El homicidio frustrado de Nabila Rifo, el paso del «Bus de la libertad», las polémicas tramitaciones de la «Ley de Aborto en 3 causales» e «Identidad de Género» (ésta última aún no se concreta), el incremento de las personas infectadas con el VIH, la re-victimización de Nabila en la prensa, son algunos hechos que marcaron el año pasado y que nos evidencia la escasa educación sexual que existe en Chile y lo necesaria que es.
Es que la sexualidad de una persona no radica solamente en sus genitales, ni en el acto mismo de tener sexo, como nos lo han hecho ver la sociedad hace ya buen tiempo, sino que es un tema integral, en donde conviven varios aspectos de la vida y que es importante desarrollarlos de buena forma para llegar a ser personas plenas.
La Voz de Maipú conversó con la Fundación Educación Sexual Ahora, que es una organización privada sin fines de lucro, creada con el objetivo de Fomentar y Fortalecer la Educación Sexual Integral y tiene su sede en Maipú (Ingeniero Pedro Gallo # 5326. Maipú). Hablamos y reflexionamos junto con sus fundadores: Laura Huertas, psicóloga de profesión y Directora de Investigación e Intervención de la Fundación, y Fabián García, profesor de biología, quien es el Director Académico.
La mala implementación de la Educación Sexual en Chile
«A nosotros nos llaman de los colegios y nos piden la charla de salud sexual. Nosotros sabemos que es necesario, pero que hay que tomar otro enfoque. Al final lo que se está haciendo en Chile es solo cumplir la ley, para hacer el check y decir que hicieron educación sexual», nos dice Fabián-.
Desde el año 1993 en Chile existe una Política de Educación en Sexualidad del Ministerio de Educación (Mineduc), pero no fue explícitamente obligatoria dentro del ordenamiento jurídico chileno.
En el 2010 se promulga la Ley 20.418, que incluye la Educación Sexual obligatoria en enseñanza media, sin embargo, no define las materias exactas a tocar, por lo que cada establecimiento aborda la sexualidad cómo más le acomoda a su proyecto educativo, que por lo general es desde la perspectiva biológica, dejando de lado el contexto en el que nos encontramos.
«Mirar solo lo biológico o lo patológico es ver la sexualidad de lo qué está bien y qué está mal. Desde allí empezamos a discriminar y a normalizar ciertas cosas, pero también a castigar las conductas que tal vez no son bien vistas, pero que no es malo. Nuestra construcción social nos lleva a decir qué cosas están bien y cuáles están mal, lo que no necesariamente es así. En otras culturas, vemos actitudes diferentes, que aquí estarían mal. Depende mucho de la sociedad, del momento histórico en la que estamos», nos comienza a comentar Laura acerca de decontrucción de la mirada biológica de la sexualidad.
«Nuestra visión es que todas las miradas son diferentes, son aceptables dentro de su contexto, la única pared que ponemos es que no haga daño a otro. Las diversas sexualidades, enfoques, las orientaciones sexuales e identidades, nos construyen como sociedad«, nos agrega Fabián.
Consecuencias de la mala implementación
En el 2008, en ciudad de México, se reunieron 26 ministros de Educación y 30 ministros de Salud de toda Latinoamérica y el Caribe, en la Primera Reunión de Ministros de Salud y Educación para Detener el VIH, teniendo como su mejor arma: la educación.
Con ello, se propuso que para el año 2015: se reduciría en 75% el número escuelas dependientes de los Ministerios de Educación que no tienen Educación Sexual Integral. Y reducir en un 50% el número de adolescentes y jóvenes sin cobertura de servicios de salud que atiendan apropiadamente sus necesidades de salud sexual y reproductiva.
Llegó el 2015 y Chile solo logró un 39% de su implementación, posicionándose como el peor país dentro de Latinoamérica y el Caribe. «Arriba de nosotros está Venezuela, Bolivia, países que como ciudadanía siempre atacamos. Cuba está en el mejor lugar con el 99,9% de implementación», nos dice Fabián.
