A propósito de la aprobación en la Cámara Baja del proyecto que busca profesionalizar el fútbol femenino, es interesante conocer la percepción de las distintas futbolistas chilenas con respecto al tema. Aún falta que se apruebe en el Senado, pero es un avance que quizás hace unos años era impensado.
A sus 17 años, la maipucina Bárbara Muñoz entró de manera oficial en el mundo del fútbol. Su debut fue en Audax Italiano, sin embargo, desde muy pequeña estuvo ligada al mundo del deporte.
Bárbara recuerda que, en primero básico, con seis años, jugaba a chutear las botellas de bebidas pequeñas con el resto de sus compañeros durante el recreo. Además siempre participó jugando fútbol en las alianzas u otros campeonatos de colegio.
Sus primeros pasos en la disciplina fueron en el Club Deportivo Huracán, ubicado en la Villa donde siempre ha vivido Bárbara: El Abrazo. Ahí tuvo la oportunidad de empezar a desenvolverse en la categoría infantil junto a conocidos del barrio y otros niños del sector.
En ese tiempo, Bárbara asistía junto a su mamá a los partidos de fútbol de su hermano mayor, Sebastián, para apoyarlo desde las afueras de la cancha. Su familia en general es muy deportista. Su papá también practica fútbol y su mamá es amante del vóleibol, algo que, aunque sus padres estén separados ahora, los ha mantenido unidos.
De Audax Italiano pasó a Colo Colo, y actualmente Bárbara se desempeña como jugadora de fútbol en el Santiago Morning, además de haber sido llamada varias veces a jugar por La Roja Femenina.
La Voz de Maipú tuvo la oportunidad de conversar con Bárbara Muñoz, y esto fue lo que surgió.
¿Qué piensas de que se haya aprobado el proyecto de profesionalizar el fútbol femenino en la Cámara de Diputadas y Diputados?
Yo creo que es una gran noticia que se haya aprobado, nos falta mucho, y claro, quizás no esperamos igualar el sueldo que tienen los hombres en el fútbol, pero sí estar a la altura, no en el mismo parámetro porque sabemos que los hombres ganan millones y millones. A nosotras nos pagan con suerte entre 300 y 500 mil pesos, pero esto ya es un gran paso. Quizás falta mucho más por avanzar, pero ya es una buena noticia para las niñas que estudian o trabajan, para que puedan dedicase a una sola cosa y no tener que estar distribuyendo su tiempo para poder hacer lo que ellas quieren.
¿Por qué crees que el tema de profesionalizar el fútbol femenino al fin pudo ponerse sobre la mesa del Congreso?
Yo creo que es algo que se ha trabajado hace mucho tiempo, sobre todo las niñas de la selección que han logrado tantas cosas que han hecho el camino para que el fútbol femenino se profesionalice.
En el fútbol femenino si tú quieres pedir algo, tienes que mostrar resultados. A ellas claramente les fue muy bien en la Copa América, clasificaron al mundial, después a un repechaje por primera vez para los Juegos Olímpicos… Son pequeños logros que se van desarrollando y ellas son las que han hecho casi todo el camino, han abierto las puertas y las ventanas para cambiar la visión del fútbol femenino.
Quizás ellas ya más grandes se van a retirar, pero las niñas chicas que vienen después podrán disfrutar el fútbol femenino de forma profesional.
¿Has notado algún cambio en la dinámica del fútbol femenino en los últimos años?
Sí, en las escuelas pequeñas de fútbol ya no hay una o dos niñas, hay 10 niñas. Ahora también hay escuelas solo para niñas. Ya no existe tanto esa discriminación del que el fútbol es solo para hombres. Se han abierto muchas más puertas y muchas más niñas se han atrevido a practicar el deporte, no solo el fútbol, sino cualquier deporte.
Además de las diferencias de sueldo que comentabas antes, ¿Qué otras principales diferencias hay entre el fútbol femenino y el masculino?
Más que nada el apoyo que le dan las dirigencias. Hay muchos clubes que aún no apoyan a las ramas femeninas, que tienen que moverse por sí solas. Por ejemplo, el año pasado en la Católica se tenía que pagar una mensualidad para que pudieses solventar los gastos. Audax cerró la rama femenina un tiempo y después volvió pero eso fue porque las mismas jugadoras hicieron un club social aparte.
En Palestino, por ejemplo, recién hace poco empezaron a dar contratos. Si los dirigentes no se ponen las manos en el corazón, o en el bolsillo —recalca—, esto no va a cambiar.
¿Has tenido tú o tus compañeras la posibilidad de conversar con futbolistas hombres?¿Han hablado sobre las diferencias que existe entre las dos ramas?
Mira yo he sabido que, por ejemplo, Claudio Bravo se junta con jugadoras que están en España y sí se comenta que hay muchas diferencias. Yo en Colo Colo compartí mucho con los jugadores profesionales y ellos igual están al tanto de que en el fútbol femenino no hay profesionalización… Pero al final ellos son jugadores y no pueden hacer mucho para que cambie.
¿Cuáles son las expectativas de Bárbara Muñoz con respecto al fútbol femenino en Chile?
Que sea más visto por toda la gente, que se transmita también en más canales, quizás no TNT, pero un canal abierto para que toda la gente pueda verlo y disfrutar del fútbol femenino, que es otra sensación la que te da en comparación con el masculino. El nuestro es quizás más familiar, más ganas, más pasión.