La calidad del agua potable que día a día beben miles de maipucinas y maipucinos, ha sido un tema persistente en la histórica comuna. Por años sus habitantes se han quejado de lo que denominan “dureza del agua”, a la que atribuyen la aparición de sarro en hervidores eléctricos, y cólicos, entre otros males.
A sabiendas del problema, la alcaldesa de Maipú, Cathy Barriga, tomó el tema de la calidad del agua como uno de los hitos centrales de la campaña política que, en el año 2016, la llevó a ganar la alcaldía de la segunda comuna más poblada del país.
Por ello el 27 de junio de 2017 aparecía en los medios de comunicación (puedes leer el artículo en La Voz de Maipú), en virtud de un viaje que realizó a Corea del Sur con la promesa de traer soluciones para la calidad del agua potable de la comuna.
En Seúl, Barriga firmó un convenio con la empresa pública de agua potable Kwater, el cual, según informó el municipio: “hará realidad uno de los compromisos de campaña de la jefa comunal que es eliminar el sarro que afecta a la salud de los vecinos y a las griferías de los hogares de esta comuna”.
Las reuniones en Corea del Sur permitieron que el proyecto de la mejora del agua potable siguiera -al menos en el papel y las redes sociales- funcionando. De hecho, el día 14 de agosto de 2017, Barriga recibe en su oficina por espacio de 30 minutos a Juik Oh, quien, según la plataforma de la ley del lobby, está registrado como gestor de intereses de K-Water.
En la reunión entre Barriga y el empresario coreano, se conversó sobre el diseño, implementación, evaluación de políticas y planes que kwater ha ejecutado. De hecho, en los 30 minutos que estuvieron conversando, se acordó un diagnóstico e implementación de un plan piloto.
En octubre de 2017 los planes de kwater con el Municipio de Maipú parecían ir avanzando. Durante ese mes, el sitio web de SMAPA, publicó un artículo titulado: “Alcaldesa Cathy Barriga junto a delegación de K-Water visita copa de agua El Abrazo”.
Según lo publicado en la web de SMAPA, Barriga anunciaba que “estamos avanzando y próximos a firmar el convenio. Si Dios quiere pronto tendremos, ojalá que en pocos meses más, listo el proceso de purificación y la limpieza de algo que daña tanto a la salud de nuestros vecinos como es el sarro presente en nuestra agua”.
Lo que Barriga no dijo en su visita a la Copa de Agua El Abrazo, es que, en julio de 2017, apareció materia fecal en algunas muestras de la calidad del agua en la comuna.
Caca en el agua potable de Maipú
Es 9 de noviembre de 2018 y la Superintendencia de Servicios Sanitarios (SISS) inicia, a través de la resolución exenta número 3817, un procedimiento de sanción en contra de la sanitaria municipal de Maipú. El proceso nace a raíz de los resultados de laboratorio que envió la misma SMAPA hasta la SISS, en la que aparecen las conclusiones de muestras de agua potable que se tomaron en el segundo semestre de 2017, en los servicios de agua de Maipú – Cerrillos, San José, El Abrazo y Harás Figurón (Ciudad Satélite), y que dan cuenta de la presencia en el agua de escherichia coli y coliformes fecales, una bacteria que -según Wikipedia- es miembro de la familia de las “enterobacterias y forma parte de la microbiota del tracto gastrointestinal de animales homeotermos, como por ejemplo el ser humano”.
En términos simples, las muestras de agua tenían la presencia de una bacteria que abunda en las heces de animales y seres humanos.
El proceso de sanción iniciado por la SISS se informó mediante la resolución número 2012 del 05 de junio de 2019, donde ante la gravedad la superintendencia le impuso multas a SMAPA de 74 unidades tributarias anuales. Poco más de 45 millones de pesos.
Desde SMAPA se envió un recurso de reposición a la SISS, con el fin de revertir la sanción y defenderse sobre la presencia de heces en el agua, sin embargo, los esfuerzos municipales no dieron los frutos esperados.
La Superintendencia a través de su resolución exenta número 2502 de fecha 09 de julio de 2019, rechazó el recurso de reposición presentado por SMAPA y decidió mantener a firme las multas cursadas al servicio municipal de agua potable de Maipú.
Ante ese escenario, el municipio decidió llevar la controversia hasta la justicia civil. Fue el 21 Juzgado Civil de Santiago el encargado de zanjar la disputa entre la Superintendencia de Servicios Sanitarios (SISS), que es el ente encargado -por ley- de supervisar la calidad del agua que beben los habitantes del país y que evalúa a todas las empresas de agua del país.
SMAPA demandó a la SISS, buscando anular la multa y se defendió de los cargos. Según consta en la causa judicial C-23724-2019 del 21 juzgado civil de Santiago, SMAPA explicó que las muestras que dieron positivo por heces, “fue a consecuencia de situaciones imprevistas imposibles de prever (SIC) y que fueron ocasionadas por un agente externo, laboratorio SGS Ltda, el cual ya venía con graves incumplimientos con SMAPA, bajando sus estándares de calidad en la entrega de información”.