A lo que agrega Laura, que «ahora vemos las cifras de VIH, y Chile es el que más ha aumentado en el contagio juvenil. Entonces, haciendo una evaluación bien sencilla, no se implementó la circular, no hubo educación, y ahora están las consecuencias».
Fue el año pasado que el Ministerio de Salud informó que el número de casos confirmados con VIH aumentó en un 66% entre los años 2010 y 2016, los cuales se concentran principalmente en la población de 20 a 29 años.
En el caso del embarazo adolescente en nuestro país, son 22.349 las jóvenes que vivieron un embarazo a temprana edad en el 2016, lo que ha disminuido en los últimos tres años, sin embargo, sigue siendo una cifra alta.
La sexualidad como un todo
La fundación trabaja con una mirada sociohistórica, que se basa en 5 pilares: «Placer», «Diversidad de género», «Violencia», «Relaciones interpersonales», «Salud sexual y reproductiva» y «Derechos de ciudadanía».
Lo que plantean, es que estamos en una cultura y sociedad determinada, que a partir de nuestra historia hemos normalizado ciertos comportamientos, que muchas veces pueden estar errados y no nos dejan desarrollarnos en plenitud.
Por ejemplo, durante un largo periodo, en nuestra sociedad, estuvo naturalizada la violencia hacia la mujer, lo que hoy se está frenando por un activación y organización de las mujeres en la sociedad, pero que aún queda mucho por avanzar.
«En ningún colegio nos han aceptado todos los pilares. Los más frecuente es «Salud sexual y reproductiva», que es lo primero que se pide, porque es la base de todo colegio; también, nos han pedido «Diversidad», que nos alegra que se esté solicitando. Pero nunca nos han pedido hacer charlas de «Placer» o «Derechos de ciudadanía», que contempla el aborto, las rutas de apoyo a los cuales pueden acudir los jóvenes. Porque como ciudadanos somos miembros de una sociedad que pueden pedir derechos y deberes en su salud sexual reproductiva», nos dice Fabián respecto a la experiencia que ha vivido como Fundación.
Fundación Educación Sexual Ahora
Ambos fundadores desde su profesiones, se han desempeñado en temas de sexualidad. «Juntos nos dimos cuenta que la educación sexual estaba mal. Que las instituciones que están a cargo no están funcionando -Ministerio de Educación y de Salud-, las miradas que tenían, el marco teórico que utilizan, está sexualizado. Todo lo referente a cómo se debería ser la Educación Sexual no nos pareció», éste fue el diagnóstico al llegaron Fabián y Laura.
Pero no se quedaron de brazos cruzados, por lo que crearon la Fundación a mediados del año pasado. «Encontramos que la mejor manera para enfrentar esto, era crear un nuevo organismo civil, que se encargara de la Educación Sexual», nos dice Laura.
«Nosotros comenzamos haciéndole frente a este vacío institucional de la Educación Sexual. Lo primero que vemos, es que falta llegar a los colegios, con algo más directo y más contingente», nos explica Fabián.
La Fundación se desarrolla haciendo charlas y talleres sobre Educación Sexual Integral, pero a toda la comunidad educativa: para estudiantes, profesores, apoderados. Mostrando de qué se trata la educación sexual y la sexualidad, no enfocándose solo en lo biológico, sino que aportándole una mirada más integral.
Su ideal es dar charlas y talleres sobre todos sus pilares en la comunidad, sin embargo, no lo han logrado. Su primera intervención fue en el Colegio República de Guatemala en Maipú, de allí han pasado por otros más. También, estuvieron presentes en la Feria de Servicios dedicados a personas en situación de calle.
Actualmente, están en periodo de inscripciones para sus Cursos E-Learning de Educación Sexual 2018, que tocará diferentes temáticas de sexualidad. Los cursos comienzan en marzo y están dirigidos a profesores, psicólogos, orientadores, directores… todo profesional que tengan una labor educativa. (Más información aquí).