Han pasado a ser uno más de nosotros, aparecen en las fotos familiares y hasta en los stickers que se pegan en la ventana trasera del auto. Es que es imposible no amarlos, a menos que seas alérgico, los perros son mágicos: te conquistan con sus miradas intensas, su fidelidad a ciegas, su eterna ingenuidad y no olvidar su esponjoso pelaje.
La Ley de Tenencia Responsable ha sido un avance que ha dado la sociedad chilena hacia el respeto de nuestras mascotas: compañeros fieles. Pero muchas veces podemos tener la mejores intenciones al adoptar a un peludo, sin embargo, se ignora todas las necesidades que tienen, las que si no se llegan a suplir como se debe, derivan en problemas conductuales que, lamentablemente, muchas personas antes de buscar soluciones, los abandonan.
Entre perros y adiestradores
Maximiliano Dellepre, maipucino de nacimiento, creció entre perros y adiestradores, siguiendo los pasos de su padre, Alejandro Dellepere, quien era el dueño de la «Escuela Canina Capitán Alex», que le prestó servicios a la Municipalidad de Maipú en la administración de Roberto Sepúlveda (RN). En esa escuela Maximiliano aprendió todo sobre el comportamiento canino y sobre todo: el amor por los perritos.
También trabajó de manera independiente en la Municipalidad de Maipú, desde el 2015, en el proyecto de «Rehabilitación de perros callejeros», que con la nueva gestión de Sra. Cathy Barriga se alejó del proyecto original, y Maximiliano ya «no calzaba con el perfil que necesitaban», nos explica él. Desde ese momento, en el año 2017, comenzó su proyecto independiente como educador canino.
Educación Canina Familiar
Maximiliano ha puesto la primera piedra de la filosofía que denomina «Educación Canina Familiar”, la que tiene el objetivo de que la familia eduque a su propio perro, ya que es ese núcleo con quien vive el can, los que crean un vínculo con él y escriben su historia con él. Es decir, Maximiliano se enfoca en enseñarles, al núcleo familiar, herramientas para que ellos mismos puedan educar a su perro.
La falta de conocimientos, la ignorancia en muchos aspectos, provocan desordenes en el comportamiento natural que debiese tener un perro. «Se entiende que el perro es un ser que piensa y siente, pero como perro, porque mucha gente termina humanizando al perro al punto que el can genera una confusión: si soy perro o soy niño. La idea es que ellos se puedan sentirse perros y a la misma vez parte de la familia, pero que él entienda que las reglas del juego no son hechas por los perros, sino que con la familia con la que el vive y lo protege», nos explica dónde se encuentra los mayores problemas, Maximiliano.
Maximiliano partió hace poco tiempo con este emprendimiento, pero ya ha demostrado excelentes resultados. Lo han llamado desde 9 comunas, hasta fuera de la Región Metropolitana, para trabajar con perros de todo tipo: adultos, cachorros, de tamaños grandes y pequeños, todos con historias distintas, pero que se juntan en el amor que tiene la familia por su can.
«Quiero que conozcan sobre la Educación Canina Familia, para que dejen de abandonar perros, dejen de condenar a los perros a que vivan eternamente en el patio o amarrados. Que aprendan a que hay muchas formas más ricas y nutritivas de comunicarse con ellos. Que las personas entiendan que el perro puede ser parte de la familia, que vivan en la casa juntos, entendiendo que hay reglas de convivencia. Y estamos demostramos que es posible», nos dice con mucho orgullo y preocupación Maximiliano.
Cada familia es particular, cada perro tiene su propia historia, es por ello que Maximiliano entrega herramientas específicas a cada núcleo familiar y son ellos, su propia familia, quien le va enseñando las reglas de convivencia a su perro. Cada familia a través de actividades cotidianas y rutinas va delimitando limites a su can. De igual modo hay tips generales, que a todo perro le sirve para ser más feliz.
Tips:
- Paseos efectivos: «El paseo tiene que ser un juego más. Una interacción con la familia, que sea algo juntos. Hay muchos detalles que la familia puede aprender», dice Maximiliano y aclara que «lo importante es la calidad del paseo y no la cantidad: el objetivo es vincularse con el perro, estar presente en ese momento, no estar pensando en otras cosas, hablando por teléfono o pasearlo por obligación, porque ellos perciben eso», además, entrega un dato clave «un buen paseo parte de 16 puntos de olores en adelante».
- Control de la ansiedad: «El principal detonante del «mal comportamiento» de un perro es el exceso de energía que puede acumular en el día. Cuando llega la familia a la casa y no lo pescan, allí comienzan su «mal comportamiento»: raspar las puertas, hacer hoyos… y ellos solo quieren un poco de atención, un poco de dedicación», nos dice Maximiliano
- Perros Violentos: «Se pueden rehabilitar totalmente, porque su conducta violenta nace por algo. Si bien se puede tratar médicamente, también se puede tratar a nivel conductual: con ejercicios y terapias, comprendiendo que tiene un problema y para solucionarlo hay que observar su comportamiento natural», explica.
Scooby y Mike
Paola Uribe conoce a Maximiliano hace 5 años, cuando fue a adoptar a Scooby a los caniles de la Municipalidad de Maipú, un perro que ya tenía sus años de edad y que había superado una sarna con un muy mal pronóstico. Maximiliano estuvo atento de Scooby hasta sus últimos momentos de la vida, les enseñó a Paola y a su familia a cómo ayudar a Scooby a adaptarse a su nueva vida y a lo más difícil: 7 gatos que tenía Paola.
En ese proceso Maximiliano les enseñó a cada integrante de la familia a cómo debían tratar a Scooby, también a los gatos, y los resultados fueron totalmente positivos, «Scooby cuando llegó los seguía a todos, peleaban. Pero Maxi les presentó a los gatos, seguimos el proceso nosotros como familia y pasó que Scooby integró a los gatos. No aceptó a otros gatos, que no fuera uno de los 7 de la familia», explica Paola.
Cuando Scooby se estaba acomodando a la familia, llegó Mike a la casa de Paola: un cachorro, que le prometieron que se sería de un tamaño pequeño, sin embargo, creció más de lo esperado y, como todo cachorro: es un revoltoso, pero han seguido el proceso de «Educación Canina Familiar», aplicando cada herramienta que les ha entregado Maximiliano, y Mike se ha ido superando día a día. Son procesos que se construyen a diario.
«Las reglas del juego las pone la familia. La familia es la que sigue el proceso, la familia es la que está todos los días con el perro, no es necesario que venga un tercero. Yo les entrego las herramientas para que la misma familia pueda continuar el proceso y si surgen dudas me preguntan, si algo no quedó claro lo hablamos», explica a LVDM Maximiliano Dellepre.
Contacto
Puedes contactar a Maximiliano y preguntar por todas tus dudas sobre el comportamiento de tu can a través de su Facebook Maximiliano Dellepre, o a través de Whatsapp +569 58900688, o enviando un correo a melodiacanina@gmail.com