La lenta muerte de la Feria Artesanal y el centro de Maipú a manos del comercio callejero

La Feria Artesanal de Maipú ha sido un paseo obligado para los maipucinos desde hace más de 27 años, cuando don Juan Dinamarca decidió emprender con locales de artesanía, siguiendo un viejo sueño, el que hoy pasa por su peor momento.

Juan Dinamarca, locatario y administrador de la feria, nos confiesa que su mayor interés siempre ha sido el rescate patrimonial de la identidad local y nacional. El locatario del clásico puesto de figuras de Yeso confiesa su preocupación a La Voz de Maipú.

La situación es crítica. La remodelación de 5 de abril causó estragos en la economía de los 24 locatarios, quienes han debido durante 2 años pagar mes a mes arriendo, patentes comerciales y reparaciones a pesar de la constante degradación del espacio, los desvíos, los ruidos y, ahora, el aislamiento de la feria debido a la expropiación de todos los negocios aledaños: Salón Eros, Peluquería La Univer, Etcom Electrónica, fueron los más insignes.

Lo más difícil, señala don Juan, es la competencia desleal del comercio callejero. “Algunos productos son iguales, pero a precios más bajos, y sin pagar ninguno de los costos asociados”.

Además de productos importados, la Feria Artesanal ofrece a los vecinos artesanía en crin de pelo de caballo, trabajos en yeso, madera tallada, zapatería, orfebrería y hasta hace poco tatuajes. Es decir, oficios que requieren años de capacitación y que tienen el plus de valor agregado, un trabajo que incluso valoran turistas que llegan con frecuencia a la feria desde distintos países, como nos cuenta Yorka Pizarro, orfebre y locataria de la comuna de Maipú hace 19 años.

El comercio callejero y la decadencia del centro de Maipú

“Después de 2 años en nada, estamos recién retomando. Aquí no venía nadie, las máquinas afuera, los hoyos en la pasada, más las demoliciones de los costados fue un ciclo horrible. Se nos llenó de ratones y polvo durante mucho tiempo. Para salir adelante tuve que salir a trabajar a la calle con mi equipo de artesanos, pero sin dejar de pagar patente ni arriendo. La gente pensaba que ya no había feria. Pero aquí estamos”. Señala Yorka.

Sobre el comercio callejero, la locataria es crítica. Confiesa que siempre ha habido comercio callejero, pero nunca como ahora. “Ellos no son ambulantes, ahora son establecidos con toldos y venden algunos de los productos que nosotros vendemos. Hemos tenido que soportar pensando que algún día esto se va a erradicar”.

Yorka va más lejos y asegura que el problema va mucho más allá de la Feria de Artesanía. “Aquí todos nos conocemos en el sector de la plaza, yo tengo amigos kiosqueros que pasaron por lo mismo, y llevan meses esperando el traslado, después de tener que cumplir con un montón de exigencias e inversiones. Lo mismo los locales establecidos de Monumento, que están quebrando por la competencia del comercio callejero. El centro de Maipú está agónico”.

Don Luis, zapatero con más de 26 años de trabajo en la comuna, confirma el diagnóstico de sus colegas, destacando además el valor del trabajo que se hace en la feria, con sastres, diseñadores de disfraces, que no pueden competir con productos callejeros vendidos a una fracción de precio y que no siempre existe seguridad de su procedencia y que, según la percepción generalizada, nadie fiscaliza.

Por otra parte, los locatarios concuerdan que a esta altura el centro de Maipú resulta irreconocible, y son críticos de la prioridad que se le ha dado a cierto tipo de comercio, que no aporta valor agregado ni a embellecer los espacios. Sin embargo, los partes por pagos atrasados de patentes se dejan caer con dureza sobre las artesanas.

Uno de los tres pasillos principales de la Feria Artesanal.

El futuro de la feria

Nos retiramos de la Feria Artesanal, observando el decaído frontis del lugar y su evidente aislamiento del entorno. Nos cuentan que la mayoría de los terrenos aledaños están en venta por millonarias cifras, pero que no hay ninguna información sobre el destino que tendrán, o si habrá algún tipo de prioridad para el rescate del patrimonio local o algún tipo de comercio que aporte a la comuna.

Las artesanas nos cuentan que no ha habido ningún interés de la municipalidad por valorar o al menos conocer el trabajo que hacen. La sensación de incertidumbre es transversal y el destino de la feria parece una incógnita; sin embargo, la dignidad de las locatarias es clara. Nos aseguran que seguirán trabajando en lo que aman hasta el último día.

Don Juan Dinamarca no renuncia a su sueño y asegura tener planes para llegar algún acuerdo sobre el terreno y así asegurar el futuro de la única Feria Artesanal de Maipú y todo lo que ella representa. Sin embargo, es escéptico de la administración actual y sabe que están solos en esta cruzada.

En tanto, intentamos contactarnos con la Municipalidad de Maipú, para tener su versión de la situación de los artesanos, pero no obtuvimos respuesta.

https://lvdm.cl/2015/10/se-nos-va-el-5-de-abril-que-conociamos/

https://lvdm.cl/2017/07/fotoperiodismo-plaza-maipu-caos-la-comida-chatarra/

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Ex Editor

Editor por oficio, pulso y ojeras; eterno tesista de un magíster en periodismo. Orgulloso de ser maipucino y ñoño de corazón.

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