En el documento judicial SMAPA reconoce que “si bien es cierto la información por la cual fuimos sancionados fue enviada por SMAPA, también es cierto, que mediante los descargos y recurso de reposición, desvirtuaron en un cien por ciento dichas imputaciones, con nuevos antecedentes aportados, con seguimientos que se hicieron al respecto de la presencia de echerichia coli, y con exhaustivas revisiones que se realizaron, respecto a las posibles causas, y se pudo concluir, que fueron generados directamente por la falta de profesionalismo del laboratorio contratista SGS Ltda”.
La tesis que SMAPA intentó imponer tiene relación con que “los procesos de toma de muestra incurrió en errores graves, de tal magnitud que posteriormente se pudo concluir que la negligencia de ese prestador, provocó los que indicadores de calidad microbiológica, antes mencionados, solo se presentaran en el punto de toma de muestra, y no así en la red de agua potable”.
A juicio del Municipio de Maipú el agua “nunca estuvo contaminada, y no representó ni ha representado un peligro para los usuarios, lo que es de fácil constatación, porque al no haber reclamos al respecto, significa que los clientes de su concesión nunca estuvieron expuestos a un problema sanitario”.
Desde La Voz de Maipú llamamos al laboratorio en cuestión, con el fin de obtener su versión de los hechos, pero nadie contestó el teléfono.
El Municipio de Maipú, fue representado por Valeria Díaz Camus, por ese entonces Directora de Asesoría Jurídica.
El 23 de enero de 2020, Carlos Peña Barría, funcionario de la división de fiscalización de la SISS, declaraba que a su unidad “le corresponde tomar conocimiento de las evaluaciones de agua potable que se le hacen a distintas concesionarias”
Además, argumentó que durante el segundo semestre de 2017, la sanitaria municipal envió muestras de laboratorio, cuyo resultado tenían restos de materia fecal y la bacteria escherichia coli.
Otra testigo fue Carmen Silva Bravo, quien contó que “la empresa está obligada a informar los análisis mensuales que efectúa al agua potable a través del protocolo 14.001”.
La opinión de la experta fue fundamental. Según consta en la sentencia 40 del 21 juzgado civil de Santiago, que tiene fecha 9 de junio de 2020, “se hizo (la SISS) una evaluación del cumplimiento normativo de los datos del autocontrol de la empresa SMAPA de los meses de septiembre y octubre de 2017, verificando que existió presencia de escheria coli en los meses de septiembre y octubre en los servicios de Maipú-Cerrillos, San José”.
En tanto la sentencia señala que “en el servicio El Abrazo hubo presencia de coliformes fecales y escheria coli en el mes de octubre y en el servicio Harás Figurón (Ciudad Satélite) se detectó ecoli en el mes de octubre”.
Quizás lo más difícil de explicar para SMAPA es que según el testimonio de Silva Bravo los datos que manejó la SISS y con los cuales se hizo la evaluación son con “antecedentes proporcionados por la misma empresa a través de mecanismos instruidos por la SISS”
Por parte de SMAPA, Paola Fernández Sales dio su testimonio. Al momento de hablar explicó que “las faltas aplicadas a los reglamentos corresponderían a la mala manipulación y toma de muestra por parte de un laboratorio contratista, donde se transgredieron instrucciones tales como tomar muestras, menores a un minuto de discurrimiento de llave de muestreo, utilizar guantes y elementos de protección microbiológica, sin recambio ni desinfección, además del transporte de las muestras, realizarlo sin higienización. Lo que le consta porque realizó una investigación e inspecciones en terreno levantando los datos de las cadenas en custodia y los protocolos de terreno de los laboratorios externos”.
Sin embargo la demanda del municipio terminó desestimada. En la sentencia del caso se lee que «la demandante (SMAPA) no puede eximirse de responsabilidad por el hecho de marras, en cuanto a que el hecho se debió a la negligencia en la ejecución del plan de desarrollo, según ha quedado establecido en la Resolución Exenta N°3817 de fecha 09 de noviembre de 2018 en el cual se inició procedimiento de sanción en contra del SMAPA (Expediente N° 4217-2018), y que en los hechos el recurrente no logró acreditar en esta instancia con la prueba aportada al afecto, que dicho hecho fuese imputable al laboratorio que tomó las muestras»
Al final el agua de Maipú tuvo restos de caca. De los coreanos de kWater lo único que quedaron fueron fotos, y posteos en redes sociales. Lo cierto, es que todo parece indicar que vecinas y vecinos de Maipú, principalmente de la zona de El Abrazo y Ciudad Satélite, bebieron aguas contaminadas, por un servicio municipal que agoniza, y que no invierte lo que recauda en mejorar la calidad del vital elemento.
Con varias multas encima, no sería de extrañar que se iniciara un proceso revocatorio de la concesión, y que en algunos años la cuenta del agua, se la terminemos pagando a Aguas Andinas.
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