Fotos LVDM: Los ciclistas no quieren más muertos

En el Monumento a los Vencedores de los Vencedores de Bailén se congregan un grupo pequeño de ciclistas. Son las 19:30 hrs del martes 10 de noviembre, y de pronto conducen en grupo hasta la intersección de Pajaritos con Las Torres.

Algunos toman la ciclovía de la principal avenida de la comuna, aunque esta no cumple estándares mínimos de calidad. Otros van por la calle, arriesgando la vida, ante automovilistas imprudentes.

Para llegar hasta su destino, deberán sortear el tramo que va desde el 15 de pajaritos hasta pasado la calle Américo Vespucio. Un tramo que ellos le dicen «el de la muerte».

La postal del Monumento se repite en varios puntos de Maipú, Pudahuel, Estación Central y otras comunas. Y es que desde varios lugares las y los ciclistas conducen. O peregrinan. Y van enrabiados.

Horas antes un hombre de Maipú llamado «James», moriría en las Torres con Pajaritos, atropellado por un automóvil que realizó una maniobra de adelantamiento. De seguro, el conductor iba con premura. Con tanta prisa, que en su rápido andar, se llevó la vida de una persona que conducía en bicicleta con todos sus implementos de seguridad.

Ciclistas desde el Monumento hasta Pajaritos con Las Torres

El golpe -contaron testigos- fue fuerte. Lo suficiente -al menos- para matarlo y, de paso, destruir una familia. Un golpe que vino a instalar, en una familia de nuestra comuna, la pena que significa la partida de un ser querido; más aún cuando es en circunstancias que son -a todas luces- absolutamente trágicas.

Una velatón emotiva para despedir a un ciclista

Son las 20 hrs y en Pajaritos con Las Torres se cuentan por cientos los ciclistas que, a esa hora, entonan cantos de afecto hacía el compañero de ruta caído. Podría haber sido cualquiera de ellos, y lo saben.

Cantan que jamás lo olvidarán y piden a gritos que las penas para los que los matan se endurezcan. Algunos prenden velas en señal de respeto y un grupo de aficionados a la Universidad de Chile rinden los últimos honores.

En medio de ellos, compungidos y tristes, se encuentran familiares de James. Están ahí pidiendo justicia.

Se prenden velas y el tránsito se corta en Pajaritos, en dirección a Maipú. Sin embargo permiten que los autos y micros se desvíen por Las Torres.

El tránsito para los que, a esa hora, regresan a Maipú, está lento. Pero pueden circular. Pueden llegar hasta sus casas. James, ese día aciago, no pudo.

El tiempo avanza y los cantos pasaron y un ciclista con megáfono en mano pidió un minuto de silencio. Las velas ya fueron encendidas y el ambiente es de rabia, mas no de violencia. Prueba de ello, es que a metros del lugar el Mc Donalds sigue atendiendo público.

Parece que todo va a terminar. Pero aparece Carabineros con un guanaco y un zorrillo. A lo lejos, por la pista de buses se hacen notar con sus balizas. Hacen sonar sirenas y exigen que los manifestantes se dispersen.

Y la rabia se multiplica y aparecen los extintores y las piedras. Y emerge el guanaco con su agua con químicos y el zorrillo que torna el aire irrespirable. Ahora si que Mc Donalds se cierra. Y los manifestantes se enfrentan con la policía.

Los familiares de James desaparecen y lo que era un acto que invitaba a la reflexión, se transforma en otra cosa. Se transforma en humo y velas que se apagan con el chorro de agua policial. La bici animita queda instalada y el acto se termina en medio de gritos, piedras y represión.

Pero ante todo, se acaba la velatón con los deseos de todos los presentes, que se haga justicia. Aunque James ya no pueda seguir pedaleando.

Txt y fotos por nico Aravena

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Nicolás Aravena

Fundé La Voz a los 21 años. Dicen que escribo bien, me apasiona la política, fotografía y entender el mundo que habitamos. Dejé de fumar hace poco, hago chistes malos y bailo pésimo

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