La Unión Demócrata Independiente (UDI) ha experimentado días de agitación y tensión. Las controversiales reuniones de Pablo Zalaquett, un miembro emblemático del partido, con ministros del gabinete del Presidente Gabriel Boric y con legisladores, no han pasado desapercibidas dentro de la agrupación. A esto se suma la reciente acusación por fraude al Fisco contra Cathy Barriga, exalcaldesa de Maipú, quien, aunque independiente, contó con el respaldo de la UDI en su carrera política.
La situación se complicó aún más cuando, en la audiencia del caso Barriga, la Fiscalía mencionó la posible «injerencia» de Joaquín Lavín en decisiones de la Municipalidad de Maipú durante el mandato de Barriga.
Ante estos acontecimientos, la UDI ha buscado distanciarse del asunto tanto públicamente como en privado, manteniéndose en silencio desde la dirección del partido.
Guillermo Ramírez, líder del grupo parlamentario de la UDI, se refirió al caso de Barriga y Lavín, explicando que aunque en la formalización de Barriga se aludió a Lavín, miembro de su bancada, la fiscalía aún debe investigar la veracidad de la información y determinar si constituye un delito. Ramírez enfatizó la importancia de dejar que la justicia realice su trabajo sin especulaciones, ya que la formalización se encuentra en manos de las autoridades judiciales.
La declaración de Ramírez no fue casual, pues respondió a los cuestionamientos de diputados del Partido Socialista (PS) y del Frente Amplio (FA), quienes han propuesto llevar a Lavín ante la Comisión de Ética de la Cámara.
Mientras algunos diputados apoyan la postura de Ramírez, otros, en privado, han expresado críticas más severas, señalando que la UDI debería ser igual de crítica con sus propios miembros en situaciones controvertidas, como lo es con otros actores políticos.
La mención a Lavín, esposo de Barriga, ha hecho que la controversia adquiera un tono personal entre los legisladores.
Los senadores de la UDI también están divididos frente al impacto interno que generan estos sucesos. José Durana ha pedido respeto por la presunción de inocencia y la defensa que presentará Barriga, mientras que David Sandoval ha expresado mayor preocupación, instando a una conducta apropiada y alejada de cualquier mal uso de recursos. Otros prefieren no manifestar apoyo ni condena hacia Barriga, argumentando que el asunto ya se encuentra en el ámbito judicial.
Internamente, algunos miembros de la UDI indican que el tema no se ha discutido en las reuniones partidarias. En una reciente reunión de senadores y diputados, aseguran que no se trató la situación de la exalcaldesa.
En cuanto a Zalaquett, todavía afiliado a la UDI, el partido ha evitado comentar sobre sus reuniones con miembros del gobierno, parlamentarios y empresarios. Fuentes de la directiva sostienen que «no hay una postura oficial» y que no se ha abordado internamente la situación de Zalaquett. Según estas fuentes, la responsabilidad recae en los ministros que participaron en las reuniones, no en el exalcalde.
La Tercera intentó obtener comentarios del presidente y senador de la UDI, Javier Macaya, y de la secretaria general, María José Hoffmann, pero no recibió respuesta.