Para ningún maipucino es novedad que el tráfico del centro es un caos. El primer responsable a simple vista es la congestión vehicular y de entre todo el tráfico los colectivos parecen estar en primera línea . Esto pues es habitual ver largas cola de colectivos en primera y hasta segunda fila esperando por pasajeros en distintas esquinas del centro.
Los «voceadores» informales tampoco ayudan a ordenar más el asunto. Todo lo contrario, con sus constantes gritos y muchas veces falta de respeto terminan de armar el complicado puzle de los colectivos en el centro de Maipú.
Sin embargo, falta en todo este panorama la mitad de la responsabilidad, y quizás tal vez más. La autoridad de gobierno.
Culpas compartidas
En efecto, por más colectivos que hayan, por más que se junten autos en el centro de la ciudad, es la autoridad de gobierno la encargada de poner orden. Ya sea el municipio, mediante la planificación de los espacios, o bien el gobierno central con las licitaciones, si hay algo que se nota es la ausencia de esta pieza clave en toda esta ecuación.
Como medida paliativa, Carabineros ha salido en masa a «partear» colectivos, busando disuadir así al gremio para que no genere atochamiento en el centro. Esta medida si bien efectiva en primera instancia tiene otros efectos secundarios. Efectos que hoy se hicieron sentir en el centro de la ciudad.
Pero persiste el problema de fondo. Nadie ha sido capaz de ponerle el cascabel al gato al «problema» de los colectivos. Un servicio que –por lo general– mantiene estándares de bajo profesionalismo, con recorridos piratas, poco respeto por las reglas del tránsito y una conocida bravuconería, necesita urgentemente una intervención. Los más perjudicados por esta imagen son los conductores respetuosos que hacen bien su pega y los pasajeros, a esta altura casi una minoría que ve como se impone la ley de la selva en las calles.
Movilización
Hoy los colectiveros dieron una muestra de fuerza a la municipalidad, al gobierno. Deicidieron manifestarse en el centro de la ciudad. Y no es para menos. Cuentan con cientos de socios, y el día que quieran parar en serio se sentirá fuertemente. Ya lo han vivido otras comunas, como La Florida. Cuando los colectiveros se organizan, pueden ser un tremendo dolor de cabeza para el gobierno de turno.
Tal fue el efecto de esta manifestación, que el Concejo Municipal amaneció protegido con Fuerzas Especiales. Quizás reflotó el fantasma del año 2011, cuando los colectiveros hicieron sentir su fuerza con un paro. Es parte del efecto que produce el gremio, que recuerda a ratos las micros de Marinakis y el constante gallito de quién gana con más poder en la calle.
Ya sabemos cómo terminó eso.
Orden, por favor
En la mayoría de las comunas de Chile, los colectivos tienen un recorrido previamente señalado, junto con paraderos donde poder tomar ordenadamente los vehículos. Para sorpresa de muchos, en Maipú los colectivos sí tienen recorridos establecidos, simplemente no los toman en cuenta.
Una mezcla de comodidad de los usuarios, falta de fiscalización y desorden ha llevado a tener este extraño sistema donde los colectivos deambulan por la comuna sin destino fijo. Nada más ineficiente, ni para los usuarios ni para para los mismos conductores que queman combustibles a la espera de tomar pasajeros.
En este sentido, el papel de los voceadores ha venido casi a solucionar un problema por la vía informal. Al no haber puntos de partida para recorridos como Los Héroes, 4 Poniente o Ferrocarril, entre otros, se han armado paraderos informales que sirven para ordenar los pasajeros.
Aquí la solución es también el problema, pues al no haber espacios habilitados, los autos de agolpan uno tras de otro, provocando caos vehícular. Por otro lado, al no haber un orden los voceadores se pelean los espacios y los pasajeros finalmente son los más perjudicados.
Pasos a seguir
No es la primera vez que sucede esto y sospechamos no será la última. Por ahora, los colectiveros consiguieron una reunión para el próximo jueves 16 de mayo a las 16:00 hrs. con la alcaldesa, Cathy Barriga, gracias a la ayuda de los concejales que intervinieron a su favor en horas de la mañana. Una reunión incierta, pues es poco o nada lo que la municipalidad puede hacer en orden vial, tomando en cuenta especialmente que las últimas modificaciones fueron diseñadas en gran medida por el gobierno central.
Existen esfuerzos por ordenar el panorama, como la capacitación a choferes y la construcción del nuevo paradero en calle Chacabuco. Sin embargo, todos estos esfuerzos no parecen mucho frente al desafío del caos vehícular en el centro de probablemente la comuna más habitada de Chile.
Mientras los colectiveros siguen buscando soluciones a sus reclamos, los pasajeros siguen esperando su turno.
