por distintos casos de corrupción.
Se debe considerar que tanto en la actividad política y como las instituciones del Estado (que son cosas distintas, aunque hay personas que piensan que son lo mismo) deben articular sus acciones de forma propositiva, las y los funcionarios públicos deben tener la voluntad de actuar en virtud del bienestar público.
Los lamentables hechos ocurridos en la abrupta sesión del día 10 Octubre de este año, demostraron que el diálogo dentro de un órgano colegiado debe darse en condiciones de igualdad y de respeto. La administración pública tiene un principio de jerarquía que la rige, pero para resolver problemas y generar puentes de encuentro, es vital poder dialogar en espacios de igualdad, dejando de lado la soberbia y asimetría que pueden generar los puestos de poder. De lo contrario, se creará una brecha cada vez mayor entre los distintos actores sociales y políticos de la comuna, como ha estado sucediendo en los últimos meses.
En resumen, existen los medios y recursos para potenciar el diálogo y la participación ciudadana, es una oportunidad que actualmente se está ignorando. No se deben cerrar las puertas, se deben abrir e invitar a dialogar a la mayor cantidad de personas para poder crear comunidad.