Victoria es técnico en enfermería y trabaja en un Centro de Salud Familiar (Cesfam) dirigido por la Dirección de Salud Municipal (Disam) de Maipú, tiene cuatro hijos, la menor de ellas, de solo un año de edad, fue diagnosticada con el Síndrome Bronquial Obstructivo Recurrente, es por ello, que tiene una orden médica que explicita que debe ser cuidada en casa y no en sala cuna.
Ante esta indicación, Victoria solicitó a su empleador, la Municipalidad de Maipú, el Bono Compensatorio Sala Cuna, que es la compensación monetaria del derecho a sala cuna, dado en casos excepcionales, como es el de Victoria.
En octubre de 2019 comenzó los trámites para acceder al bono, lo que se ha convertido en una larga lucha contra la burocracia. “Presenté un certificado de broncopulmonar con el mismo diagnóstico y la misma indicación, además, de presentar su notificación GES, tratamientos y todas las citas a los kinesiólogos en sala IRA”, nos explica esta primera instancia Victoria.
A pesar de todos los antecedentes presentados, la Municipalidad de Maipú le negó constantemente el Bono Compensatorio Sala Cuna, además, no le notificó a la funcionaria el porqué de esta decisión.
Vecina acude a Contraloría para exigir el Bono Compensatorio Sala Cuna
Cansada de esperar, en el mes de julio del presente año, Victoria presentó una denuncia en la Contraloría General de la República (CGR). A través de esta institución se enteró que, por ejemplo, la burocracia llegó a tal punto que le rechazaron el bono por “presentar los papeles de a uno”.
Desde la Disam Maipú no consideraron que fuese una enfermedad grave, esto según un diagnóstico entregado por un doctor impuesto por la misma Municipalidad, que Victoria no conoció, ni tampoco su hija. Decir que una condición respiratoria no es grave, con el escenario actual del Coronavirus, es de vida o muerte.
A pesar de los argumentos presentados por la Municipalidad, Contraloría falló a favor de Victoria, señalando que deben notificar el monto y el pago retroactivo desde octubre del 2019.
Sin embargo, “no me han notificado, no me han pagado. Yo necesito volver a trabajar». Victoria se encuentra actualmente con licencia por salud mental, debido a toda esta situación. «Me tienen que pagar todo lo que me deben. Yo siento que ellos me han hecho esperar, que me aburriría, porque mi hija en enero cumple los dos años y allí se pierde este beneficio”, comenta.
Nos explica que desde la Disam, su director, Dr. Esteban Barra, no le ha dado una audiencia. Que presentó su caso a alcaldía hace 2 meses, al abogado Octavio Infante, y que solo les respondió que lo derivaría a Jurídico.
Victoria, como a muchos, el sueldo se le hace poco. Pagar a un particular para que cuide a su pequeña hija le es imposible, por lo que el Bono Compensatorio es vital para el subsistir de su familia, que la componen ella y sus 4 hijos, uno de ellos con Trastorno del Espectro Autista (TEA). Actualmente, como se encuentra con licencia, tampoco tiene la posibilidad de hacer horas extras.
«Pasaron a llevar los derechos de mi hija y los míos como mujer trabajadora. El derecho a sala cuna y si no puede ir, el derecho al Bono Compensatorio, todo fue negado para mí».
Solucionar este nudo burocrático y de mala voluntad es urgente para nuestra vecina.
¿Tienes un caso y necesitas que La Voz te difunda? Puedes contactarnos por acá.
Podemos cubrir este tipo de temas, pues no dependemos de nadie más que nuestro público. Por ello, considera hacer un aporte económico, que permite defender nuestra independencia. Tu escoges el monto (es rápido y online).