Este jueves se desató la polémica. En medio de una audiencia de la comisión encargada de revisar la acusación constitucional contra el ministro de Educación, Marco Antonio Ávila, el ex director de la Junta Nacional de Auxilio Escolar y Becas (Junaeb), Cristóbal Acevedo, denunció que en el año 2022 el gobierno pagó $3.488 millones por solo 30 colaciones.
Ni más ni menos que una ración de un jugo, una fruta y un snack por la suma equivalente a $117 millones cada una, fue lo que expuso quien lideró la institución entre 2015 y 2017, durante el segundo Gobierno de Michelle Bachelet, lo que fue calificado como «grave e inaceptable».
Horas más tarde, Junaeb salió al paso con un comunicado donde niega rotundamente las acusaciones, explicando que «el precio máximo ofertado y adjudicado por un tercer servicio u once es de $7.289» y que además esto se había dado en el gobierno anterior, ya que en este se período se obtuvo el mismo servicio por un valor máximo de $1.093.
Junto con otros detalles, señala haber solicitado una investigación a Contraloría para esclarecer las dudas e interpela a Acevedo por no presentar por canales formales la denuncia.
Sin embargo, este viernes, Cristóbal Acevedo apareció nuevamente respondiendo al comunicado y envíando una carta a la comisión con el detalle de los datos en los que se basaron sus declaraciones, donde aclara, además, que no pretende «atribuir responsabilidades al Ministro de Educación o a alguna autoridad en específico», sino «evitar que la institución vuelva a ser capturada por intereses ajenos a sus objetivos».