El video de campaña de Laurence (¿o Lorence?) Golborne esconde tras de sí un mensaje bueno, pero comunicado de la peor manera. Y es que si la idea de la pieza audiovisual era resaltar su origen popular, se falló medio a medio. Y digo un mensaje bueno en términos políticos. La UDI quiere mostrar a Golborne como un personaje proveniente de la meritocracia, y aunque hay cosas que se pueden discutir, convengamos en que Laurence como candidato, tiene ciertos «ingredientes» que calzan con la descripción de la palabra meritocracia.
Laurence vivió en Maipú y si bien nuestra comuna tiene mucho por crecer, estamos lejos de ser Sierra Leona o el Congo. Acá no hay malaria y presentar su residencia en Maipú cual discapacidad que con esfuerzo venció y logró salir, es un error tremendo y un atentado a los maipucinos.
Las redes sociales ardieron comentando el tema del video y, lamentablemente para los creativos tras el mismo, los comentarios fueron por amplia mayoría, tremendamente contrarios a Golborne.
Laurence vivió en Maipú y si bien nuestra comuna tiene mucho por crecer, estamos lejos de ser Sierra Leona o el Congo. Acá no hay malaria y presentar su residencia en Maipú cual discapacidad que con esfuerzo venció y logró salir, es un error tremendo y un atentado a los maipucinos.
En mi caso tengo dos amigos que están lejos de haber obtenido el “éxito” de Golborne. y pongo la palabra éxito entre comillas, pues según el video ser un tipo exitoso es nacer en una comuna de corte popular, estudiar en un Liceo de Excelencia para luego continuar la Universidad en una carrera difícil, para después ingresar como funcionario a una empresa enorme y al poco tiempo terminar dirigiendo a esa empresa. Entre medio, puedes tener 1 o 2 matrimonios, pero tener a la familia unida para -eso no lo dice el video, pero se infiere- terminar viviendo en una comuna ABC1. Ahora si en medio de todo ese camino al éxito, te llama el Presidente, te pide que seas Ministro y una coyuntura hace que un hecho que simboliza una profunda negligencia por parte de un Estado poco fiscalizador, te termine convirtiendo en algo así como un Superman Criollo, mucho mejor.
Para otros el éxito es otra cosa. Algunos se sienten exitosos pudiendo viajar por el mundo. Hay otros que encuentran que el éxito más grande es llegar a fin de mes sin grandes apuros y tener algo de dinero para comprar libros. Otros concentran la búsqueda del éxito en tener tiempo para la familia y ver crecer a sus hijos.
Como les decía, tengo un par de amigos que según mi óptica son exitosos. Uno trabaja en un gran Banco y el otro en una Editorial. Ambos tienen puestos importantes y -presumo- sueldos acordes al cargo. Ellos no nacieron en cuna de oro, al contrario. Son tipos de esfuerzo, uno de ellos con dos carreras universitarias y un magister en proceso de tesis. Ambos tienen bellas familias, no se han separado nunca (aunque eso da lo mismo) y, teniendo medios para haberse ido a comunas más acomodadas, optaron por comprarse vivienda en Maipú. Mucho antes del video de Golborne, le pregunté a uno de ellos las razones de su permanencia en la comuna y su respuesta fue simple, pero no por ello menos conmovedora. “¿y que iría a hacer a Las Condes? mi familia y la de mi esposa están en Maipú, mis amigos están acá y también están mis recuerdos”, me dijo.
Cada uno es dueño de hacer con su vida lo que se quiera. Pero insisto en que vivir en Maipú no es señal de fracaso, ni irse a una comuna ABC1 tampoco es señal de éxito.
Tampoco caigo en la tentación fácil de condenar a Golborne. He recorrido ferias, tomándole fotos para La Voz y el cariño de la gente por él es grande. Más bien tiendo a pensar que fue mal asesorado y que su intención era otra. ¿Es posible que Laurence se reconcilie con la comuna que lo vio crecer? ES POSIBLE
