Una frustrante situación están viviendo Ernestina de las Mercedes Vega Macaya y su familia. La mujer maipucina de 92 años había sido dada de alta del Hospital El Carmen (HEC) el 14 de diciembre, pero cuando la estaban bajando de la ambulancia, se les cayó con la camilla al piso, generándole lesiones en la cadera y cabeza, principalmente.
La familia de Ernestina, además de haber hecho una denuncia formal en Carabineros, quiere que esto se sepa a viva voz, ya que, según han acusado, el hospital ha intentado bajarle el perfil a la situación, cayendo en una negligencia médica.
Isabel Bermúdez, una de las nietas de Ernestina, aseguró que su abuela había estado muy bien mentalmente, y que sus años se le han hecho notar únicamente en una trombosis presente en sus piernas.
«Ella está postrada hace varios años por eso», explica su nieta, pero asegurando que «de la cabeza siempre ha estado 100% consciente y cuerda, yo tengo videos y audios de ella de hace dos semanas preguntando por todos sus hijos y nietos, y pidiéndonos los regalos de navidad».
Sin embargo, hace aproximadamente dos meses, la mujer mayor se contagió de covid, lo que luego mutó a una neumonía. Esto obligó a que se le hospitalizara en el HEC el pasado 16 de noviembre, donde estuvo casi un mes.
Si bien ya no presentaba síntomas de la neumonía, la trombosis en sus piernas se agudizó y la mantuvieron hospitalizada por lo mismo. Isabel cree que el haber estado tanto tiempo acostada sin sus ejercicios le jugó en contra.
Por lo mismo, tanto para Isabel como para el resto de la familia, que no veían mejoras en Ernestina, era mejor opción llevársela a la casa para cuidarla ahí, donde además le tienen una cama especial para manejar mejor la trombosis que padece.
La caída al bajarla de la ambulancia
Isabel detalló que pasadas las 6 de la tarde, trasladaron a su abuela a su casa para que tuviese hospitalización domiciliaria, y minutos después de eso ocurrió la caída frente al domicilio de Ernestina, quien vive en Maipú junto a una de sus hijas.
«Mi tía iba en la ambulancia también, pero cuando llegaron a la casa, ella se bajó para abrir la casa y verificar que estuviese todo despejado y que la camilla pudiera entrar bien», explica.
En ese momento, sin tener claridad de cómo ocurrió, a los funcionarios se les cayó Ernestina y la camilla al suelo. Si bien la cámara del hogar logra captar el hecho, justo hay un árbol que tapa gran parte de la situación, por lo que no hay total claridad sobre cómo ocurrieron los hechos.
«El azote que ella se dio fue en la cadera y en el rostro, entonces se las llevaron a las dos al hospital en la misma ambulancia: a mi abuela y a mi tía, que empezó a convulsionar por un ataque de histeria», detalla la nieta de Ernestina.
A la familia de Ernestina le dijeron que ella estaba bien, que sufrió una contusión en la cabeza y un hematoma en el pie, pero que eran lesiones leves.
Isabel fue inmediatamente a hacer una denuncia a Carabineros por lo que había pasado, y su hermano llegó más tarde al hospital para ver el estado de su madre, Ernestina.
En primera instancia le negaron la entrada, pero finalmente pudo estar unos minutos junto a su madre, y registró en un video lo alterada y desorientada que estaba Ernestina, mientras se quejaba con balbuceos.
El cuestionable diagnóstico de demencia senil
Cuando el hijo de Ernestina consultó con la doctora la situación, Isabel explicó que la profesional aseguró que el balbuceo y la desorientación se debían a la demencia senil de la mujer. «Mi abuelita nunca ha tenido demencia senil, como dije, estaba sana y cuerda«, insiste la nieta.
«Una doctora no puede dar un diagnóstico de demencia senil sin algún examen previo, y menos después de una caída de tal magnitud, porque mi abuelita entró al hospital inconsciente después del golpe«, reflexiona Isabel, algo molesta y frustrada con la situación, ya que, según ella, desde el hospital le intentaron bajar el perfil a lo ocurrido y sus consecuencias.
«La demencia senil no se gatilla de un día para otro», insiste Isabel, que cree firmemente que el hospital está cometiendo una gran negligencia con su adorada abuela.
«Una amiga mía que es médico me explicó que probablemente ella estaba alterada metabólicamente por la contusión sumado a los medicamentos que le administraron, y que no tenía nada que ver con la demencia senil», añadió Isabel.
Hoy por la mañana, la familia de Ernestina fue al hospital para visitarla, pero los funcionarios les negaron la visita. «Yo me pregunto por qué prohibieron visitas si se supone que el diagnóstico es leve… Ella estuvo un mes ahí y todos los días permitían visitas de una hora, ¿por qué ahora no?», cuestiona Isabel.
Según les informaron en el Hospital El Carmen, durante el día de hoy le realizarían un examen TAC en los huesos y cerebro, pero hasta el cierre de esta edición no han recibido noticias de ello.
«Ahora estoy ingresando la denuncia al Minsal, pero no quiero hacerla en el mismo hospital porque me tocaría hablar con la asistente social y no quiero seguir escuchando mentiras«, explicó.
«Yo voy a hacer lo que tenga que hacer, lo que pasó es extremadamente grave. Ellos pudieron haber tenido un accidente y lo entiendo, yo sé que ellos no la quisieron botar, pero trataron de tapar el sol con un dedo en base a mentiras y evasivas, yo voy a demandar a este hospital«, sostiene Isabel con seguridad.
Respuesta de Hospital El Carmen
A través de un comunicado, el Hospital El Carmen se refirió a la situación ocurrida ayer y dio una guía sobre cómo lo seguirán manejando.
En el documento, reconocen que «al momento de ser bajada de la ambulancia y producto del terreno irregular, la camilla en que era trasladada se desestabiliza y la paciente sufre una caída«.
Asimismo, añaden que se le brindó una debida atención y realizaron los exámenes correspondientes «que descartaron lesiones de gravedad, encontrándose en buenas condiciones generales, bajo observación para ser prontamente trasladada al Servicio de Geriatría de nuestro Hospital».
Finalmente, desde la dirección del hospital afirmaron que «por políticas del Hospital, el lamentable incidente fue inmediatamente reportado al departamento de Calidad y Seguridad del Paciente, que inició una investigación que permitirá tomar las medidas administrativas correspondientes a la magnitud del evento».
De todas formas, Isabel desconfía de lo que el Hospital El Carmen tenga para decir, por lo que seguirá buscando canales para cumplir su objetivo.
«Voy a reclamar por los derechos de mi abuelita, ella siempre trabajó, es contadora, enviudó a los 37 años con 7 hijos, porque su marido se suicidó a los 40 años. No le debe nada a nadie, no tiene que andar mendigando absolutamente nada», concluye la nieta, aún afectada por la situación que está atravesando Ernestina.
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