Distintas denuncias han llegado a nuestro diario desde la unidad de Maipú Seguro. Estas denuncias dicen relación con la falta de criterio, la letra chica de bonos y la inseguridad a la que estarían siendo expuestos funcionarios municipales en la unidad a cargo del señor Gonzalo Huenumil.
Una de las denuncias son extensas jornadas de 12 horas para los conductores, entre los que están los choferes de los ex «huevitos», los simpáticos vehículos de seguridad que están sin uso debido a la fata de repuestos. Un error de cálculo que ha supuesto una pérdida a los 20 millones en inversión.
A fata de huevitos, sus conductores han sido redestinados a los móviles (camionetas amarillas), donde según nos informan son obligados a cumplir con largos turnos con la amenaza de ser despedidos.
Otra denuncia es la de funcionarios de la Central Telefónica de Maipú Seguro. Sucedió el día martes 12 de este mes, día de huelga en la municipalidad. A pesar de que ese día hubo huelga legal, el coordinador de la unidad contactó a trabajadores para notificarles que si no asistían al turno de la noche, se les descontaría el día, arriesgando incluso ser despedidos.
El turno de noche comienza a las 00:00 para las telefonistas de la central y a las 23:00 para los modulistas. Según nos explican, en vista de la contingencia, al igual que muchos trabajadores en jornadas nocturnas, se les ha hecho muy difícil trasladarse. Incluso algunos funcionarios han tenido que caminar a pie desde sus casas a sus puestos de trabajo desde fuera de Maipú. Dos testimonios con quienes hablamos nos contaron como tuvieron que caminar más de una hora para llegar a sus puestos de trabajo..
Todo esto sin ninguna consideración por parte de la municipalidad de habilitar un bus de acercamiento o usar las mismas camionetas de seguridad para ayudar a proteger la integridad de los trabajadores. Algo que cuesta entender cuando vemos en redes sociales la promoción de buses y autos de acercamiento para la comunidad, que al parecer no alcanza para los mismos funcionarios.
Estos casos vuelven a reflotar el mal manejo de la unidad Maipú Seguro.
Nuestro diario publicó una serie de reportajes, denunciando irregularidades e incompetencias en la Dirección de Prevención y Seguridad Ciudadana (DIPRESEC), específicamente en la unida de Maipú Seguro. Estos reportajes llevaron al despido de la antigua coordinadora Loreto Rivera y su núcleo más cercano.
La cuestionada coordinadora fue reemplazada por el ex-coronel de Carabineros, Gonzalo Huenumil, lo que fue visto desde todos lados como una buena señal. Incluso la alcaldesa Cathy Barriga hizo hincapié en el extenso currículum de Huenumil al anunciar el cambio.
Tras meses de este celebrado cambio, la DIPRESEC enfrenta nuevos problemas.
La letra chica de los bonos
Hace unos meses, la Municipalidad de Maipú anunció un bono para los trabajadores de los módulos de seguridad. De esta manera, se equiparaba el salario con los funcionarios de la guardia interna. El anuncio fue bien recibido como una señal de equidad hacia los trabajadores.
Sin embargo, el contrato venía con letra chica. Las primeras señales comenzaron cuando no permitieron a los trabajadores fotografiar el anexo de contrato donde se estipulaba las condiciones del bono. Hasta ahí todo era felicidad, un aumento de 50 mil pesos fue recibido con esperanza.
El problema de subir el sueldo vía bono es que el empleador pone condiciones «pactadas» los trabajadores para entregarlo. Sin embargo, según nos informan funcionarios de Maipú Seguro, no hubo negociación ni acuerdo de ningún tipo. Solo la instrucción de ir a firmar el anexo, sin mayor explicación.
La sorpresa vino luego, cuando se comenzó a usar el bono como una forma de presionar a los trabajadores de los módulos y móviles de Maipú Seguro. Bajo esta letra chica, cualquier ausencia laboral es causal para no entregar el bono.
La Voz tuvo acceso al anexo de contrato, donde se asegura que se pagarán 50.000 pesos por los meses de septiembre a diciembre «previa acreditación del cumplimiento de la función específicamente encomendada, situación que será verificada por el mismo guía«. Es decir, la cláusula es general y ambigua, dejando abierta la puerta para utilizar cualquier excusa para no entregar el bono.
