Maipú es la única comuna con sanitaria de agua 100% municipal.
Se calcula que en Maipú hay unos 200.000 medidores. Misma cifra de domicilios y empresas que consumen agua desde el Servicio Municipal de Agua Potable y Alcantarillado de Maipú (Smapa). Estos medidores deben ser “leídos” mensualmente por un grupo de lectores que recorren la comuna midiendo el consumo.
Marlys Rebolledo era la jefa de este equipo, y además analista de facturación. Hace cerca de cinco meses presentó su renuncia a la sanitaria. La razón: asegura que la administración de Smapa es tan ineficiente que no quiso seguir siendo cómplice de esa situación.
Nos cuenta que hizo todo a su alcance para revertir desde adentro el sistema, pero las falencias son tan grandes que a su juicio es imposible. Al menos, tal como están la cosas hoy.
Gracias a Marlys sabemos que en el área de Gasfitería de Smapa cuenta con unos 30 funcionarios que operan 12 camionetas para reparar más de 3000 fugas de agua. Un dato que explica fácilmente por qué tantos retrasos en las reparaciones.
Gracias a su testimonio también sabemos de la reciente desvinculación de Verónica Baquedano, quien era la Jefa de Recursos Humanos, debido graves falencias en su administración; que el jefe del área comercial, Sergio Pérez, está con licencia; y que el segundo abordo, y probablemente el más capaz técnicamente hablando, Gonzalo Torres deja la sanitaria a fin de mes luego de sus vacaciones.
Trabajó desde el año 2013 como trabajadora externa de Smapa, y luego desde noviembre de 2017 con contrato directo en la municipalidad.
Como ex jefa del equipo le tocó leer los medidores de Maipú, Cerrillos y parte de Estación. Por eso dice conocer cada rincón de la comuna. Es crítica del proceso de internalización de los servicios, acusa ineficiencia en los procesos internos y falta de voluntad política para mejorar el funcionamiento de Smapa.
Estudia Auditoria con mención en tributario en Duoc UC y está organizando junto a otros activistas formas para educar a la comunidad sobre la importancia del agua y el proceso de facturación.
Hoy, fuera de la sanitaria, ha emprendido un nuevo camino para defender y luchar por la Sanitaria. Sobre todo, le interesa que los maipucinos conozcan el estado de la única sanitaria municipal de Chile y que pertenece 100% a cada vecino de Maipú.
¿Cómo comenzaste en Smapa?
Llegué a Smapa en noviembre del 2013, donde empecé en el área de reparto. Luego pasé a Lectura, donde llegué a ser supervisora del equipo de lectores hasta que se internalizan los servicios en agosto 2017. A pesar de mi buen desempeño, no me llamaron a ser parte de la internalización del servicio
Me fui a trabajar entonces al sector privado, pero seguí al tanto de lo que pasaba en Smapa. La sanitaria contrata un ingeniero industrial para dirigir a los lectores, pero este profesional no tenía la experiencia y comenzaron problemas con los registros de lectura. Debido a esto, en noviembre del 2017 me tuvieron que llamar para dar solución y apoyar en mejorar el servicio. Entonces ingreso a Smapa como Analista comercial.
O sea, tuvieron que llamarte de vuelta.
En febrero 2018 me llama el director Gonzalo Torres frente a la encargada de recursos humanos y don Sergio Pérez , me dice textual: “Marlys, desde hoy en adelante usted asume la jefatura de lectura y va a bajar las cifras que tenemos porque son muy altas».
Al mes, bajamos junto a el equipo y los funcionarios del área comercial las refacturaciones de 2000 a 400, hay un equipo de personas adentro súpercomprometidos.
¿A qué te refieres con refacturación?
Es cuando tienes una boleta y te das cuenta que te cobran mal. Va la persona a reclamar y nosotros tenemos que revisarlo. Eso nos afecta muchísimo en nuestros índices de efectividad.
Cuando hablamos por primera vez, me dijiste que te interesaba rescatar la imagen de los funcionarios de Smapa.
