Estimados lectores, en oportunidades anteriores, he escrito sobre el Covid como enseñanza para aprender a conocer el virus, de qué manera se contagia y propaga rápidamente, de los cuidados personales para evitar enfermarse, he escrito sobre historia del virus, y de la vacuna para prevenir una grave enfermedad.
Esta vez escribiré desde lo más profundo de mí, desde mi preocupación y miedo ante tan destructivo virus, que ha destruido familias, se ha visto perjudicada la economía, la salud mental, los negocios, la educación, la salud. De una u otra forma nos ha tocado vivir a todos alguna situación relacionada con la pandemia.
Nos hemos distanciado de nuestra familia y amigos, nos ha disminuido el presupuesto y no podemos hacer una vida social normal, como salir a cenar, ir al cine, ir a un parque, celebrar cumpleaños, hacer deporte libre o ir de compras, cosas tan normales que hacíamos.
Sin duda el encierro está afectando la salud mental de las personas responsables, que hacen cuarentena y se quedan en casa. Lo que en un principio se tomaba como un acercamiento con la familia y compartir una película, un almuerzo, un desayuno, una conversación, algo tan perdido en las costumbres familiares antes de la pandemia, en donde estábamos sometidos a un ritmo de vida tan rápido, tan estresante, tan consumista y solo trabajábamos, estudiábamos, salíamos con los amigos a carretes, se había perdido ese sentido de unidad y compartir juntos.
Ahora la salud mental es un tema que nuestros gobernantes no consideran, ha aumentado la intolerancia, la irritación, el estrés y la violencia intrafamiliar. Nos dan permiso a realizar deportes a las 5 de la mañana, aumenta la delincuencia, las violaciones, los robos.
Muchas personas aun no entiendan la gravedad de la situación que estamos viviendo, salen a fiestas, se juntan en grupos, jóvenes en las plazas compartiendo la misma botella de cerveza, el mismo cigarrillo, sin mascarillas.
Estas personas me hacen sentir rabia, algunos encerrados y otros propagando la enfermedad. ¿Cuál es el motivo de carretear, de ir a fiestas? Ni siquiera saben lo peligroso que es para la familia, sobre todo los más pequeños y nuestros ancianos. Es verdad que están aburridos de las restricciones, de un toque de queda que no tiene ni un sentido y que solo sigue vigente porque tienen miedo a las protestas.
Diferente es la persona que sale a trabajar, a conseguir el dinero que los alimentará, que los vestirá, ya que esta pandemia que afecta tan terriblemente a la clase media, donde cerraron las pequeñas empresas, aumentó el desempleo y no tienen como sobrevivir, lamentablemente ellos tienen que salir a la calle corriendo el riesgo de enfermarse y enfermar a sus seres queridos.
La clase media no tiene la ayuda que debiera tener por parte de un gobierno indolente, que administra la pandemia a su conveniencia. Si realmente quisieran controlar la enfermedad, se preocuparía por esta clase media y familias vulnerables para que no se expongan en la calle, llegan a sus pequeñas viviendas, donde el contacto estrecho es inminente.
Me da pena ver familias sin recursos que les niegan un bono, que no califican ni para ayuda del gobierno, ni para créditos bancarios, ¿cómo van a vivir?, tienen que salir a la calle a colapsar los medios de transportes que llevan al menos 80 personas en espacio reducido y sin ventilación, y detienen a familias que se juntan 10 personas, es incomprensible, cierran los negocios pequeños y abren los grandes mal.
Pareciera que este país no tiene ni pies ni cabeza. Ojalá algún día nuestros gobernantes que nosotros mismos elegimos para que nos representen, dejen de pensar en sus intereses personales y empaticen con la población que tanta necesidad tiene. En vez de perseguir a nuestra gente que quiere llevar el pan a sus hijos, usen esas mismas energías en contra de la delincuencia que nos sobrepasó, la gente sin ayuda, sin trabajo y luchando con estos delincuentes que le quitan lo poco que tienen.
Mi querida gente, solo nos queda cuidarnos para no llevar el virus a la casa, mantener las distancias y usar mascarillas, después de subir a una micro llena, lávense las manos, usen alcohol gel, ya no esperamos nada del gobierno, estamos prácticamente solo y juntos podemos ganarle a la pandemia, pero no nos juntemos innecesariamente.
Yo como paramédico he visto la realidad en los hospitales, he trasladado en forma aérea desde regiones a pacientes realmente graves, y ya no hay donde más trasladar, esta todo colapsado, tratemos de no subir más estas estadísticas tan tristes.