Esos Niños Invisibles

Hoy se levantan voces angustiadas y furiosas, se alzan las manos al cielo y se rasgan suaves y cómodas vestiduras por los niños del centro de acogida del SENAME en Talcahuano, que fueron baleados por Carabineros.

Esos mismos niños invisibles, que a lo más se les lanza una moneda en una esquina, creyendo limpiar las conciencias siempre que sigan escondidos. “Menores” – no tienen ni siquiera el derecho que los llamen niños y niñas -, que no le importan a nadie, a no ser que se quiera rebajar la edad penal, para enviarlos a la cárcel.

Qué importa lo que les pase, si total no son “mis niños” ni los de mi vecino o del apoderado del colegio o del antiguo compañero de curso, a ellos puedo referirme impunemente como los menores “accidentados”; total todos saben que una bala disparada por la autoridad debe ser accidental.

Luego de que pase el revuelo en las redes sociales, puedo ir tranquilo por la vida y
preocuparme por las nobles causas de moda –siempre habrá algún perrito en apuros o un ciclista enojado de quien hablar-.

Una sociedad que no cuida a sus niños y niñas es una sociedad enferma y fracasada, los más vulnerables dentro de los vulnerables no deben servir para sacar provecho económico, político y sentimental por una mezquina ganancia pequeña. Hoy es cuando debemos decir basta y plantearnos y replantearnos nuestras prioridades, ha llegado el momento de preocuparnos y ocuparnos de los temas prioritarios.

¿Cuántos proyectos duermen en el Congreso?; ¿deben los centros estar en manos de privados con fines de lucro?, ¿Las Iglesias pueden administrar centros?,
¿los niños, niñas y adolescentes infractores deben estar junto a quienes no lo son…? Son muchas las preguntas y pocas las respuestas.

Las miradas, objetivos, intereses, ideologías y un sinnúmero de “peros”, obstaculizan las
necesarias soluciones de fondo; cae un general, un par de carabineros se irán de baja y todo seguirá igual.

Mientras, tras nuestros teclados del celular, esperando el próximo partido de Chile,
seguimos quedando en silencio, como antes, como ahora, como siempre. Pasarán las elecciones, los medios dejarán el tema de moda, los vociferantes hablarán de otros problemas apremiantes, pero seguirán los niños invisibles esperando una respuesta… nuestra respuesta, tu respuesta.

Columna escrita por Carlos Schneider Yañez, Odontólogo y Magíster en Gestión en Salud
Universidad de Chile, M.B.A. Tulane University (USA).

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Carlos Schneider Yáñez
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