Lo que hace un mes era algo impensado hoy es una realidad. El instituto técnico y universidad, Inacap Sede Maipú, se encuentra «oficialmente» en toma.
De esta manera, uno de los centros educacionales más importantes de Maipú se suma a la ola de manifestaciones y protestas a nivel nacional.
Los estudiantes movilizados han publicado un extenso petitorio, donde exponen distintos problemas al interior de la institución que, a su juicio, deben ser atendidos.
Uno de las mayores preocupaciones es la dificultad para trasladarse a la institución debido a la contingencia social, lo que les impide asistir a clases normalmente y los priva de contenido esencial. Algo especialmente crítico para los estudiantes en horario vespertino.
En esa línea, plantean la posibilidad de extender el año académico con el fin de poder pasar todos los contenidos de las asignaturas, y de esta manera no verse perjudicados en su formación.
Según se puede leer en el petitorio:
«Solicitamos con gran Urgencia que se realicen de alguna manera clases online a tiempo real, los cuales permitan solucionar ciertas dudas e inquietudes a nuestros docentes. También se solicita que se suba a nuestro ambiente de aprendizaje capsulas por parte de nuestros profesores realizando diversos ejercicios o explicando puntos críticos de los contenidos para una mejor comprensión, pero siempre en respeto al 100% de la descripción de la asignatura para todas las carreras» (descargar documento completo al final).
Junto con estas peticiones más urgentes, también ha surgido la idea de democratizar la universidad con la creación de un Centro de Alumnos. Se trata de una antigua petición que ha encontrado diversas trabas por parte de la institución. Una de estas trabas es una posible «politización» de la universidad, según cuentan estudiantes consultados por La Voz
A esto se suma una serie de propuestas a mediano y largo plazo, como la creación de un centro de investigación, la conformación de una administración triestamental, que convoque a académicos, estudiantes y funcionarios en la toma de decisiones, y mejoras específicas para distintas unidades académicas.
¿Qué rol tiene el estado en Inacap?
Según consta en la wiki, Inacap fue inicialmente fundado como Instituto Nacional de Capacitación el 21 de octubre de 1966, como iniciativa de la Corporación de Fomento de la Producción (Corfo) y el Servicio de Cooperación Técnica (Sercotec), para entregar educación técnica por medio de centros de capacitación, los cuales entre 1967 y 1973 fueron llevados a cabo por medio de cooperación de los gobiernos de Francia, Dinamarca, Inglaterra, Italia, Bélgica y Suiza.
Sin ir más lejos, la antigua sede de calle Carmen funcionó bajo esta fórmula inicial, donde muchos trabajadores de la comuna aprendieron un oficio.
Tras la Dictadura, la institución se constituyó como Organismo Técnico de Ejecución para la capacitación laboral.
En 1981, y en el contexto de la Reforma universitaria, el instituto se desligó de los aportes gubernamentales y comenzó a financiarse con recursos propios. La última fase de «privatización» de Inacap ocurrió el año 1989, cuando finalmente la institución se separó de Corfo.
Actualmente, su consejo directivo es integrado por representantes de la Confederación de la Producción y del Comercio, quienes se encargan de la administración junto con la Corporación Nacional Privada de Desarrollo Social y SERCOTEC.
El 2004, se anunció la creación de la Universidad Tecnológica de Chile, tras concretarse la compra de la Universidad Tecnológica Vicente Pérez Rosales (VIPRO).
Según informó en su momento el medio de investigación Ciper Chile, han habido intentos por recuperar el carácter público de Inacap, como sugirió en su momento el ministro de Hacienda, Rodrigo Valdés el año 2016. Esto pues aún existe una tutela por parte del estado a través de Corfo, la cual impide que las decisiones pasen exclusivamente por los empresarios que hoy gobiernan Inacap.
Algunos parlamentarios de la época fueron incluso más lejos. Según recogió también Ciper Chile, hubo una propuesta por parte de algunos senadores PS-PPD con el fin de que el Estado pueda recuperar asientos en el directorio de Inacap.
En su oportunidad, el senador Carlos Montes (PS) llegó a señalar que “Inacap nunca se privatizó”, indicando que sólo cambió su administración. Alfonso de Urresti fue incluso más lejos señalando que era necesario “recuperar lo que de manera espuria y oscura fue transformado en los últimos días de la dictadura”.
Según esta investigación de Ciper, se pudo comprobar que «sólo la Presidencia de la República podría autorizar una disolución de Inacap, según consta en el artículo XXIV de los estatutos de la corporación, donde también se dice que si Inacap se disolviera sus bienes pasarían a la Corfo«.
Algo similar sucedió cuando Inacap cambió sus estatutos al convertirse en Universidad Tecnológica, ya que el cambio debió ser visado por Corfo. Incluso el gobierno a través de CORFO hizo modificaciones al acta original, según señala la misma publicación.
A través de una declaración de su presidente, el señor Lorenzo Constans, Inacap ha señalado que «nunca hemos formado parte de la Administración del Estado, y no recibimos financiamiento estatal directo«.
En el mismo documento, la institución afirmó que «INACAP no tiene ‘dueños'», indicando que «sus bienes pertenecen a la corporación INACAP, no a sus miembros ni a su Consejo Directivo». Y que por lo tanto «nunca ha sido vendida, traspasada, ni menos ‘privatizada'».