Una experiencia única en la comuna se vivió este fin de semana en la Villa San Juan de El Abrazo. Allí, 19 médicos de distintas especialidades atendieron a la comunidad sin costo.
Con todos los problemas que existen en salud, la experiencia de la Villa San Juan resulta interesante, tanto por la ayuda prestada a los vecinos, tanto como por el valor de la autogestión de la actividad.
Jimena González es la presidenta de la junta de vecinos y habla con La Voz sobre el origen y sentido del operativo médico «Salvador Allende».
Jimena nos cuenta que el operativo nace desde una situación trágica, la muerte de un niño de 1 años y once meses, Claudio Sepúlveda, quien sufrió un accidente en su casa y no pudo ser traslado con la rapidez necesaria para poder recibir auxilio médico. Su mamá, Andrea Zenteno, está presente también hoy en el operativo. Nos cuenta que en esa época el único lugar donde llevar a alguien accidentado era el antiguo CRS (la posta).
Sin embargo, la falta de transporte a la mano, las dificultades del cruce Melipilla y la lejanía del centro asistencial jugaron en contra, restando valiosos minutos en la emergencia. Un vecino les prestó ayuda, quien condujo a la mamá con su hijo hasta el recinto asistencial ondeando un pañuelo blanco por la ventana mientras manejaba a toda velocidad.
Pero fue muy tarde.
De ahí nace la inquietud de contar con apoyo médico para llenar el vacío que existía en la zona. Se contactan entonces con la organización ELAM, donde participan distintos médicos de la Escuela Latinoamericana de Medicina (CUBA) residentes en Chile. Cubanos y chilenos, estos médicos han realizado por años labores voluntarias en distintos lugares como la población Los Nogales en Estación Central, el sector 4 Poniente de Maipú, y –por supuesto– la Villa San Juan.
Mientras continúa el operativo médico en la multicancha de la villa, leemos las especialidades médicas afuera de los improvisados «boxes»: pediatra, geriatria, kinesiólogo, dentista, fonoaudiólogo, terapeuta ocupacional, matrona, psicóloga. También hay medicina alternativa mapuche, a cargo de Cecilia Calfuman, medicina china y masoterapia. Muchos de los voluntarios viven en la misma villa.
Sorprende el nivel de organización de esta villa. Jimena enumera las distintas cosas que hacen, marcando siempre la el sello de independencia y autogestión de su trabajo. Cuenta por ejemplo, que Carabineros les confirmó que son la villa con menos asaltos en Maipú. Al preguntarle por la razón de esto, nos cuenta que existe una trabajo social fuerte y que todos los vecinos se conocen.
Por ejemplo, tienen un acuerdo con el supermercado del sector (Unimarc), que privilegia la contratación de vecinos, lo que permite reducir la cesantía del sector y, al mismo tiempo, dar un sentido de comunidad y pertenencia como quizás pocos sectores tienen en la comuna.
Lo mismo sucede con el MidMall, donde han logrado obtener un espacio para microempresarios de la villa.
Por si fuera poco, Jimena comenta con orgullo otros hitos que han logrado en sus 12 años como junta de vecinos, como la gestión para levantar una feria con más de 40 locatarios. También enumera la lista talleres que ofrecen a la comunidad, como step, teatro, cueca, Tai chi, Yoga y radio comunitaria. La guinda de la torta es la Biblioteca Cecilia Magni.
El sueño del CESFAM «Salvador Allende»
La propuesta de la Villa San Juan es tan simple como ambiciosa: salud popular autogestionada. Como parte de esta estrategia, han luchado porque el futuro CESFAM del sector esté en El Abrazo. Para eso se han juntado con todas las autoridades, desde concejales, pasando por gente del Ministerio de Salud y autoridades de gobierno. De casi todos lados han recibido apoyo expreso, con excepción de la alcaldía.
Dentro de sus planes está que el centro lleve el nombre de «Salvador Allende». Dicen merecer este honor y les parece que la figura del expresidente es coherente con el trabajo que han realizado.
«Nos trajimos el CESFAM hasta aquí, hablamos con los concejales, con el ministerio, averiguamos el mejor terreno para construirlo. En un principio iban a hacer una consulta, pero cuando se dieron cuenta que estábamos todos organizados cambiaron la estrategia. Ahora será una comisión compuesta por la alcaldía, el ministerio y la comunidad. Aunque le cambien el nombre, iremos todos los días con un lienzo y le pondremos que creemos se merece, Salvado Allende«, relata convencida Jimena.
Sobre todo, piden que los escuchen pues quieren tener participación activa en el destino de su barrio.
En este sentido, Jimena no esconde sus críticas a la actual administración: «No sé que hace ella ahí (Cathy Barriga)», se pregunta en voz alta.
Agrega que han intentado por todos los medios hablar con la alcaldesa mediante citas formales, usando la ley de lobby, e incluso presentándose en el concejo municipal. Pero nada de esto ha servido para poder hablar personalmente con la primera autoridad de la comuna.
«Una de las vecinas tuvo que hacerle guardia el fin de semana en el MidMall, y al acercarse a ella para contarle nuestra situación y el tema del CESFAM la alcaldesa le respondió que ese era su tiempo de familia«, cuenta la dirigenta.
«Si vamos a hablar con algún funcionario, encontramos que cada semana hay alguien distinto. Maipú no tiene pies ni cabeza, es una vergüenza«, sentencia.
Le preguntamos si en las administraciones anteriores tuvo problemas similares y –para nuestra sorpresa– responde que si bien no hubo mayor cercanía, sí había la disponibilidad para escucharlos y recibirlos.
Si todo sale bien, el nuevo CESFAM podría empezar a construirse en septiembre, según lo que han logrado averiguar. Esto pues no ha sido fácil conseguir información, y reconocen un aliado en la figura de Osman González, jefe de planificación DISAM en la municipalidad, quien –dicen– ha tenido la disposición de brindarles la información que como vecinos necesitan.
Según lo que han logrado saber, solo faltaría que Controlaría devuelva unos documentos para la firma final de la alcaldesa. La próxima semana se cumpliría este plazo.
Por una muerte digna
Casi al filo del cierre de esta edición, Jimena nos contacta para darnos una mala noticia. Murió uno de los vecinos postrados de la villa. Dice que la llamaron temprano porque el vecino estaba con unos dolores horrendos que se oían en todo el pasaje.
Justamente, fue uno de los vecinos atendido en el operativo médico. Se trata de don Mario Bustos Ocampos, quien padecía de cáncer de colon terminal.
«Ese día lo revisaron, le cambiaron la vía, y comentaron que el paciente se le debió hacer una transfusión de sangre debido a la baja de glóbulos rojos«, cuenta con tristeza Jimena.
Esta opción médica estaría cubierta por el Auge y, según la opinión de los médicos del operativo, habría ayudado enormemente a aliviar el dolor.
Jimena nos cuenta la frustración que existe entre los vecinos pues nunca existió para el vecino la disponibilidad de una ambulancia en el hospital El Carmen. Para atenderse, lo llevaban en un auto particular, y no sería la primera vez que les pasa algo similar con los «abuelitos» del sector.
Ante la nula respuesta desde el CESFAM Maipú ubicado en Pajaritos, donde estaba inscrito don Mario, tuvieron que contactarse con un médico particular amigo, quien hizo lo posible para poder dar una muerte digna al paciente.
Al comunicarse para pedir explicaciones, desde el CESFAM les respondieron que no era posible hacerse presentes pues «ya alguien había ido el día anterior».
Nuevamente, al igual que once años atrás, ese día la ayuda llegó tarde.