Fuentes al interior de Maipú seguro, estiman que el famoso bono se entrega actualmente a no más del 50% de los trabajadores debido a esta letra chica.
A esto se suma el atraso en pagos, como los turnos que funcionarios hicieron durante el festival Maipeluza, cuyo pago por concepto de horas extras siguen sin pagar para muchos funcionarios de móviles
«Maipeluza significó para los conductores horas extras, para nosotros los honorarios fueron turnos extras. Y son muchos todos los funcionarios de módulo que trabajaron, más todos los de la central, quienes siguen sin recibir sus pagos, son mas de cien personas«, nos cuenta una fuente que prefirió mantenerse anónima.
Funcionarios en peligro
Fuentes al interior de alcaldía nos señalan que una de las criticas a la conducción de Huenumil es que no habla con mandos «inferiores», replicando de alguna manera su formación y rango como ex carabinero. Tanto así, que la mayoría de los conductores de las camionetas no lo conocen personalmente.
Esta falta de comunicación se traduce en una sensación de abandono e inseguridad, como la que enfrentan los funcionarios que hacen turnos de noche en los módulos o casetas de «seguridad».
Es necesario aclarar que estas casetas son meramente informativas, pues el personal no está capacitado para realizar ninguna labor de seguridad, salvo dar información. Este fue el sentido inicial de estas casetas, que luego tras el cambio de nombre a «Maipú Seguro» dio una falsa idea de su función.
Cabe mencionar que todos los funcionarios con quienes hemos hablado nos han solicitado mantener su nombre en reserva por miedo a represalias y especialmente perder el trabajo.
Sin embargo, desde el anonimato expresan su molestia por la inseguridad que viven cada noche al estar directamente expuestos al vandalismo. Sin ir más lejos, el martes 12 en la noche fue quemada una caseta a la entrada de la Ciudad Satélite. Afortunadamente, no había nadie en turno en ese momento. Un caso similar se dio en La Farfana, donde un funcionario fue atacado violentamente por desconocidos, teniendo que arrancar, sin radio, ni teléfonos ni móviles que lo pudieran auxiliar.
Se trata del módulo 15 en la pasarela La Farfana, el cual fue luego quemado. Las imágenes dan cuenta del estado de la caseta luego del fuego y de lo cerca que estuvo el funcionario de sufrir un daño mayor.
El funcionario quedó en estado de shock, siendo retirado posteriormente. Hasta el día de hoy nadie se ha acercado a preguntarle cómo está o si necesita algún apoyo psicológico debido a la situación que vivió. Al día siguiente, tuvo que presentarse a trabajar normalmente.
Los funcionarios de módulo viven en efecto una precariedad laboral especial, puesto que mucho de ellos no cuentan con radios ni teléfonos para comunicarse. Nadie los acerca a sus módulos en caso de contingencia. No tienen mayor capacitación en seguridad ni tampoco seguros asociados. Es decir, muchos de ellos están completamente echados a la suerte de la noche.
Justamente, hace una semana la alcaldesa Cathy Barriga rechazó un contrato para contar con nuevo equipamiento radial, su excusa fue que el plazo de 3 años era muy amplio. El problema es que su mismo equipo propuso ese plazo.
A esto suma que algunos funcionarios a honorarios que han ido al paro les han descontado el día, usando esto también como causa para no entregar el bono. Frente a esto, también existen duras críticas hacia la presidenta del sindicato de honorarios, Francisca San Martín, sindicada por muchos funcionarios como cercana a Cathy Barriga.
Nuestro medio fue testigo de la poca utilidad de esta función sindical, al entregar directamente denuncias de trabajadores con problemas frente a horarios de entrada. Al hacer seguimiento del caso, pudimos darnos cuenta de la falta de respuesta o apoyo por parte del sindicato en la persona de Francisca San Martín.
Trabajadores a honorarios consultados por este medio, denuncian que su sindicato hace un llamado a parar, pero luego se desliga de los casos, pidiendo «lista» con sus nombres sin que esto impida que se descuenten días de trabajo o eliminen bonos.
Al cierre de esta edición, intentamos hablar con Francisca San Martín, actual presidenta del Sindicato a Honorarios, quien no quiso referirse a esta situación.
Así las cosas, en días de estallido social, parece que la consciencia social y los aires de cambio aún no llegan a la oficina de seguridad municipal en Maipú.