Para los funcionarios el tema de ser una sanitaria pública municipal es una presión. Ellos asumen su trabajo como el de funcionarios municipales al servicio de la comunidad. Vi gente que llegaba a llorar en sus escritorios tratando de solucionar los problemas, y lamentablemente no se podía.
¿Por qué no se podían arreglar la cosas?
Cuando volví a hacerme cargo, trabajamos en conjunto con el área comercial. Todos se sumaron. Ahí me di cuenta que no había departamento de pérdidas comerciales y que el departamento de cobranza estaba muy mal organizado. En ese contexto es que se intentaba ejecutar los cobros de los cerca de 18 mil millones que tenemos en deudas aproximadamente.
Ahí entendí porque cuando iba a terreno y veía una «prensa» (operación irregular para bajar la presión del agua en un medidor) nunca vi una multa de por medio.
¿Te refieres a que son muy bajas las multas por no pagar el agua?
¡No hay multas! Hay vecinos en Maipú que roban y a nadie le importa. Esa es la verdad, porque si a alguien le importara habría un proceso o al menos una multa de por medio.
Yo empecé a insistir y fui donde mi jefe (Sergio Pérez) y le dije que no podía ser que existan empresas o casas con los medidores prensados, casas con conexiones directas, medidores con puentes. También hay instalaciones sin medidores. O que mantengamos 1.500 medidores rotoss y que no exista un orden de la cantidad de medidores que tenemos registrados.
Una sanitaria en problemas y sin soluciones a corto plazo
¿Era así también antes de la alcaldesa Cathy Barriga?
Siempre ha sido así, pero ahora se intensificó más porque ella internalizó el servicio y eso dejó mucho trabajo sin hacer. En el área de gasfitería tenemos más de 3000 filtraciones.
¿Cómo se explica ese desorden y los atrasos?
Smapa se empezó a ver presionado y había mucho desorden. Yo veía eso en las rutas de lectura. Un lector estaba tomando lecturas de medidores en Ciudad Satélite y milagrosamente tenía que saltar diez cuadras más lejos. Nosotros con el equipo de lectores hicimos un proyecto para mejorar eso, pero nos dijeron que no habían recursos para contratar más gente.
Es más, incluso desde agosto del 2017 a enero 2018 había gente que inventaba las lecturas, eso se daba por la falta de conocimiento en el jefe anterior y tampoco había un líder con el carácter para corregir estas situaciones.
¿Te complicaba como funcionaria ver esas mala prácticas?
Si de todas maneras, me han enseñado a ser una profesional y a trabajar bajo la honradez siempre me sentí uno mas entre los trabajadores y los jefes tratando de dar soluciones a los graves problemas,
En medio de eso mi papa enferma de cáncer repentinamente, eso me dejó complicada, Por la misma pena tomé una licencia de 15 días para cuidarlo y luego enterrarlo.
Cuando volví era aun mas la presión por cumplir, no habían camionetas. Tenía que yo misma pagar de mi bolsillo y le pedía a un trabajador que me prestara el auto y le pagaba la bencina, y así podíamos cubrir lugares lejanos como Las Industrias
¿Qué pasó con esa plata? ¿La recuperaste?
Nunca. Pero no era un tema, estábamos tan comprometidos que era algo que se sentía que había que hacer.
¿Recuerdas algún caso que te calara hondo?
En abril del 2019 como otro tantos casos que puedo contar sobre la realidad de los maipucinos, visitamos a una abuelita a la que le encontramos una prensa en el medidor.
Cuando me abrió la puerta me tomó la mano y me invito a entrar a su casa, se puso a llorar pidiéndome perdón y tendió a inclinarse de la tristeza comentándome que la pensión no le alcanzaba para cubrir los gastos básicos. La levanté la abracé y le dije que teníamos un sistema de subsidio de agua, que podíamos ayudarla para que ella nunca mas tenga que caer una falta.
Para mí eso habla de una pésima administración y una muy mala comunicación con los vecinos. algo que se lo dije a don Gonzalo Torres (actual asesor de Smapa). Si nosotros le entregáramos la información de subsidio a los vecinos, nos ahorraríamos todos estos problemas.
