Existen dos Cathy Barriga. La que usted ve en sus redes sociales, transmitiendo en vivo a través de Instagram, y otra, con los focos apagados, que es insegura, déspota e irascible. Por cierto, también profundamente ignorante de lo que significa ser alcaldesa.
Lo dije en una videocolumna que grabé, su problema es la ignorancia. Porque la respuesta que entrega el municipio al gasto de 50 millones de pesos en peluches, a través de la corporación municipal de educación de Maipú es pésima. El dinero que se gastó Barriga en “renacines y SMAPINAS”, proviene del “Fondo de apoyo a la educación pública municipal de calidad” y es otorgado por el Ministerio de Educación para apoyar la gestión educativa de los establecimientos municipales del país.
Por cierto que el fondo establece que se pueden hacer actividades para el aumento de la matrícula. Es decir, eventos que permitan atraer o retener alumnos, o gastar dinero en programas que impidan que alumnos que están en riesgo de desertar de la escuela lo hagan.
¿Alguien nos puede explicar como dos peluches pueden lograr ese cometido? ¿Algún experto de la CODEDUC puede decirnos cómo la gente correrá a la escuela municipal a matricular a sus hijos pues la alcaldesa desde un escenario se puso a lanzar peluches al público?
Nadie nos puede entregar una respuesta coherente. Porque no la hay. A diferencia de Barriga que llegó hace 7 años a vivir en Maipú, yo viví 34 años en la comuna y durante 14 años hice periodismo local. Por cierto toda la vida estudié en el Liceo Municipal Santiago Bueras y Avaria y hasta hace un año mis hijas estudiaban ahí. Las saqué de la escuela, pues las salas eran heladas, el ambiente pésimo y la calidad de la educación no daba el ancho. Conversé mi preocupación pues la sala de niños de prekinder, es decir niños maipucinos de 5 o 6 años pasaban frío en ella. Nos dijeron que la CODEDUC “no tenía dinero para mejorar las salas”. Es más. Alguna vez conseguimos de la CODEDUC pintura para hermosear las salas de clases, pero no había plata para maestros. Así que fui personalmente a pintar la sala junto a un grupo de apoderados voluntarios.
Entonces el gasto de 50 millones en peluches, lo único que hace es demostrarme que Barriga no sólo es ignorante, sino que también negligente y superficial. La educación municipal no crece a costa de peluches, sino que en base a planes de mediano y largo plazo, que pasan, entre muchas otras cosas, por mejorar las condiciones en que los alumnos más vulnerables estudian.
Porque tus hijos Cathy estudian en colegios privados y no padecen el sistema municipal que, tristemente, estás encargada de administrar. Por eso. Por Ema que pasó frío en una escuela municipal a tu cargo, por Luna que fue perseguida todo el año por el color de su pelo (caso que gané en la superintendencia de educación) y por Maite que se aburría como ostra, viendo a su profesora toda la clase metida en whatsapp, es que me veo en la obligación de decirte que no estás apta para el cargo.
Estás al mando de un Municipio y eres incapaz de comprender que eres la máxima autoridad política de la comuna. No entiendes que no puedes llevar a vendedores ambulantes a hacerte barra en el concejo municipal, a cambio de permisos para destruir y entorpecer el tránsito de los vecinos en la plaza de Maipú.
Maipú contigo no renace. Al contrario, muere de forma lenta, agoniza en medio de un baile interminable, con sonido estridente, peluches lanzados al aire y clases de zumba, malones y cuanta fiesta se te ocurre hacer. Al otro lado del camino está el Maipú real. Uno donde hay gente que vive en tomas, otros que sufren al transitar por calles en pésimo estado y un sistema municipal de educación que muere todos los días, porque al mando hay una persona que es inepta y, a la luz de como se gastan los dineros, parece que profundamente miserable.