Opinión: El show de la máxima autoridad comunal y la ingenua bajada de perfil de algunos(as)

Quizá lo más penoso no sea cuánto gasto monetario hizo la alcaldesa al hacer el famoso show -bailando con la camioneta municipal andando- , frente al Templo Votivo de Maipú.
Tal vez sea ínfimo para los ojos de algunos y algunas maipucinas, que observan con mucha liviandad las «gracias» de la máxima autoridad comunal. Sin embargo, basta hacernos unas cuantas preguntas, para darse cuenta cuál fue el costo real de la «gracia». Cuantas decisiones se dejaron de tomar? (Entiendo que la esperaban en el Concejo). Qué impacto tuvieron para la comuna el no tomarlas en tiempos oportunos? Cuál es el valor y el daño para los y las maipucinas, una «gracia» como la hecha por la alcaldesa? Cuanto fue el tiempo real invertido en la producción de la «gracia»?

El no ser capaz de dimensionar ese impacto, nos demuestra lo mal preparados académicamente que estamos en el poniente y, si hilamos más fino, esa misma mala educación, es la que nos enceguese, a tal punto, que nos es imposible evaluar los costos que, por pequeños que parezcan, en política y en gestión, tienen impactos más que relevantes para la comunidad.

Evidentemente, estos costos no son perceptibles de buenas a primeras y, obviamente, se ve como que se busca la quinta pata al gato. No obstante, hagamos un análisis simple. En que se traduce esta quinta pata?:

1. Cuando las decisiones no se toman de forma oportuna, se pierden oportunidades, por ende se derrochan recursos.

2. Cuando en un equipo de trabajo no está quien debe tomar decisiones importantes, aquí y ahora, esas oportunidades se desvanecen y provocan efectos negativos a los objetivos.

3. Cuando el tiempo importante se ocupa en pequeñeces u ocio, los recursos igualmente se pierden, por tanto el dinero.

4. Coordinar, mover, seguir, gestionar a tiempo, es ganancia de recursos, lo contrario es mal gasto. Eso lo sabe cualquier líder bien preparado.

5. Una camioneta como esa, por ejemplo: podría estar dando trabajo a gente en la comuna, que lo está pasando mal por la cesantía, producto de la cual, no puede alimentar a su familia, ni mandar a sus hijos al colegio. La cesantía promueve, en el peor de los casos, violencia intrafamiliar.

6. Sumemos todo el tiempo que se invirtió para lograr el show, pues claro está, no fueron 11 segundos. Ni el mejor director de cine de Hollywood, ni la mejor productora, hacen una toma como esa a la primera, menos con actores egocéntricos:

– Idear la situación. (1h)
– Conseguir el horario y los recursos (1h) (camioneta, tiempo, lugar)
– Asignar la persona que filmaría (30min)
– Asistir al lugar (15 min)
– Esperar que haya menos gente para no producir interrupciones, ni malos entendidos. (1h)
– Conseguir el tiempo del picachu. (30min)
– Realizar más de una toma por si la primera no salía bien. (1h)
– Devolverse al municipio (15min)
– Elegir y acordar la mejor toma (1h)
– Subirla (1min)

Total tiempo estimado: 6h con 31 min.

Es decir, un día de trabajo efectivo. Por tanto, se perdió un día de toma de
decisiones y otro tanto de uso de la camioneta para fines comunales.

7. Como maipucino, no estoy de acuerdo en que la máxima autoridad de mi comuna, mal utilice el tiempo, que se traduce en pérdida de dinero. Ese que me cuesta ganar y cuyo porcentaje se lo asigno a su sueldo. En otras palabras, ella está usando recursos míos para divertirse en horario de trabajo. Si a usted le gusta o no le complica, pues bien, está en su derecho.

Conclusión: Prefiero mil veces que nuestra autoridad se dedique a lo que verdaderamente tiene que hacer -todas las necesidades que tenemos aún pendientes de resolver- y justifique bien lo que todos y todas le aportamos con nuestro dinero, para que ella haga bien su labor.

Si a usted vecino, vecina, considera que esta es la búsqueda de la quinta pata al gato, le gusta que boten su plata y se burlen de usted en sus barbas, a mí no. Por eso, no apoyo esta «gracia alcaldicia», venga de donde venga. No se trata de ser grave. Si ella filma un video en su casa, después del horario de trabajo, capaz que la aplauda.

Y si por último, usted le llama envidia o que no me dejan vivir actos como estos. Bueno, entonces no quiero envidiar más y sí, quiero vivir, así que abogo porque no lo haga más, no en horario de trabajo; pues con el mismo cargo en el barrio alto, seguro lo pensaba dos veces antes de hacer su show. Esto, porque allá la gente si entiende los costos que se ven involucrados cuando la gente no hace su trabajo en el horario asignado para ello.

(N. del E.: Negritas son ajenas al texto original)

https://lvdm.cl/2018/08/se-viene-sumario-de-contraloria-aca-las-pruebas-del-uso-de-vehiculo-municipal-en-kikichallenge-de-la-alcaldesa/

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Miguel A. Camiletti

45 años, tres hijos. Ingeniero en Informática, emprendedor maipucino.

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