Quienes hayan visto la serie el Reemplazante, saben por todo lo que pasaron los protagonistas, saben que las drogas y los embarazos a temprana edad son más comunes de lo que nos gustaría; sin embargo aquellos que tienen la vida que llevaba el profe Charly, viven en un mundo aparte, un mundo en donde el reloj de mano tiene un valor mayor que el sueldo mínimo de este país. Si bien nos gustaría que esa serie no retratara la verdad de Chile, debemos decir que desde el 2012 las cosas no han cambiado, y quizás desde mucho antes que todo sigue igual.
El querido profe Charly, un visionario, innovador y ambicioso, deseaba que los jóvenes entraran a la Universidad, que tuvieran la oportunidad de tener un título, y eran los mismos alumnos, quienes le decían que eso no era para ellos, que debían trabajar y ayudar a sus familias, ellos no sabían el potencial que podían llegar a tener, tal es el caso del Zafrada, quien descubre lo bueno que es para las matemáticas y desea convertirse en Ingeniero, pero ¿por qué él no sabía en qué era bueno?, la respuesta es sencilla, cuando solo eres un número para tu colegio, cuando lo que importa es que asistas para que les paguen, nadie se preocupa de que aprendas realmente, pues en esas condiciones el ir a “calentar la silla” no es una opción, sino una obligación.
En la campaña por el Apruebo vimos a Flavia y Maicol en moto yendo a votar, una propaganda con un mensaje claro y potente, en donde los detalles solo reforzaron lo realidad de miles de jóvenes; un bolso de Uber Eats, ese detalle es en el que me quiero centrar, pues nos da una idea de lo que fue de la vida de estos dos jóvenes luego de terminar la escuela. Muchas veces he escuchado que para ser alguien en la vida debes tener un título, que eso te abre las puertas del futuro, sin embargo, hoy no creo eso; miles de jóvenes se titulan todos los años, salen de las instituciones con un cartón y una deuda bajo su brazo, tienen la ilusión de encontrar un empleo, pero eso nunca pasa. El tiempo corre, y el Banco te llama, debes empezar a pagar el CAE, con el sueldo que debías tener como Psicóloga eso no sería un problema, pero con el sueldo que obtienes como vendedora, no puedes.
Cuántas noches te quedaste estudiando para la prueba, esperando destacar, cuántas veces escuchaste que con esfuerzo lograrías lo que quisieras, y es que por muchos años nos han romantizado la meritocracia, por que los que nacen en Maipú, Puente Alto, La Pintana, Independencia, Pudahuel, etc. no tiene las mismas oportunidades que los de Lo Barnechea, Vitacura o las Condes.
Un informe de la Cepal, muestra que el 1% más rico concentra el 22% del total de los ingresos de país; mientras que la OCDE, menciona que Chile es el segundo país con mayor desigualdad de ingresos de los países que lo integran –solo estamos detrás de México-, pues acá es necesario que pasen seis generaciones para que un descendiente de una familia perteneciente al 10% más pobre, pueda pertenecer a la clase media.
Hoy en Chile los jóvenes son como Flavia y Maicol, personas que deseaban estudiar, y que no tuvieron las oportunidades, y que sí lograron obtener su título fue gracias a una deuda que deberán arrastrar por años de su vida; son jóvenes profesionales que trabajan como Uber, como vendedores, o que parten su propia PYME, por la necesidad de solventar sus deudas, porque el futuro que les prometieron nunca llegó.
Finalmente, solo quiero mencionar algo que para mí en la serie no refleja la realidad, Carlos Valdivia (profe Charly) un exitoso empresario, que tras una riesgosa inversión, paga con cárcel su error, esto no es el reflejo de lo que pasa en Chile, acaso ¿ustedes han visto a algún empresario pagando con cárcel sus estafas?, porque lo que es yo, los he visto en clases de ética, pero jamás en un penitenciaria.