Jefes que se lavan las manos
Cuando todavía estaba en Smapa, Marlys hizo una campaña llamada “Despeja el medidor”. Esto pues tenían el dato de 13 mil casas cerradas, es decir sin el medidor a la vista.
La campaña se enfocó principalmente en redes sociales e información a través de la boleta. En un mes logró reducir los medidores “cerrados” de 13.000 a 9.000. Con esas mismas cifras fue donde el jefe del área comercial, Sergio Pérez, para demostrarle lo importante que era informar a los usuarios.
¿Cómo definirías a las jefaturas a cargo de Smapa?
Para mí Sergio Pérez es un muy buen trabajador, muy respetuoso y muy humano. Pero él y otros jefes no son aptos para dirigir un área comercial. Necesitamos profesionales y líderes que estén al nivel de lo que se necesita. Estamos hablando de la facturación de Smapa, un tema súper delicado.
Ahí no solamente ves pérdidas comerciales o refacturaciones, también ves licitaciones. Contratos, reclamos, cobros…. El área comercial es el pilar de Smapa.
Otros de los problemas. es que en Maipú se construyen poblaciones nuevas y es responsabilidad de la municipalidad recepcionar estas obras. Sin embargo, la fiscalización es deficiente ya que estas se reciben con muros tapando los medidores y además cubiertos por un nicho de cemento, Smapa va y aprueba esos proyectos.
¿En qué afecta eso?
El lector no va a poder tomar esas lectura de medidores. Y traerá un problema a la facturación.
Todos esos problemas terminan afectando a los trabajadores, porque cuando ellos van a una casa y no pueden leer un medidor no se lo pagan. Pero, ¿es culpa de ellos que el medidor esté tapado?
Para mí es culpa de la sanitaria por no aplicar la normativa o armar una campaña para que ese medidor se vea, y también es un problema para los vecinos ya que se factura como casa cerrada y se le cobra un promedio.
¿Cómo es posible que Smapa autorice eso?
Es solo porque no hay profesionalismo en quienes dirigen la sanitaria. Y por otra parte Smapa tiene un grave problema en sus procesos.
Por ejemplo, cuando me reintegré a la sanitaria me di cuenta que no tenían un proceso de inducción para los funcionarios nuevos. Por eso diseñé y programé capacitaciones e insté a la psicóloga de recursos humanos a hacer inducciones para nuestros trabajadores, porque Smapa no contaba con ningún tipo de instrucción o capacitación a los nuevos funcionarios
Volviendo al tema de las jefaturas, ¿en qué está Sergio Pérez ahora?
Está con licencia.
Precariedad laboral y burocracia administrativa
Una de tus denuncias tiene que ver con la precariedad de tus colegas.
Fue tanta la presión que terminé dándole órdenes a mis compañeros de ponerse los zapatos que Smapa les había dado aun cuando estos estaban rotos por el mismo ejercicio del trabajo.
Las órdenes de mis jefaturas era obligar a que los trabajadores se pusieran los zapatos para que los vecinos no reclamaran. Situación por la que pedí perdón a mi equipo de trabajo antes de mi renuncia. La directora (Ximena Suazo) hizo todo lo posible por conseguir los zapatos, que al final llegaron.
Pero mi pregunta es por qué teníamos que llegar a ese nivel para conseguir algo tan básico, por qué las cosas no funcionan si somos una empresa estatal que debería mostrar eficiencia en sus procesos.
¿Qué te decían otros funcionarios?
Antes de semana santa, una compañera me dijo Marlys deja de pedir cosas o andar “peleando”. Yo llevo 15 años en Smapa, y tú crees que las cosas van a cambiar. Va a venir uno y otro alcalde, y las cosas seguirán igual porque esto es un tema político.
Pensé toda la Semana Santa en el tema. ¿Voy a estar 15 años esperando que esto cambie? Y de ahí surgió la idea de renunciar, pero no dejar de pelear. En mi carta de renuncia dejé puestas todas mis razones (ver carta adjunta).
Cuando llevabas todos estos temas a tus jefes, ¿qué respuesta te daban?
