Ayer, 21 de marzo se conmemoraron dos hitos importantes a nivel mundial: el Día Internacional para la Eliminación de la Discriminación Racial y el Día Mundial del Síndrome de Down.
Nuestra comuna no quiso estar ajeno a estas conmemoraciones, es por ello que realizó el acto «Maipú no Discrimina», en honor a la diversidad que existe aquí, ya que somos la segunda más poblada del gran Santiago, con 525.070 habitantes.
De estos habitantes, 7 mil son inmigrantes, de 30 nacionalidades distintas; 23 mil son personas discapacitadas; 54 mil personas de pueblos originarios -de los cuales 50 mil son mapuches- y mil 300 convivientes con Acuerdo de Unión Cívil. Por lo que hay que tener conciencia de nuestra heterogeneidad.
El evento comenzó cerca de las once de la mañana con un discurso del embajador Sudafricano, Hilton Fischer, quien horas antes sostuvo una reunión privada con el alcalde Christian Vittori, con el fin de discutir y esgrimir ideas acerca de la inclusión de inmigrantes en la comuna y así ir acabando con el racismo.
En el Día Internacional de la Eliminación de la Discriminación Racial, se recuerda a un grupo de 69 personas sudafricanas que se manifestaban en contra del apartheid, las cuales fueron asesinadas por la policía de aquel país. Después de ese 21 de marzo de 1960, fue que las Naciones Unidas, en 1966, instó a la comunidad internacional a redoblar sus esfuerzos para eliminar todas las formas de discriminación racial.
Al terminar su alocución, el embajador de sudafricano, una marcha de distintas agrupaciones de niños con síndrome de down llegó centro de la Plaza Maipú, con batucadas, globos y colores.
Fue la Asamblea General de las Naciones Unidas que en 2011 designó el 21 de marzo como el Día Mundial del Síndrome de Down, con la finalidad de tomar conciencia sobre este tema. Es especialmente importante este día para Chile, ya que es nuestro país el que tiene la tasa más alta de personas con esta patología en Latinoamérica.
No es coincidencia que estas dos conmemoraciones sean el mismo día. Lo esencial, que nos trae a reflexionar, es que la inclusión es primordial. Que a pesar de que estemos en pleno siglo XXI la discriminación por discapacidad, por color de piel o nacionalidad, por sufrir alguna patología o por género, entre muchas otras, siguen pasando frente a nuestras narices.
Es por ello que visibilizar nuestras diferencias es importante. Para el avanzar y dejar atrás costumbres, que ya deberían estar obsoletas, pero que de algún modo siguen intrínsecas en una parte de la población.
Todos necesitamos oportunidades y cada uno, independiente de nuestras condiciones, va saber cómo sacarle el mejor provecho. Solo se requiere disposición de las altas autoridades, públicas y privadas, para dar igualdad de educación, de salud, de accesibilidad víal, de trabajo, entre muchas otras. Es decir, incluir nuestras diferencias a la sociedad.