Victoria Gray: El caso de la mujer curada con edición genética CRISPR

La ciencia busca distintos caminos para curar enfermedades. Uno de ellos son las terapias con CRISPR una tecnología de edición de genes que se ha desarrollado a partir de un sistema natural de defensa de bacterias contra virus. La terapia CRISPR utiliza esta tecnología para editar el ADN en células humanas con el objetivo de corregir mutaciones genéticas que causan enfermedades.

En términos generales, la terapia CRISPR funciona de la siguiente manera:

  1. Identificación del gen mutado: El primer paso en la terapia CRISPR es identificar el gen mutado que causa la enfermedad en cuestión.
  2. Diseño del RNA guía: A continuación, se diseña una molécula de RNA guía que se une específicamente a la secuencia de ADN del gen mutado.
  3. Edición del ADN: Una vez que la molécula de RNA guía se ha unido al ADN, se usa una enzima llamada «Cas9» para cortar la cadena de ADN en un lugar específico. Esto desencadena una respuesta celular natural que repara el ADN dañado. El objetivo es que la célula repare el ADN mutado de tal manera que la mutación se corrija.
  4. Monitoreo de la reparación del ADN: Una vez que se ha realizado la edición del ADN, se monitorea para asegurarse de que se ha corregido la mutación.

La terapia CRISPR es una tecnología emergente y todavía se encuentra en sus primeras etapas de desarrollo. Se están llevando a cabo ensayos clínicos para evaluar la seguridad y eficacia de esta terapia en humanos.

El caso de Victoria Gray

Victoria Gray, paciente curada con Terapia CRISPR. Foto ROYAL SOCIETY

Una llamada de su hematólogo le cambió la vida a la ciudadana estadounidense Victoria Gray. Una invitación a participar en un ensayo clínico para combatir una anemia de células falciformes, la enfermedad genética más frecuente en todo el planeta.

La anemia de células falciformes (ACF), también conocida como drepanocitosis, es una enfermedad genética de la sangre que afecta a los glóbulos rojos. En las personas con ACF, los glóbulos rojos tienen una forma anormal de media luna o «hoz» en lugar de su forma normal de disco bicóncavo. Estos glóbulos rojos anormales no pueden moverse fácilmente a través de los vasos sanguíneos, lo que puede causar obstrucción en los vasos y la reducción del flujo sanguíneo a los tejidos y órganos del cuerpo.

Los síntomas de la ACF incluyen dolor en diferentes partes del cuerpo, especialmente en el pecho, brazos y piernas, fatiga, falta de aliento, ictericia, dolor abdominal, y fiebre. La ACF también puede causar complicaciones graves, como accidente cerebrovascular, daño renal, úlceras en las piernas, infecciones graves y fallo multiorgánico.

La ACF es causada por una mutación en el gen que produce la hemoglobina, la proteína que transporta el oxígeno en los glóbulos rojos. Esta mutación hace que la hemoglobina se agregue y forme fibras, lo que cambia la forma de los glóbulos rojos y los hace más propensos a obstruir los vasos sanguíneos.

La ACF es una enfermedad hereditaria que se transmite de padres a hijos. Si ambos padres tienen la mutación, hay un 25% de probabilidad de que cada uno de sus hijos herede dos copias de la mutación y, por lo tanto, desarrollen ACF.

Es julio de 2019 y Victoria comenzó su tratamiento con edición genética basada en CRISPR. El tratamiento permitió sacar células madre de la médula ósea y aislarlas en un laboratorio. Ahí fueron cortadas con tijeras moleculares CRISPR y cortaron el genoma justo en el GEN BCL11A.

El gen BCL11A desempeña un papel importante en el desarrollo de los glóbulos rojos. En particular, se ha encontrado que la proteína BCL11A es necesaria para la producción de hemoglobina fetal durante el desarrollo fetal temprano. A medida que el feto se desarrolla, la expresión del gen BCL11A aumenta y la producción de hemoglobina fetal disminuye. Esto permite que se produzca la hemoglobina adulta, que es necesaria para transportar oxígeno en el cuerpo después del nacimiento.

Tras el corte de las células éstas se repararon uniendo sus extremos, pero con el gen que causa la enfermedad inhabilitado. Luego a través de quimioterapia se mataron todas las células enfermas de la médula ósea de Victoria Gray y se le transfundieron las células editadas o corregidas. En unas semanas el cuerpo de Victoria estrenó glóbulos rojos cargados de hemoglobina fetal sana, la que se replicó, multiplicándose por su organismo.

Cuatro años después la paciente no tiene dolores y cria con entusiasmo a sus cuatro hijos. Esta semana Victoria se presentó en la ciudad de Londres. A contar su caso llegó al Tercer Congreso Internacional de Edición del Genoma Humano. Los expertos le rindieron homenaje de pie, en un aplauso cerrado. La paciente, rehabilitada expresó que la cura fue «gracias a mis supercélulas» y explicó que «mi vida ha cambiado por completo.

Tras 113 años desde que se descubrió la enfermedad, la terapia basada en CRISPR entrega esperanza a pacientes de todo el mundo. En Chile, no hay datos sobre la prevalencia de la ECF ya que es considerada una condición muy rara.

Tratamientos CRISPR: El problema es el precio

La cura de enfermedades abre espacios y caminos a la ciencia. Sin embargo las terapias con CRISPR se cuentan entre los más caros del mundo. Su precio bordea los 3 millones de dólares, sin contar con hospitalizaciones, transfusiones y quimioterapias.

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Nicolás Aravena

Fundé La Voz a los 21 años. Dicen que escribo bien, me apasiona la política, fotografía y entender el mundo que habitamos. Dejé de fumar hace poco, hago chistes malos y bailo pésimo

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