Cuando me dirigí a Gonzalo Torres para exponer estas cosas, el me respondió: “Es que somos municipales, no podemos hacer nada”. Y era algo que todos repetían. Yo me preguntaba cómo es posible que no podamos hacer nada, teniendo 3000 filtraciones, usuarios que no pueden pagar, vecinos que roban agua. Mi pregunta a Torres era esa, ¿en qué momento vamos a ordenar la casa?
¿Qué hiciste después de renunciar?
Gonzalo Torres aceptó mi renuncia y yo me acerqué a un Concejo Municipal. Buscaba una forma de llegar a la alcaldesa. Yo ya sabía que Gonzalo Torres no podía hacer nada, la directora tampoco, ya que en reiteradas ocasiones me habían dejado claro que todo esto pasaba por la alcaldesa y era ella quien tomaba las decisiones de lo que se podía hacer o no en Smapa.
Llevé el tema a un Concejo Municipal. Al final de la sesión, fui adelante para pedir hablar con ella [Cathy Barriga], atrás estaba Torres, y al verme se sentó su lado. Levanté mi celular con la foto de los zapatos rotos y pedí explicaciones. Pero la alcaldesa solo miró su celular y sonreía sin hacer el más mínimo caso
En esto intervino Torres para decir que yo había renunciado voluntariamente. Yo respondí que justamente renuncié para poder exponer esta situación, porque si lo hacía estando dentro me hubieran hecho pedazos.
¿Pero al final obtuviste alguna respuesta?
Al final de que yo hablé, Gonzalo Torres me dijo “si no conoces la política cochina, no te metas con nosotros”.
¿Qué respondiste?
Qué yo era una persona con valores, pero sí sé lo que es pelear. Yo espero respuestas y las voy a encontrar. Luego de eso me llevé toda esta información a una comisión de Smapa que dirigía el concejal Ramos [Ariel Ramos].
¿Hace cuánto fue esto?
Mayo.
¿Entonces el concejal Ariel Ramos contaba con estos antecedentes desde hace seis meses?
Sí. De todos modos, él me apoyó pero eso quedó hasta ahí. Cuando me di cuenta que no podía llegar más arriba que la alcaldesa. Con todo lo que he peleado hasta ahora, sé que quieren privatizar. No puede ir para otro lado que no sea la privatización.
Tú te acercaste en primera instancia porque nos dijiste nos dijiste que la diputada Carmen Hertz tenía razón, que hay una intención de privatizar Smapa.
A mí esto me lo explicaron el mismo Gonzalo Torres y la directora. No hay plata. Imagínate que en mi equipo de trabajo necesitábamos cinco lectores extra, y estuve esperando casi un año. Y cuando los contrataron tuve que echar a dos porque estaban apitutados, venían directo de la alcaldía, uno de ellos con problemas graves de droga.
¿Por dónde ves una solución?
Yo sueño con una planta de tratamiento propia (en estos momentos Smapa paga por el servicio a Aguas Andinas). Falta educación y que los vecinos de Maipú tengan la claridad de la importancia de tener a SMAPA
Por ejemplo tenemos un colegio en la comuna que licencia a gásfíters, y es evidente que de ahí podemos sacar profesionales para Smapa y darle oportunidades a esos jóvenes. Pero eso tampoco ocurre. Actualmente Smapa tiene a las dueñas de casa haciendo cursos de gasfitería sin siquiera darles una esperanza de ser contratadas.
SMAPA podría traernos una tremenda prosperidad a la comuna, y además una administración eficiente podría permitir afrontar de mejor manera la crisis hídrica en la que se encuentra el planeta.
Y desde afuera, ¿qué se puede hacer?
Primero debemos acabar con los apitutados políticos y darle a la sanitaria el valor que se merece. Por mi parte, seguiré luchando, así tenga que mover a todos los vecinos de Maipú e ir casa por casa llevando la educación junto a las demás asociaciones.
CARTA DE RENUNCIA VOLUNTARIA, MARLYS REBOLLEDO EX SUPERVISORA LECTURA COMERCIAL SMAPA