La Fundación DAYA en Chile ha sido pionera en la promoción del uso medicinal del cannabis. En 2014, esta fundación obtuvo el primer permiso en Chile para el cultivo de cannabis con fines de investigación y uso medicinal, marcando un hito importante en el país y sentando las bases para el desarrollo de una incipiente industria nacional en este campo.
Fundada por la actriz y hoy parlamentaria: Ana María Gazmuri, la Fundación ha promovido el derecho de pacientes que requieran cannabis sativa el poder cultivar la planta en sus domicilios.
El trabajo de Fundación DAYA no se limita al cultivo; también se enfoca en la educación comunitaria y profesional. Imparten una variedad de talleres sobre auto cultivo y preparaciones medicinales de cannabis, además de capacitaciones para profesionales de la salud y abogados, evidenciando un compromiso integral con la difusión del conocimiento y las prácticas seguras en torno al cannabis medicinal.
En términos de apoyo directo a los pacientes, la fundación cuenta con consultores especializados en el uso personal y medicinal del cannabis. Estos profesionales ofrecen acompañamiento, contención y asesoramiento sobre usos, vías de acceso, gestión de riesgos y el marco legal del cannabis medicinal, lo que demuestra un enfoque holístico y centrado en el paciente.
Uno de los proyectos destacados de la fundación incluyó la solicitud para sembrar 6.900 semillas de cannabis, con el objetivo de beneficiar a 4.000 personas de 19 municipios en todo Chile. Este proyecto refleja la expansión y el impacto creciente de la fundación en el país.
¿Cannabis? ¿Para qué?
La Cannabis Sativa, conocida comúnmente como marihuana, ha sido objeto de intensos debates en el ámbito médico y científico debido a sus potenciales aplicaciones terapéuticas. A pesar de las controversias y la variabilidad en las legislaciones a nivel global, estudios recientes han revelado que los componentes activos de la cannabis, especialmente el THC (tetrahidrocannabinol) y el CBD (cannabidiol), pueden ofrecer beneficios significativos en el tratamiento de diversas enfermedades y condiciones. A continuación, se destacan algunas de las áreas donde la cannabis sativa ha demostrado ser de ayuda:
- Alivio del Dolor Crónico: Uno de los usos más reconocidos de la cannabis es su eficacia en el manejo del dolor crónico. Los cannabinoides pueden actuar sobre los receptores del dolor en el sistema nervioso, proporcionando alivio en condiciones como la artritis, la fibromialgia y la endometriosis.
- Trastornos Neurológicos y Neurodegenerativos: En enfermedades como la esclerosis múltiple, la cannabis ha mostrado ser útil en la reducción de espasmos musculares y rigidez. Además, algunos estudios sugieren que podría tener efectos neuroprotectores en enfermedades como el Parkinson y el Alzheimer.
- Control de Náuseas y Vómitos en Quimioterapia: Para pacientes sometidos a quimioterapia, el THC ha demostrado ser efectivo en el control de náuseas y vómitos, un efecto secundario común de este tratamiento.
- Trastornos de Ansiedad y Depresión: Aunque el uso de cannabis en trastornos del ánimo debe abordarse con cautela debido a su potencial para exacerbar ciertos síntomas, algunos pacientes han reportado alivio en la ansiedad y mejoras en el estado de ánimo con su uso controlado.
- Epilepsia y Convulsiones: El CBD, en particular, ha sido estudiado por su capacidad para reducir la frecuencia y la intensidad de las convulsiones en condiciones como el síndrome de Dravet y la epilepsia refractaria.
- Apetito y Pérdida de Peso en Enfermedades Graves: En pacientes con VIH/SIDA o cáncer, la cannabis puede estimular el apetito y ayudar a combatir la pérdida de peso severa y la anorexia asociada con estas enfermedades.
- Trastornos del Sueño: Algunas personas encuentran en la cannabis una ayuda para tratar problemas de sueño como el insomnio, gracias a sus efectos relajantes y sedantes.
- Glaucoma: Aunque todavía es un área de investigación, se ha propuesto que la cannabis puede reducir la presión intraocular, un factor clave en el glaucoma.
Es importante destacar que, a pesar de estos potenciales beneficios, el uso de cannabis en el tratamiento médico debe ser supervisado por un profesional de la salud. La dosificación, la vía de administración y el tipo de cannabis (especialmente la proporción de THC y CBD) son factores críticos para maximizar los beneficios terapéuticos y minimizar los riesgos y efectos secundarios.
Presos por cultivar
En Chile, el uso medicinal del cannabis es legal según el Decreto 84, que modifica los reglamentos sobre Psicotrópicos y Estupefacientes en la Ley 20.000. Sin embargo, se han reportado casos de personas detenidas relacionadas con el cultivo de cannabis para uso medicinal. Algunos de estos casos son:
Caso de paciente de Fundación Daya en Linares
Un joven de Talca, paciente de la Fundación Daya Linares, fue detenido y acusado de microtráfico y cultivo de droga. La Policía de Investigaciones allanó su domicilio sin orden judicial, basándose en una denuncia vecinal sobre tres plantas de cannabis que cultivaba para tratar su glaucoma y dolor lumbar crónico. A pesar de tener una receta médica y antecedentes médicos, fue detenido y se le impuso prisión preventiva. La Defensoría Penal Pública apeló a la Corte Suprema por su liberación, argumentando que el cultivo de cannabis para uso personal es legal en Chile.
Caso de Luis Quintanilla Alarcón
Fundador del Dispensario Nacional, la primera asociación de cultivo colectivo de cannabis medicinal en Chile, Luis Quintanilla Alarcón fue detenido tras un allanamiento a un inmueble arrendado por la asociación en 2021. La Fiscalía argumentó la falta de un permiso de cultivo y plantación que, según su defensa, no existe. Quintanilla, sin antecedentes de tráfico ni causas con víctimas, fue puesto en prisión preventiva. Su caso es un ejemplo de la complejidad y contradicciones en la aplicación de la ley respecto al cannabis medicinal en Chile.
Estos casos reflejan la tensión entre la legalidad del cannabis medicinal y la aplicación de la ley en Chile. A pesar del reconocimiento legal del uso medicinal del cannabis, existen situaciones en las que los usuarios o cultivadores son tratados bajo sospecha de actividades ilegales, lo que pone de manifiesto la necesidad de una mayor claridad y coherencia en la aplicación de las leyes relacionadas con el cannabis medicinal.