Desde la tarde de este lunes, Camila Moraga se encuentra con otras 3 chilenas y un amplio grupo de extranjeros que habían viajado a Perú, específicamente a Machu Picchu, prácticamente secuestrados en el país vecino por un grupo de dirigentes sociales que se han manifestado cortando las rutas y exigiendo nada menos que el apoyo de los turistas frente a la situación política que están viviendo en el país.
Medios de Perú han reconocido este hecho y han señalado que son más de 200 vehículos los que se encuentran en Checacupe, Cusco, varados a causa de las manifestaciones cuyos voceros han sido calificados de «radicales».
“Lo que quieren es que salga Castillo sino no van a dejar libre la vía. Ellos se autodenominan que son auto dirigentes. En los audios dice que: ‘Viva la lucha armada, que salga Gonzalo, que vuelva la Asamblea Constituyente, volvemos a la constitución del 79′. Eso no lo hace una persona cualquiera, eso lo hacen con ideología. Dan a entender que su lucha no va a cesar hasta que el pueblo recupere la constitución del 79″, señaló una de las afectadas.
Según el relato de la maipucina, el día lunes ella y sus amigas estaban en Cusco cuando comenzaron a verse algunos inconvenientes, y el encargado de la hostal donde alojaban les advirtió que al día siguiente estaría todo cerrado.
«Nosotras ahí agarramos las maletas, fuimos a la estación de buses -porque aún estaban saliendo- y nos dijeron que había pasajes hacia Puno, lo cual nos servía porque desde ahí había bus directo hacia Tacna. Nos vendieron los boletos, nos subimos junto a otras personas, todas extranjeras, y salimos, pero llegando a Checacupe nos pararon junto a varios otros buses y camiones», inicia contanto Camila.
«Intentamos hablar con la gente que está acá y dijeron que no iban a hacer nada, que teníamos que apoyar su huelga, que teníamos que llamar a nuestros cónsules para que ellos apoyaran esta huelga. Nosotros les respondimos que si llamábamos iba a ser para pedir ayuda», continúa detallando.
Según cuenta, la situación ha sido crítica en cuanto a elementos básicos como comida y agua, además de no tener acceso a baño o a elementos básicos de aseo.
«El dirigente se ha reído en nuestra cara. Le dijimos que no hemos tomado agua, que tenemos hambre, y se empezó a reír, dijo que ‘y a esta quién le va a creer’ y ayer se enteraron del video que se hizo viral y hoy han estado con el discurso de que esto no es secuestro, que nos han tratado bien, pero nos han comido toda la plata. Ya no nos quieren vender pan», culmina el crudo relato de la joven.
Al cierre de esta edición, no hay novedades sobre alguna ayuda más concreta de parte de las autoridades chilenas hacia las compatriotas en Perú, quienes, tal como se había señalado en una nota anterior, únicamente les dieron $13 mil pesos a cada una en un lugar donde no hay bancos ni cajeros disponibles.