La barra brava de Cathy Barriga en el Concejo Municipal: lo matonezco detrás de la sonrisa

Son conocidas como Cathy Lovers. Entre las personas que acuden todos los jueves al concejo, se encuentran comerciantes del sector aledaño al centro, quienes extrañamente se toman los primeros asientos de cada concejo para abuchear y ofender a los concejales de oposición cuando hablan. 

Y por supuesto, aplaudir a la alcaldesa en cada intervención.

Funcionan como una especie de censuradoras de contenido.

Todo ante la atenta mirada de los “deltas” que custodian el lugar. Distintas fuentes al interior de la municipalidad, sindican a Francisco Parra, encargado de organizaciones comunitarias como el nexo entre “la barra” y la municipalidad. 

Punto aparte es la manera como la municipalidad entrega los permisos comerciales de Av. 5 de abril y la Plaza de Maipú, cuyos plazos son a un mes. Cuestión inédita en la historia municipal, y que obedecería a ejercer un control sobre la gente que recibe la patente a cambio del apoyo en concejo  y otras instancias.

Caso especial es el de la concejala Karen Garrido, la más leal concejala pro Barriga, quien es acusada por fuentes al interior de la concejalía como la persona de los llamados telefónicos. Es decir, quien gestionaría parte de estos apoyos al momento de producirse entrevistas televisivas o manifestaciones que puedan perjudicar la imagen de la alcaldesa. 

Sin duda, la alcaldesa entiende perfectamente el juego, y es fácil observar su complicidad al no llamar al orden cuando el público ofende gratuitamente a los concejales.  Cual maestra de ceremonias, permite los silencios oportunos tras cada ofensas y aprovecha cada aplauso para reafirmar su aprobación frente a los concejales de oposición. 

A pesar de ser los primeros afectados, los concejales de oposición también merecen una crítica aparte debido a su incapacidad de hacer frente comunicacionalmente a la primera autoridad. 

Su poca preparación y falta de herramientas, queda demostrada concejo a concejo, pues ante cada intervención se ven atrapados en una especie de trampa. 

Acorralados por un público feroz y una alcaldesa empoderada suelen terminar vociferando en voz alta o emplazados sin mayores argumentos.

Con un micrófono claramente a un volumen superior al de los concejales, la alcaldesa se hace encarga de recordar quien está al mando del lugar.

En off, más de un concejal admite sentirse amedrentado por esta situación. Sin ir más lejos, Abraham Donoso, desliza parte de estas críticas en la entrevista que entregó para La Voz.   Es menester  destacar la ofensiva comunicacional que ha asumido el concejal  Abraham Donoso, quien ha sabido como pocos enfrentar con inteligencia esta verdadera partida de ajedrez comunicacional. 

Otro frustrado por esta situación es Ariel Ramos, que ha intentado resaltar desde la otra tribuna. A diferencia de lo que señala el diario amigo La Batalla, desde esta vereda nos parece que su falta de asertividad y manejo comunicacional no le han permitido concretar oportunamemsu postura frente a una empoderada Barriga con amplia experiencia frente a la cámara.

Nada de esto parece molestar, sin embargo, a los concejales de derecha, entre cuyos más activo representantes son Karen Garrido y Alejandro Almendares (ambos RN), quienes no hacen mayores esfuerzos en ocultar su apoyo incondicional a barriga, mirando a la pared cada vez que la barra brava actúa.

Almendares en algún momento manifestó un grado de autonomía en su mmmmmm, algo que se notó en el episodio donde utilizó la silla de la alcaldesa llevando la contra a la primera autoridad municipal.

Pero más allá de esta anécdota o juego de luces mediático, Almendares es un fiel escudero que acompaña a la alcaldesa en todas las actividades y guarda sagrado silencio ante cualquier comentario que se le pida desde medios de comunicación. 

Nos gustaría poder hacer hincapié en el rol de los señores Horacio Saavedra y Herman Silva, pero su irrelevancia es tal en el desarrollo del concejo que no vale mayormente la pena  mencionarlos. 

Modos operandis

En una escena que se repite cada jueves, cuando un concejal se atreve a decir algo en contra de la alcaldesa, inmediatamente el público cuidadosamente seleccionado a la entrada manifiesta su rechazo. 

Igualmente, cuando la alcaldesa “reta” o interpela a otra autoridad, casi automáticamente el público la apoya.

Lo patético de esta situación se puede ver claramente en el concejo del jueves 22 de agosto, donde incluso el público se da el lujo de ofender gratuitamente a distintos concejales como Marcela Silva, sobre quien el público presente se refirió como “los payasos”, o Gonzalo Ponce, tildándolo de comunista.

En esto, el público demuestra una ignorancia supina pues el Partido Ecologista es más bien de corte liberal y está a años luz de cualquier doctrina marxista.

A continuación, compartimos un video, donde se puede ver claramente el rol que la “barra brava” de Barriga ejerce en cada concejo, como una especie de “aplaudidores” “abucheadores”

Ver desde 02:30:00

https://www.facebook.com/ArielRamosConcejal/videos/538362646721397/ 

Video cortesía de la concejalía de Ariel Ramos

 

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Ex Editor

Editor por oficio, pulso y ojeras; eterno tesista de un magíster en periodismo. Orgulloso de ser maipucino y ñoño de corazón.

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