Editorial LVDM: «El micromecenazgo como defensor de la libertad de informar»

El mecenazgo existe desde hace cientos de año. Sin embargo la forma moderna, apareció en la época del renacimiento. Básicamente se trataba de artistas que eran apadrinados por un mecenas, quien les pasaba dinero, para que desarrollaran su arte. Esto les permitía mantener un nivel de vida por sobre la media, además que los relacionaba con círculos de poder.

Hoy los tiempos son otros, y en La Voz de Maipú, nadie tiene un nivel de vida por sobre la media. Sin embargo, hemos decidido apostar fuerte por un mecenazgo moderno. Uno que nace con internet y las nuevas tecnologías, y que permite que el mecenas no sea una sola persona, sino que cientos que aportan un poco, para poder conseguir un fin.

Los gringos le llaman crowdfunding, pero en nuestro idioma hablamos de micromecenazgo, o financiación popular. Y en La Voz de Maipú, ese es el camino por el que apostamos.

En los medios de comunicación: «el que pone la plata, pone la música»

El estallido social que comenzó en octubre de 2019, mostró el descontento de amplios sectores de la población, con varias políticas públicas, modelo económico, y fue la suma de un montón de demandas. Los medios de comunicación no quedaron fuera del descontento. Y es que en Chile, la concentración de medios de comunicación, es realmente preocupante.

Amplios grupos sociales, han mostrado su bronca con los medios tradicionales. Los acusan de crear realidades paralelas, o actuar como perpetuadores del sistema. En el fondo, dicen que los medios trabajan para los poderosos de siempre, y no para los ciudadanos. Y la gente no se equivoca.

Los medios de comunicación -en la práctica- deberían cumplir una función social. Informar con independencia lo que acontece. Fomentar el pensamiento crítico y el debate público. Todos temas en que los acuerdos son amplios en el papel, pero que en la práctica, quedan se transforman en letra muerta. Y es que los medios, al final del día, son empresas. Y como toda empresa, la función primordial, es hacer dinero. El dinero suficiente para pagar sueldos, y que los accionistas ganen.

Bajo esa óptica el medio que cumple la función social, no es compatible con el medio que necesita recursos económicos, para funcionar. Y finalmente la frase «el que pone la plata, pone la música», termina haciéndose carne. En esa ecuación, las ciudadanas y ciudadanos, quedan fuera. Y son los principales damnificados.

La apuesta de La Voz: Micromecenazgo para subsistir

Nuestro periódico lleva más de 15 años haciendo periodismo en la segunda comuna más poblada del país. Algo que siempre decimos, es que nos encantaría hacer -al menos- un semanario impreso para la comuna. Pero sabemos que es difícil. La crisis de los medios de comunicación es global. Hace pocos días, Patricio Fernández, fundador de The Clinic, vendía su parte de la sociedad, porque el medio que fundó, y que fue parte de la apertura de temas, en cuanto a líneas editoriales, en nuestro país, hace un rato que está en aprietos.

En La Voz trabajamos 10 personas, y hemos levantado un medio de comunicación que es leído en la comuna. Un medio que pasó de tener 30.000 visitas el mes en mayo de 2019, a más de 530.000 en diciembre de ese año. Nuestra apuesta es grande, pues estamos convencidos que lograremos levantar el proyecto, gracias a los aportes de las lectoras y lectores.

Y es que se siente lindo, decir que uno trabaja en un medio de comunicación que es defendido -en términos económicos- por su gente. Es lindo, y es una responsabilidad enorme.

Sabemos que un medio de comunicación, hace años que no es un negocio para volverse ricos, pero hoy enfocamos esfuerzos en hacer periodismo de calidad. En investigar temas que permiten poner luz, donde hay oscuridad. Fiscalizamos al poder, y nos hacemos preguntas incómodas. Fomentamos el debate público y damos voz a las vecinas y vecinos.

En el fondo si escribimos para La Voz, es porque creemos que Maipú es una mejor comuna, si es que existe un diario que haga su pega. Que cumpla su rol social. En este mes de enero, hemos ido planificando como vamos a abordar el crecimiento, y nos hemos visto obligados a redactar documentos, que ordenen el trabajo. Un 90% de la gente que trabaja acá, lo hace como voluntario. El 10% restante, recibe un pago simbólico, por estar todo el día conduciendo el proyecto.

En esta editorial, buscamos explicar en qué consiste el micromecenazgo, y también invitarles a ser parte de esta historia. Porque cada aporte que nos hacen, nos permite construir un muro, que nos blinda de todo tipo de presiones (políticas o económicas). Creemos que es fundamental que la segunda comuna más poblada del país, cuente con un medio de comunicación local, que haga su trabajo con cariño y rigor. Y que respete la lógica que dicta que «el que pone la plata, pone la música». Porque es hermosa esa lógica, cuando la plata, la ponen aquellos para los que escribes.

¿Quieres hacer micromecenazgo con nosotros?

No hay excusas para no apoyarnos. La mejor manera de proteger nuestra independiencia, es suscribiéndote con tarjeta de crédito emitida en Chile, a un plan mensual. En total durante 12 meses, se te descontarán $5.000 – $10.000 – $15.000 o $20.000 desde tu tarjeta de crédito. Y decimos que es la mejor forma, porque nos permite programar las finanzas del medio, considerando un año de aportes.

Además quienes cooperan reciben -todos los meses- invitaciones a charlas y talleres que organizamos. En enero, por ejemplo, organizamos una taller de defensa digital, a cargo del abogado experto en el tema y profesor universitario: Pablo Viollier.

Si 500 personas colocaran $10.000 al mes o 5.000 personas pusieran $1.000 mensuales, podríamos hasta editar un periódico mensual. Las posibilidades del micromecenazgo son increíbles, y permiten armar un proyecto que cumpla su rol social.

Foto del avatar
Editor LVDM

El equipo editorial de La Voz, atento al acontecer local y nacional. Contamos lo que pasa como lo vemos desde la otra esquina de la ciudad. El EDITOR LVDM está siempre atento.

Artículos: 2268

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *