Durante el 2018 fue cuando Daniela Villena, madre maipucina de una niña de en ese entonces 4 años, le comentó con sus propias palabras que había sido víctima de abuso sexual por parte de su padre biológico.
«Ella me dijo que su papá le toca sus partes íntimas. Le pregunté si ella sabía lo que significaba una mentira, qué era ser mentirosa y ella me dijo que no estaba mintiendo. La abracé, le dije que íbamos a empezar un proceso, que tenía que ser valiente y que nunca más iba a ver a su papá», relató la mujer en conversación con el matinal Mucho Gusto de Mega.
«Tenía 4 años 8 meses, y empezó a ir de visita con él cuando tenía 2 años, entonces me imagino que durante todo ese tiempo pudo haber pasado. De hecho, mi hija con sus dedos decía que fueron diez… pero estoy segura que fueron muchas más que eso. Quizás no sabía contar hasta más», detalló la madre.
Pasaron dos años para que recién se formalizara al sujeto a pesar de que los antecedentes y evidencias se encontraban en una carpeta investigativa, sin embargo, ninguno de estos antecedentes fue suficiente, ya que el acusado quedó en libertad solo con arraigo nacional y orden de alejamiento.
«Ni siquiera le pidieron la prisión preventiva con un delito acreditado. Lo querían dejar con arresto domiciliario, pero la jueza dijo que no y se fue para la calle», agregó Daniela.
Respecto al deficiente desempeño de la Fiscalía frente al caso, la madre mencionó: «La señora jueza Claudia Burgos no se va a hacer responsable si hay otra niña violada por él. En esa casa (donde vive el imputado) hay menores de edad niñas. Yo mandé fotos en que él va a cumpleaños de niñas. Él abusó sexualmente de su propia hija, no va a tener respeto por ningún niño más. ¿Por qué la justicia lo permite? ¿Por qué se le paga a una jueza que no tiene un criterio básico?», enfatizó la madre.
Sumado a la ineficiencia de la justicia chilena, tres fiscales distintos han tomado el caso, lo que ha hecho este proceso mucho más engorroso, ya que siguen sin dar alguna solución o respuesta que pueda satisfacer a la madre.
«Lo que a mí me exige fiscalía para presentar una denuncia yo lo tengo y lo llevo y nadie se hace responsable, entonces, ¿qué más me queda? ¿Ir a pararme a esa pasarela y matarme? Ahí va a salir el Estado, el Gobierno, ‘le vamos a hacer una ley a la señora que murió defendiendo a su hija, Ley Daniela’, como todas las leyes que hay de occisas en este país», señaló.
Respecto a la situación de la menor de edad, la niña se encuentra sumergida en un aparente trauma, ya que no quiere asistir al colegio porque los profesores la nombran con su apellido paterno, frente a lo que por el momento no se puede hacer nada legalmente hasta que haya una resolución definitoria.
La madre frente a la desesperación, en una oportunidad protestó colgándose de una pasarela para poder obtener la atención de las autoridades, sin embargo, no fue hasta cuando el caso se televisó en el matinal, que parte del Ministerio de la Mujer y Equidad de Género se puso en contacto con la afectada.
Asimismo, durante diciembre del 2020 la madre realizó un llamado a las autoridades cuando fue entrevistada en televisión en calidad de testigo de la balacera que tuvo lugar en plena Plaza Maipú. En esa oportunidad Daniela hizo un interpelación directa al fiscal de ese entonces, Juan Pablo Díaz Silva, para que tomara cartas en el asunto.
Por otro lado, la madre y su hija se encuentran en total desprotección y viven con un temor constante, ya que el autor del delito, vive a tan solo 5 cuadras y varios han sido los amedrentamientos que han sufrido por parte de la familia del abusador.
Sin ir más lejos, cuando la entrevista se estaba desarrollando en vivo y en directo apareció una camioneta con familiares del acusado, por lo que tuvieron que indicar en cámara que no iban a seguir emitiendo la entrevista y que llamarían a Carabineros frente a la peligrosa situación.